Plataforma La Tortura No Es Cultura (LTNEC) y Animal Guardians •  Redacción •  Actualidad •  11/09/2019

La Tortura No Es Cultura y Animal Guardians denunciarán a San Sebastián de los Reyes por infracciones muy graves durante becerrada

  • De acuerdo con las organizaciones no se ajustó a la Ley y Reglamento que regulan los espectáculos taurinos y el presidente de la lidia debería haber actuado al respecto.
  • Los pequeños becerros recibieron un maltrato excepcional, llegando a clavarle a uno de ellos la banderilla en la cabeza, entre otras terribles irregularidades.
  • La presencia de personas ajenas a la lidia fue constante en las gradas y en la arena, entre ellas numerosos niños y niñas, en contra de la directriz del Comité de los Derechos del Niño de la ONU en este sentido.
La Tortura No Es Cultura y Animal Guardians denunciarán a San Sebastián de los Reyes por infracciones muy graves durante becerrada

Las organizaciones de protección animal Plataforma La Tortura No Es Cultura (LTNEC), que reúne a 47 organizaciones y Animal Guardians, organización internacional con presencia en España, Latinomérica, Estados Unidos y Asia, denunciarán a los organizadores y promotores de la becerrada ocurrida el pasado 27 de agosto en el marco de las festividades de honor al Santísimo Cristo de los Remedios, ante una plaza prácticamente vacía. La noticia se interpondrá ante la Dirección General de Justicia y Seguridad de la Comunidad de Madrid.
 
De acuerdo con las entidades denunciantes, se solicitará que se aplique un procedimiento sancionador, con determinación de responsabilidades, por los hechos expuestos, documentados, acreditados y normativamente sancionables por constituir infracciones administrativas graves y/o muy graves.
 
De acuerdo con el jurista de las organizaciones, José P. Cubells, “La becerrada no se ajustó a lo que determinan la Ley y el Reglamento que regulan los espectáculos taurinos: se maltrató y vejó a las reses; probablemente participaron personas ajenas a las cuadrillas o no habilitadas y se hizo un uso antirreglamentario de las banderillas, ante otras irregularidades. Ante esta situación, el Presidente debería haber parado la lidia, especialmente en el caso del becerro que llevaba una banderilla (arpón de 4 cm) clavada en la cabeza. La crueldad de utilizar con becerros hasta 4 banderillas reglamentarias (las mismas que se usan con los toros adultos) y sacarlas después malheridas y agonizantes con destino al matadero, es intolerable.”
 
Según afirma el letrado, hay claros indicios de infracción de la Ley 10/1991, en sus artículos 10, 15 y 16, así como del Real Decreto 145/1996, en sus artículos 25, 37, 40 y 70. (Ver leyes abajo)
 
La Tortura No Es Cultura y Animal Guardians aportan un vídeo en el que se puede observar el terrible castigo al que fueron sometidos los jóvenes animales. Las banderillas normalmente utilizadas en toros adultos, con arpones de 4 cm de longitud, laceraban los cuerpos de los becerros que se retorcían de dolor y desesperación, especialmente uno de ellos que recibió el arpón en la cabeza.

También se puede observar a un menor entre los que martirizaban los animales, clavándole banderillas aun becerro.

La presencia de menores en las gradas y en la arena fue numerosa, lo que contradice la recomendación del Comité de los Derechos del Niño de la ONU que el año pasado urgió al estado español a proteger a los menores de 18 años de los perjuicios físicos y mentales que la violencia de la tauromaquia puede causarles. El CDN es la máxima autoridad en materia de infancia, y España debe seguir sus directrices al ser este el órgano que vela por el cumplimiento de la Convención de los Derechos de Niño que España ratificó en noviembre de 1990

“De las actividades realizadas para niños durante las fiestas de San Sebastián de los Reyes este año, 14 estaban relacionadas con la tauromaquia, incluyendo esta sangrienta becerrada y solo 7 no lo eran. Lo que estamos viendo en San Sebastián de los Reyes es una vulneración del derecho del niño a vivir en un entorno libre de violencia, un adoctrinamiento de nuestros niños y niñas en la tortura de animales como entretenimiento, ignorando el interés superior del menor. Algo que se hace en beneficio de un negocio decadente y sangriento que les enseña a ignorar la compasión natural que sienten por los animales y regocijarse en una violencia extrema ejercida por mera diversión”, afirma Marta Esteban de Animal Guardians y añade: “Se trata de una vulneración de los derechos del niño a un entorno libre de violencia, realizada para beneficio de unos pocos y con el dinero de todos.”


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