Juan Rivera •  Opinión •  15/09/2017

Cataluña/ España-España/ Cataluña: 1-O

El título suena a crónica mala de partido de fútbol plomizo, en el que no es seguro que gane algún equipo – si lo hace será de penalti injusto- pero sí existe la certeza de que tod@s perdemos. Hace años que los contendientes se mimetizaron con las camisetas cuatribarrada con estrella y rojigualda y solo saben silbar. Una grada a Piqué ( aprobación sin garantías de la Ley del Referéndum p.e. ) y la otra a Ramos ( anulación del Estatuto aprobado por el Parlament, p.e.), cada vez que tocan el balón.

Los contendientes encerrados en su área tienen como única estrategia el patadón hacia el campo contrario. Eso sí unos fiándose en que tienen comprados a los arbitros ( tribunales varios) a favor de las tesis centralistas y los otros en que el “dopaje” sobrevenido gracias a la inyección proveniente de la Generalitat terminará decantando la balanza.

Vaya por delante una vez más a fuerza de ser cansino lo ya expresado en otras ocasiones: creo en el derecho de Autodeterminación. Lo que hoy es un nudo gordiano podía haberse solucionado convocando un referéndum con todas las garantías y permitiendo a la Ciudadanía catalana pronunciarse sobre su futuro. La iniciativa puesta en marcha por el Parlament catalán ( el sí del 1.966.508 ciudadanos representados por Junts pel Si y la CUP frente al no de los  votantes-1.608.840- de PP,C’s, PSC y la abstención de los 367.613 de Catalunya si que es Pot da una fractura social casi al 50%) no tiene esas garantías por la opacidad en su tramitación, el filibusterismo, el hurto del debate y las triquiñuelas empleadas

A los que hemos crecido con el soniquete de que cualquier idea se podía defender siempre que se hiciese sin violencia (alusión directísima a lo que entonces representaba el mundo de ETA) nos han resultado demenciales las trabas puestas desde Madrid a las propuestas de reforma del Estatut o a los acuerdos votados en el Parlament. La única coartada podría ser el intento de controlar el amplísimo sector franquista que anida en el seno del PP y en su marca naranja. La única explicación es que se buscaba el conflicto.

Y desde el punto de la lógica sabemos que difícilmente se puede mantener una relación, sea sentimental, laboral o política, cuando una de las dos partes no quiere. O , como en Cataluña, cuando a los dos extremos/ plancha les importa un bledo el deterioro de la convivencia o los daño colaterales originados.

Este artículo no pretende enfocar otra vez un conflicto que -desde el Colectivo y FCSM- seguimos con sumo interés. Sólo rescatar algunos aspectos hoy solapados por el ruido de los exabruptos. Para intentar explicarme recurro a algunos ejemplos:

– A medida que se acerca el 1-O los razonamientos desaparecen. Se cuenta que los Inuit son capaces de ver decenas de matices al color blanco. Aquí el reduccionismo y la pereza mental heredera del “que inventen ellos” hace que una gran parte de la sociedad, cuya cabeza está más ocupada en embestir que en razonar, sólo tenga en su escala cromática el “ blanco” (su postura) y el “negro” ( la contraria).

– No existe una España pétrea y sin fisuras. Tampoco existe una Cataluña similar. La sociedad es -siempre lo ha sido- plural. Y tirando del hilo de la Historia encontramos espejos en los que nos gustaría mirarnos al lado de otros sacados del callejón del Gato. Los que reflejaban la deformidad conocida como esperpento.

– Cataluña bebe del movimiento obrero combativo y organizado en la Solidaridad Obrera (réplica proletaria al invento burgués de Solidaridad Catalana), el arrojo las columnas libertarias, la apuesta de Layret por los perseguidos, la dignidad de Companys frente al paredón en Montjuich, las lágrimas de la derrota al dejar Portbou de quienes saben que les espera un largo exilio o la valentía e inteligencia del PSUC para encuadrar en el Antifranquismo a la parte más lúcida y combativa de la sociedad. Pero en el reverso de la moneda lleva el pistolerismo de la patronal, el andén lleno de hombres de orden vitoreando las gónadas del dictador  Primo de Rivera mientras marcha a Madrid para ponerse al frente del Directorio, el Somatén donde han terminado recalando las visiones más retrógradas del carlismo agrario, el integrismo de Balmes, la demagogia del cordobés Lerroux en su cenit como emperador del Paralelo ( hoy estaría satisfecho con su epígono de Ciudadanos), la adhesión pública de Cambó a Franco, los Plá y Dalí de turno haciendo el “cursus honorum” que les permita medrar en la sangrienta Dictadura, el industrial abrazando al terrateniente del Sur porque proporcionará mano de obra barata huyendo de “la hambre” por ellos creada…Y Samaranch, vestido primero de procurador en Cortes falangista y luego de “demócrata toda la vida” paseando por sus dominios del Ensanche. De ahí la necesidad del matiz. Cuando se habla “en nombre de Cataluña”, ¿qué tono de blanco, gris o negro se está eligiendo?

– Si la memoria no me falla ( circunstancia nada improbable, puede que sea una ensoñación) quiero recordar una entrevista radiofónica de hace muchos años en la que escuché a Lluis Llach decir que si la “Patria” no significa “Pueblo” y éste no significa “Persona”, estamos hablando de conceptos vacíos. Por eso cuando se intenta poner en pie una nueva “Nación” no puedo dejar de pensar en el paisaje desolado que puede construirse en todo el cinturón industrial barcelonés.

– Al Movimiento de Liberación Nacional Vasco (ojo, la definición no es mía sino palabra del excelso patriota Aznar) le faltó el apoyo de algún sector de la gran burguesía que habita en Neguri -Guecho. El que sí parece tener su equivalente catalán en Sant Gervasi-Pedralbes-Bonanova y le permitiría “Fem País”. Si la clase que históricamente transformó en desorden el conflicto social y la pobreza y llamó para reprimir cualquier atisbo de protesta al ejército español apuesta por la salida independentista , es porque no siente cuestionados sus privilegios y está segura de que en la futura nación no sufrirá merma alguna. En la nueva Cataluña no habrá espacio, como no lo ha habido en la vieja, para políticas sociales como las que la CUP propone. La alternativa por la Izquierda nace castrada (para empezar a “ hacer patria” recomiendo volver a ver la película de Loach “El viento que agita la cebada”). La máxima concesión de la “realpolitik” a la distensión va a ser intentar negociar con la Liga Profesional de Fútbol para que el Barça y el equipo anteriormente llamado Espanyol sigan en la Liga Santander

– Surge un nuevo concepto ¨fashion”: al patriota español de pulserita en la mano y cuenta sin declarar en Suiza se le contrapone el patriota con “seny” de barretina en la cabeza y cuenta sin declarar en Suiza. Queda por dilucidar quién debe ceder el sitio a quién cuando coincidan en la cola del UBS para retirar a otros paraísos fiscales el dinero que permitirá pagar el internado de los retoños que comparten habitación en el campus de un College estadounidense. Eso sí, uno tiene en la pared la bandera con el toro de Osborne y otro la senyera con el burro del Ampurdán

– Barcelona no es la ciudad “con más de un millón de cadáveres en la que a veces yo me revuelvo, ni en ella tampoco se arrastra ninguna mujer con la alcuza en la mano”(Dámaso Alonso), sí es la capital poliédrica en la que al 11 de septiembre de 1714 siguió un 12 de septiembre que permitió al herido “conseller en cap” Rafael Casanova recuperar su oficio de abogado y morir plácidamente en Sant Boi 29 años después.

– O la urbe cosmopolita que cuando define al padre de la patria Jordi Pujol no sabe si dibujarlo como el activista que en 1960 en el Palau de la Música impulsa el Cant de la Senyera, y las octavillas Us presentem al general Franco (“Os presentamos al general Franco”), que le cuestan una condena a siete años de cárcel en un Consejo de Guerra (de los que cumple tres) o como al decrépito anciano que acompañado por toda la familia muestra su voracidad acumulando en Andorra millones de euros producto de la rapiña y corrupción.

– Reviviendo los mejores tiempos del Oscurantismo, no hace falta ofrecer 72 huríes para movilizar a la Ciudadanía, basta con ofrecer el “ paraíso nacional “ a la vuelta de la esquina.

-Sobran los histrionismos. A quienes reivindicamos el derecho de los parlamentarios de Unidos Podemos a llevar camisetas en el hemiciclo pidiendo justicia para el caso Couso o la libertad de Andrés Bódalo, nos parece patético que una diputada de Podem quite las banderas monárquicas puestas por el PP. Las banderas se dejan y a la vez se le recuerda al grupo de la derecha extrema la suerte que tienen de poder expresarse en libertad, frente a los miles de ciudadanos que no pueden hacerlo » gracias» a la Ley Mordaza que su partido impuso.

– Para el trabajador precario, la camarera que sirve copas a tres euros la hora, las “Kellys” que se desloman para hacer las habitaciones suficientes que permitan un salario medio digno o el universitario sin futuro, ¿qué diferencia hay entre el diseño económico de Rajoy o Puigdemont? Fuera del acento, ¿qué diferencia podemos establecer entre la explotación de unos y otros?

– Los que apoyamos el derecho a decidir pero nos negamos a secundar las tropelías que se hacen en nombre del mismo, tenemos una difícil papeleta. Si participas en el referéndum corres el riesgo de legitimar a los corruptos del 3%, caso Palau, Adigsa,ITV…Si no lo haces van a querer convertir tu abstención en un apoyo a la Gürtel, montajes del CNI, a la reforma del artículo 135 de la Constitución, al “Luis se fuerte”, a los verdugos asesinos que poblaron las cunetas de cadáveres…En ambos caso, parodiando a la impresentable vicepresidenta Saénz de Santamaría, estamos condenados a pasar una extraordinaria “vergüenza democrática”.

– Las revoluciones de 1848 demostraron que la burguesía es capaz de utilizar al movimiento obrero como mano de obra desechable para combatir a la nobleza y luego acallar sus peticiones a golpe de fusil. Cuando se intentan envolver en el manto de Pi y Margall, político honesto y como tal ”rara avis” ( parangonable a los Marcelino Camacho, Julio Anguita y pocos “limpios” que en la España del XIX-XXI han sido) suelen olvidar que el republicano federal catalán fue el introductor del pensamiento de Proudhon y su axioma “La Propiedad es el robo” mientras que para los herederos de Cambó ésta es sacrosanta. Ojo al matiz.

El cenagal nos ha envuelto. Los mediocres como ese gallego del que no sabemos si sube o baja o ese gerundés del que no sabemos si antepondrá la idea a la “pela” han conducido los trenes hasta el terreno donde el choque haga más daño, aunque cuidando de dejar un resquicio abierto que les permita apearse. Resultaría gratificante, si no fuese por la carga de bilis y odio que se va acumulando en dos polos, contemplar como se rasgan las vestiduras ante la «insumisión» independentista los mismos que han patrocinado y jaleado hasta hace unos días las guarimbas violentas orquestadas por una Asamblea que tampoco tenía esas competencia, contra el gobierno legítimo de Venezuela. Dibuja un suave guiño de «justicia poética».

Los desalmados han pelado cables de alta tensión y están dispuestos a arrojarlos a la muchedumbre sin preocuparles cuantas personas puedan achicharrarse. El futuro puede venir preñado de nubes negras.

Por eso, cuando la oscuridad parece envolverlo todo es necesario parodiar a Brassens y gritar a pecho descubierto que “la cuestión nacional” venga esta de Moncloa o del Palau de la Plaza de San Jaime “nunca nos supo levantar”. Recomendaban los jesuitas que en tiempos de turbación no deben hacerse mudanzas.

Lo dicho. Hoy más que nunca “Proletarios de todos los países, Uníos”.

* Colectivo Prometeo

FCSM


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