Agencia SINC •  Ciencia •  28/10/2023

Las chimpancés salvajes también pasan parte de su vida con menopausia

  • Hay pruebas demográficas y hormonales de que las hembras de la comunidad Ngogo de chimpancés salvajes del Parque Nacional de Kibale, en Uganda, viven alrededor del 20 % de su existencia en estado posreproductivo. Lo confirma un estudio internacional, que encabezan científicos de la Universidad de California, en EE UU, y del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Alemania.
Las chimpancés salvajes también pasan parte de su vida con menopausia

Hasta ahora se creía que solamente loshumanos, algunas especies deballenas dentadasy contadosmamíferos marinosvivían largos años devida activa tras la pérdida de la capacidad reproductora. Por ejemplo, este mismo año, unestudiorevelaba que las hembras deorcasmantenían su implicación maternal de por vida, incluso cuando las crías ya se hubieran convertido en adultas.

Se sabe que las orcas continúancolaborando con su sistema social, gracias a una larga esperanza de vida, durante varias décadas después de dejar de tener descendencia.

Acerca de lashembras de primates, sin embargo, se pensaba que mantenían su capacidad reproductiva hasta etapas muy cercanas a la muerte. Pero, ahora, un nuevo estudio demuestra que un grupo de hembras dechimpancé(Pan troglodytes schweinfurthii) que viven enUganda muestran signos demenopausia, es decir, que sobreviven mucho después de haber perdido su posibilidad de tener crías.

El científico Brian Wood y su equipo de la Universidad de California (EE UU), el Max Planck Institute of Evolutionary Anthropology (Alemania) y el Smithsonian Conservation Biology Institute (EE UU), entre otras instituciones, aportan pruebas demográficas y hormonales de la menopausia en chimpancés salvajes que habitan en territorio selvático de Uganda. Cabe recordar que los chimpancés, junto con los bonobos, son los parientes más cercanos de los homínidos.

En este trabajo, a partir de observaciones poblacionales y de comportamiento de unacomunidad Ngogode chimpancés —estudiada, desde hace tiempo, en elParque Nacional de Kibale, en Uganda— el equipo de científicos examinó lamortalidad y las tasas de fertilidadde 185 chimpancés hembras durante 21 años de observación (de 1995 a 2016).Esta información les permitió realizar cálculos a partir de una métrica denominada ‘representación posreproductiva (PrR)’, que es laproporción media de la vida adultaque transcurre enestado posreproductivo.

Así, los autores del estudio que hoy se publica en la revistaSciencemuestran que los chimpancés Ngogo tienen una representación posreproductiva (PrR) de 0,2, lo que significa que, por término medio, las hembras viven el20 % de su edad adultaenestado posreproductivo.

Quizá el desconocimiento sobre la menopausia en los animales viniese simplemente del hecho de que los humanos nos habíamos mantenido al margen de estas preguntas sobre nuestras primas hermanas primates. Hoy los científicos son conscientes de queentender los signos de menopausia en animalessalvajes nos puede ayudar a comprender laevolución de este rasgotan normal en nuestra propia especie.

Consultado por SINC sobre la posibilidad de que este mismo desarrollo hormonal se dé en otras comunidades de chimpancés (u otros primates) de diferentes geografías,Woodresponde que “en otros grupos de chimpancés, solo en raras ocasiones se ha observado que las hembras vivan más allá de los 50 años”. Además, según admite, “se desconocen sus patronesde cambiohormonalen torno a esa edad”, ya que “no se han tomadomedidas”.

Un recuento hormonal similar al humano 

En las mujeres humanas, la menopausia suele producirse entre los 45 y los 55 años, y se caracteriza por un descenso natural de las hormonas reproductivas y un cese permanente de la función de los ovarios.

Explicar cómo evolucionó la menopausia representa un reto porque losbeneficios evolutivos de esta etapade la vida no resultaban del todo convincentes frente a losargumentosque habitualmente se han manejado sobre la vida útil de las hembras. Tampoco se sabe con certeza por qué la menopausia habría evolucionado en las humanas y no en otras primates longevas.

Mientras la mayoría de los mamíferos, incluidas otras poblaciones de chimpancés observadas, parecían tener una representación posreproductiva (PrR) cercana a cero -lo que significa una breve supervivencia tras el cese de la función ovárica-, este trabajo descubre que, al menos en esa comunidad de chimpancés de Uganda, la fertilidad no es un requisito vital para las hembras.

Para evaluar la interrupción no patológica de la función ovárica, estos expertos analizaron 560 muestras deorinade66 chimpancéshembras cuyas edades oscilabanentre los 14 y los 67años. Esas muestras de orina de hembras que diferían en estado reproductivo y edad demuestran que latransicióna esteestado posreproductivoestaba marcada porcambiosen hormonas comogonadotrofinas, estrógenos y progestinas.

Asimismo, lafertilidad declinaba después de los 30 añosy, en el caso de las chimpancés, no se observaron nacimientos de madres de más de 50 años.

Según los autores,variaciones hormonalessimilares constituyen signos de la menopausia humana.

Sin embargo, a diferencia de los humanos, las chimpancés posreproductoras de la población de Ngogono se dedicana criar alos hijos de sus hijos, ni pueden estarcerca de sus hijashasta que estas alcanzan su propia edad reproductiva, ya que las jóvenes adultas emigran para vivir fuera de su grupo natal. Esto significaría que la popular ‘hipótesis de laabuela’, que se ha utilizado para razonar acerca de la evolución adaptativa de las largas vidas posreproductivas, no es aplicable a la larga existencia de las chimpancés ugandesas.

Una de lasexplicaciones posiblesa este largo periodo de vida no fértil de las chimpancés salvajes podría estar vinculada auna respuesta temporal a unascondiciones ecológicasfavorablesen Ngogo, que contemplanbajos niveles de depredación, altadisponibilidad de comiday exitosa competencia entre grupos.

La segunda posibilidad, según apuntan los resultados del trabajo, es que la PrR sustancial seaunrasgo evolutivo típico de la especie en los chimpancés, que no se había observado en otros lugares.

“El estudio de Wood y su equipo arroja luz y plantea interrogantes sobre la evolución de la menopausia”, escribía el biólogo Michael Cant, quien no participó de esta investigación, en una reseña sobre el trabajo.

“También pone de relieve la relevancia de losdifíciles trabajos de campoa largo plazo —a menudo realizados conpresupuestos reducidosy en constanteriesgo de cierre— para transformar la comprensión fundamental de la biología y el comportamiento humanos”, añadía Cant.

Por su parte, Wood recuerda a los lectores hispanohablantes que “la misma comunidad de chimpancés que hemos estudiado aquí también aparece en la serie documentalChimp Empire(Imperio chimpancé), disponible en una de las más populares plataformas de visionado enstreaming.

Referencia:

Wood, Brian et al. “Demographic and hormonal evidence for menopause in wild chimpanzees”. Science (2023)


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