Manlio Dinucci •  Opinión •  19/04/2022

Todo estaba escrito en el plan de la Rand Corporation

Todo estaba escrito en el plan de la Rand Corporation

El plan estratégico de Estados Unidos contra Rusia fue elaborado por la RAND Corporation hace ‎‎3 años [1].‎

La RAND Corporation, cuyo cuartel general está ubicado en Washington, es una «organización ‎mundial de investigación que desarrolla soluciones para los desafíos políticos» y dispone de un ‎verdadero ejército que cuenta 1 800 investigadores y otros especialistas reclutados en 50 países. ‎Los miembros de ese personal hablan 75 idiomas y están distribuidos en oficinas y otras sedes ‎secundarias en Norteamérica, Europa, Australia y la región del Golfo Pérsico. La RAND ‎Corporation tiene personal estadounidense en más de 25 países. ‎

La RAND Corporation, que se autocalifica como una «organización no lucrativa y no partidista», ‎está oficialmente financiada por el Pentágono, el US Army [las fuerzas terrestres de ‎Estados Unidos], la US Air Force [la fuerzas aérea de Estados Unidos] y la «comunidad de ‎inteligencia» estadounidense [las llamadas «agencias de seguridad nacional», como la CIA] y ‎por poderosas organizaciones “no gubernamentales”. ‎

La RAND Corporation se jacta de haber contribuido a elaborar la estrategia que permitió a ‎Estados Unidos salir de la guerra fría como vencedor, forzando la Unión Soviética a dedicar ‎cuantiosos recursos al extenuante enfrentamiento militar. Ese es el modo de acción que inspira ‎el nuevo plan concebido contra Rusia en 2019 y presentado bajo el título «Overextending and ‎Unbalancing Russia», que plantea como estrategia imponer a Rusia un despliegue excesivo para ‎desequilibrarla y destruirla [2]. Esas son las líneas directivas fundamentales que se exponen en el plan ‎de la RAND Corporation y en ese sentido ha venido actuando Estados Unidos durante los últimos ‎años. ‎

Ese plan estipula que, ante todo, Rusia debe ser atacada por su flanco más vulnerable: su ‎economía fuertemente dependiente de la exportación de gas y petróleo. Para ello se recurre a ‎las sanciones comerciales y financieras y, al mismo tiempo, se busca lograr que Europa occidental disminuya ‎su importación de gas ruso, reemplazándolo por el gas natural licuado (GNL) estadounidense. ‎

En el plano ideológico e informativo se estimulan las protestas internas en Rusia mientras que ‎se busca socavar la imagen de ese país en el exterior. En el plano militar, se maniobra para que ‎los países europeos miembros de la OTAN aumenten sus presupuestos de defensa dirigiéndolos ‎contra Rusia. ‎

De esa manera, Estados Unidos multiplica sus posibilidades de éxito, al mismo tiempo que sus ‎ganancias, con riesgos moderados e invirtiendo principalmente en bombarderos estratégicos y ‎misiles de largo alcance dirigidos contra Rusia. El despliegue en Europa de nuevos misiles ‎nucleares de alcance intermedio garantiza altas probabilidades de éxito pero también implica grandes riesgos. ‎

Calibrando cada opción para obtener el efecto deseado –concluye la RAND Corporation– Rusia ‎tendrá que pagar el más alto precio en la confrontación con Estados Unidos… pero el mismo Estados Unidos y sus aliados se verán obligados a invertir grandes recursos que tendrán que sustraer a otros ‎objetivos. ‎

En el marco de toda esa estrategia, la RAND Corporation preveía –en 2019– que «proporcionar a ‎Ucrania ayudas letales explotaría el punto más importante de vulnerabilidad externa de Rusia, pero ‎todo aumento de las armas y de la consejería militar que Estados Unidos proporcione a Ucrania ‎tendría que ser metódicamente calibrado para imponer costos a Rusia sin provocar un conflicto ‎mucho más amplio en el cual Rusia, a causa de la proximidad, tendría ventajas significativas». ‎

Es precisamente ahí, en lo que la RAND Corporation llama «el punto más importante de ‎vulnerabilidad externa de Rusia» que se podría explotar armando a Ucrania de manera ‎‎«calibrada para imponer costos a Rusia sin provocar un conflicto mucho más amplio», donde ‎se ha producido la ruptura. ‎

Atrapada en una tenaza política, económica y militar que Estados Unidos y la OTAN cerraban ‎cada vez más –lo cual hacían ignorando las repetidas advertencias y propuestas de negociaciones ‎emitidas por Moscú–, Rusia reaccionó finalmente emprendiendo la operación militar que ya ‎ha destruido en Ucrania más de 2 000 estructuras militares erigidas y controladas en realidad ‎no por los gobernantes de Kiev sino por los mandos de Estados Unidos y la OTAN. ‎

El artículo que, hace 3 años, presentaba el plan de la RAND Corporation terminaba con la ‎siguiente frase: ‎

«Las “opciones” previstas en el plan en realidad son sólo variantes de la misma ‎estrategia de guerra, cuyo precio en términos de sacrificios y de riesgos pagamos todos»‎

El hecho es que quienes estamos pagando ese precio somos nosotros, los pueblos europeos. Y ‎seguiremos pagándolo –cada vez más caro– si seguimos aceptando el papel de peones ‎sacrificados en la estrategia de Estados Unidos y la OTAN. ‎

Manlio Dinucci.

8 de marzo de 2022.

Fuente: Il Manifiesto (Italia).

Notas

[1«Cómo acabar con Rusia, según la ‎Rand Corporation», por Manlio Dinucci, ‎‎Il Manifesto (Italia), Red Voltaire, 22 de mayo de 2019.

[2Overextending and Unbalancing Russia, James Dobbins, Raphael S. Cohen, Nathan Chandler, Bryan Frederick, Edward Geist, ‎Paul DeLuca, Forrest E. Morgan, Howard J. Shatz y Brent Williams, RAND Corporation, abril ‎de 2019. Ver también los detalles de ese plan en Extending Russia: Competing from ‎Advantageous Ground, Raphael S. Cohen, Nathan Chandler, Bryan Frederick, Edward Geist, Paul DeLuca, Forrest ‎E. Morgan, Howard J. Shatz y Brent Williams, RAND Corporation, 25 de mayo de 2019. ‎Ambos informes fueron presentados a la Cámara de Representantes de Estados Unidos el 5 de ‎septiembre de 2019.


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