Redacción •  Actualidad •  03/04/2024

Barrios Hartos se solidariza con las trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio acampadas en Plaza Nueva (Sevilla)

Barrios Hartos, con el Servicio de Ayuda a Domicilio en Sevilla y en apoyo a la protesta iniciada por el colectivo, de más de 3000 trabajadoras, acampando en Plaza Nueva.

Acto informativo a las 7 de la tarde en el Centro Cívico «La Plata» (distrito Cerro-Amate, Sevilla).

Entendemos, compartimos y defendemos la principal demanda de las trabajadoras: el servicio debe ser municipalizado y funcionar bajo su propio control. Los intermediarios sólo están para lucrarse sin correr ningún riesgo, porque cuando la administración falla en algún pago, ellos simplemente dejan de pagar. Es necesario que el dinero público vaya íntegramente a quienes trabajan, lo cual generaría más empleo y con derechos.

Barrios Hartos se solidariza con las trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio acampadas en Plaza Nueva (Sevilla)

Comunicado

Como plataforma presente en los barrios obreros, somos testigos directos de cómo los servicios asistenciales a las personas mayores más necesitadas de ayuda no cubren una ínfima parte de la demanda. Denunciamos junto a las trabajadoras, en lucha por la dignificación del sector, que las administraciones públicas son auténticamente cómplices de una situación que tiene como grandes beneficiados a un sector de empresas cuya única función es recibir fondos públicos, contratar a mujeres (el 97% de la plantilla) y someterlas a condiciones extremadamente precarias de empleo y salud en el trabajo.

José Luis Sanz, el alcalde de la ciudad, está tratando de ignorar la demanda de las trabajadoras, queriendo simular que se trata de un problema laboral. Desde Barrios Hartos, subrayamos que se trata de un asunto puramente político, y que esta lucha precisamente lo está señalando a él como responsable y cómplice necesario. Son más de 3.000 trabajadoras afectadas por condiciones inaceptables.

Estas compañeras, la mayoría vecinas de nuestros barrios, tienen cronometrado al minuto un trabajo tan sensible como es el cuidado de las personas con grados de dependencia, en su mayoría personas de avanzada edad, con dolencias más o menos severas, muchas con fuertes discapacidades. Lo último que necesitan son prisas. Sin embargo, las empresas privadas del sector sólo ven en la actividad una mercancía más que vender a las administraciones, tratando de minimizar costes y presentar cantidad de “servicios”.

Esta situación se agrava con lo precario de las cuantías públicas dedicadas a este derecho. Mientras en Europa de media se dedica 1,5% del PIB a las personas dependientes, en España no llega ni al 1%. En el territorio estatal cada hora mueren casi 4,7 personas dependientes sin que se les haya concedido la prestación que les correspondía, y una de ellas (21%) está en Andalucía (con un 18% de la población estatal). Más de 550 días pasan hasta que un solicitante puede acceder a este servicio, esencial para vivir. Estos índices se recrudecen en los barrios obreros, donde normalmente las reducidas pensiones no alcanzan para pagar una asistencia privada.

Sin embargo, todo esto tiene una cara que se oculta. Empresas como Clece, DomusVi, Sacyr Social, Asispa, Suara Cooperativa y otras, que a su vez subcontratan con empresas de perfil más bajo, son las que se están lucrando de este negocio. Mientras las administraciones pagan de media 15,45 € / hora a las empresas, estas sin poner ningún recurso extra, pagan a las trabajadoras 5 o 6 euros, a cambio de horarios flexibles, festivos, etc. Es decir, cada una de las trabajadoras que acuden a los domicilios de nuestros barrios están todo el día en la calle, de casa en casa, por un salario muchas veces por debajo del SMI. A ello hay que sumarle que las dolencias producidas por el trabajo que realizan ni siquiera se reconocen como enfermedad laboral. Esta realidad es escamoteada por “el sector” con trucos diversos y sobre todo aprovechándose de las altísimas tasas de paro entre las mujeres y la precariedad de los ingresos de las familias obreras.

Entendemos, compartimos y defendemos la principal demanda de las trabajadoras: el servicio debe ser municipalizado y funcionar bajo su propio control. Los intermediarios sólo están para lucrarse sin correr ningún riesgo, porque cuando la administración falla en algún pago, ellos simplemente dejan de pagar. Es necesario que el dinero público vaya íntegramente a quienes trabajan, lo cual generaría más empleo y con derechos.

Por ello, desde Barrios Hartos saludamos y nos solidarizamos con su lucha, que es la de todas las familias trabajadoras contra la mercantilización de un derecho. En esencia es la misma política privatizadora que sigue la Junta con la Sanidad y la Educación públicas. Denunciamos que el Gobierno andaluz actúa como un gestor general de negocios privados que va a la caza de beneficios a costa de la población.

Barrios Hartos está en lucha contra la precariedad de la vida en los barrios obreros: desde el abandono general por parte del Ayuntamiento en todos los terrenos (limpieza, espacios deportivos, instalaciones públicas) hasta la obsoleta red eléctrica que tantos problemas cotidianos genera. Desde nuestra plataforma no podemos hacer otra cosa que apoyar en todo lo que podamos a estas compañeras, porque su lucha, además de ser justa, es por el bien común.

Este miércoles a las 19.00h estaremos con ellas, y algunas delegadas de CGT, en un acto Informativo en el Centro Cívico “La Plata”, dando detalles del modus operandi de estas empresas meramente intermediarias que se apropian de la vida de las personas, de sus derechos, desfalcando además los fondos públicos.


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