Redacción •  Actualidad •  25/10/2016

PACMA documenta la explotación animal en los coches de caballos de Sevilla y pide su prohibición

El Partido Animalista documenta las 13 horas de trabajo diarias de los coches de caballos de Sevilla, con 40º grados de temperatura.
PACMA denuncia la falta de control y de limitaciones y pide su prohibición.

PACMA documenta la explotación animal en los coches de caballos de Sevilla y pide su prohibición

Trece horas de trabajo bajo el sol con picos de 45 grados de temperatura. Esas son las condiciones a las que están sometidos algunos de los caballos que arrastran coches para turistas en Sevilla, según un informe de seguimiento realizado por el Partido Animalista – PACMA. El equipo de trabajo de la formación política en la capital andaluza ha documentado durante una semana completa el trabajo al que es sometido uno de los caballos. Al informe lo acompaña un vídeo en el que se aprecia el trato que reciben estos animales.

En el vídeo publicado por PACMA se pueden apreciar imágenes de caballos desfallecidos por el calor y las largas horas de trabajo. Con su informe de seguimiento, PACMA espera que la sociedad y los representantes políticos se conciencien y pongan fin a un sufrimiento que el partido considera “evitable e innecesario”.

PACMA, además, advierte que en la Ordenanza Reguladora del Transporte de Viajeros en Coches de Caballos en el Municipio de Sevilla no existe ninguna norma referente al horario de los mismos, por los que los cocheros son los que determinan su propia jornada laboral, y por tanto también la de sus caballos. En esta ordenanza tampoco está regulada la temperatura a la que debe o no debe trabajar un coche de caballos, lo que deja como conclusión que a criterio del propio cochero el caballo podrá trabajar a altas temperaturas, rondando los 45 grados que se registran en la ciudad de Sevilla en los meses más calurosos.

El coordinador de PACMA en Sevilla, Javier Sanabria, explica que “en pleno siglo XXI es indecente que estos caballos sigan siendo explotados y que no exista, ni siquiera, un mínimo control sobre horas de trabajo o límites de temperatura”. “Hay caballos a los que, bajo unas condiciones de calor extremas, sólo se les ofrece agua una vez en trece horas”, concluye.

PACMA propone el cese inmediato de la concesión de nuevas licencias y la revocación de las existentes y, al mismo tiempo, su sustitución por coches de época. Además, cree necesario que, durante el proceso que pondría fin al uso de estos animales con fines turísticos, se apliquen una serie de controles que eviten que Sevilla vuelva a ser ejemplo de insensibilidad por imágenes de animales exhaustos y explotados.

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