Ariel Orellana Araya •  Opinión •  03/01/2023

Este nuevo año promete precarización del empleo, inflación y desaceleración económica… la crisis capitalista se profundiza aún más

Para nadie es un misterio que la actual crisis del capitalismo monopólico en su fase imperialista es una de las más profundas, extensas y multidimensional de la historia del capitalismo. El desempleo y el aumento en la informalidad laboral, la inflación y la desaceleración económica son solo algunas de estos fenómenos, sin embargo, conjugados con el aumento del hambre, la pobreza, la desescolarización, la crisis habitacional, la violencia de género, el matrimonio infantil, la devastación a la naturaleza, la migración forzosa, nos encontramos ante un escenario devastador para la sociedad y el medio ambiente, la cual viene aparejada con una crisis política – institucionales que representan en el plano político, lo integral de esta fallas sistemática, coyuntura económica – política en la cual como proletariado a nivel mundial debemos con urgencia rebelarnos y no permitir más la precarización de nuestras miserables vidas.

Los datos entregados por Rodrigo Vergara, en Momento Económico Internacional y Nacional del Centro de Estudios Públicos, de noviembre 2022, refieren que los países desarrollados, donde se alojan las grandes corporaciones transnacionales, enfrentan un proceso de desaceleración, principalmente Europa producto de la guerra de Ucrania –  Rusia y el alza del precio de la energía; las presiones inflacionarias se mantienen al alza en gran parte del mundo, Europa y Reino Unido obtuvieron un crecimiento a 2 dígitos en 12 meses; por último las proyecciones de crecimiento económico para el 2023 según el FMI son de 2,7 (anteriormente se proyectaba un 3,6%, tendencia a la baja que se expresa en casi todos los países).

De acuerdo al último Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe, de la CEPAL, noviembre, 2022, los países de América Latina y el Caribe crecerían a un 3,7% el pasado 2022, poco más de la mitad de la tasa del 6,7% registrada en el 2021, por otro lado, se estima que en 2023 se profundizará la desaceleración del crecimiento económico y se alcance una tasa del 1,3%. El mismo estudio da cuenta que entre los países de América Latina y el Caribe el país en peores condiciones para enfrentar dicho proceso de casi nulo crecimiento será Chile, el cual ya muestra síntomas graves de desaceleración, nula creación de empleos y fuertes alzas.

La situación a escala global nos da cuenta de la situación decadente y barbárica en la que se encuentra el capitalismo en la fase imperialista, la tendencia al enfrentamiento armado, que hoy tiene su pick en Ucrania, la hiper – concentración de capitales que ha desatado una guerra comercial feroz entre las superpotencias, la confirmación histórica de la ley de tendencia decreciente de la tasa de ganancia, que los capitalista buscan contener a costa de la superexplotación de la clase trabajadora nos coloca ante una desafío histórico como proletariado mundial: enfrentar a las burguesías y detener el avance descontrolado de la devastación del planeta. Bien sabemos, ya nos lo adelantaba Lenin, que no será producto del espontaneísmo, ni de las propias contradicciones intra – sistémicas por las cuales caerá el andamiaje de explotación y opresión capitalista, sino que tendrá que ser el proletariado quien sepulte a quienes provocan y defienden la injusticia.

En Chile, la situación no es más auspiciosa, las cifras dan cuenta de que la economía atraviesa una desaceleración significativa, con indicadores como el IMACEC que en septiembre fue del -0,4%. Desde mayo 2022 el sector comercio exhibe un crecimiento negativo en doce meses, el desempleo y la informalidad han ido en aumento y el mercado laboral muestra un estancamiento en la creación de empleos, es más, de acuerdo al Informe Mensual de Calidad del Empleo IMCE agosto – octubre, 2022, de Fundación Sol, cerca del 94% de los empleos creados posterior a la pandemia son empleos informales o precarios,  el IPC muestra una tendencia al alza no vistos desde hace 30 años (agosto 14,1%  – septiembre 13,7% octubre 12,8%), los precios de los alimentos básicos en alguno casos superan el 60% de aumento en sus valores de cambio.

Por otro lado, la percepción de acuerdo a las propias encuestas de la burguesía, Encuesta Plaza Pública, CADEM segunda semana de diciembre, estudio 465,  sobre el destino económico y el empleo en el país dan cuenta de la mirada negativa que tienen las personas respecto del futuro, en la calle se respira un ambiente a incertidumbre y de pocas expectativas para lo que se avecina, por todos lados se percibe que la “cosa” viene peor y que cuál invierno lluvioso debemos protegernos para no morir arrastrados por la corriente del desempleo, las deudas y las alzas.

Seguramente el gobierno del señorito Boric, guaripola del pacto de dominación, junto a su dupla económica Marcel – Grau, nos tratarán de convencer que la cosa no está tan mal, que soplan tiempos mejores, que solo debemos apretarnos el cinturón y no exigir aumentos de sueldos, lejos están de la realidad de las verdaderas condiciones en las que vive la clase trabajadora, la precarización de la vida ha llegado para quedarse en nuestras humildes moradas.

Como decíamos, para nadie es un misterio que el sistema capitalista está en crisis, los dueños del poder y la riqueza lo tienen claro y la clase trabajadora y el pueblo también, pues vive cotidianamente las penurias del modelo. La burguesía a escala global está generando mecanismos para aumentar la explotación laboral y bajar los costos de producción y de fuerza de trabajo; el proletariado debe hoy más que nunca organizarse y luchar por mejorar las condiciones de empleo y por el derecho al trabajo, y a la vez elevar los niveles de conciencia de clase que nos permitan pegarnos un salto cualitativo y cuantitativo en perspectiva de la lucha por cambiar el actual orden de las cosas. Se debe gestar organización en cada rincón y sector del país, articular al conjunto del pueblo que está luchando desde una perspectiva clasista y combativa, fortalecer lazos de solidaridad concreta en medio de la crisis que nos permita resolver las necesidades inmediatas, y a la vez que volcarnos a las calles a exigir lo justo.

Las y los trabajadores tenemos titánicas tareas para los próximos meses, enfrentar la crisis y sobrevivir a las condiciones de vida que nos impone la burguesía y los gobiernos de turno, generar el instrumento político que bajo la ideología del proletariado permita agruparnos bajo un pliego de demandas reivindicativas y un programa de transformaciones radicales de la sociedad de clases, y así enfrentar de mejor manera la crisis estructural del sistema capitalista y preparar las condiciones para que seamos las y los trabajadores los que conquistemos el poder.

Ariel Orellana Araya

Parte del Sindicato de Técnicos y Profesionales SITECPRO, miembro de la Asociación Intersindical de Trabajadores y Trabajadoras Clasistas, AIT Trabajador Social, Magíster en Gobierno y Gestión Local; Diplomado en Gobierno y Gestión Pública; Políticas Sociales, Pobreza y Desarrollo; Derecho de Familia y Mediación Familiar; Habilidades Directivas.


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