Redacción •  Actualidad •  23/03/2022

Silvestrismo: la cruel práctica prohibida por la que se manifestaron los cazadores el 20M

Las capturas con pegamento, trampas o redes son las formas más utilizadas por los furtivos, que siguen encontrando un nicho de mercado en páginas de internet de productos de segunda mano. Además, lo hacen sin demasiadas precauciones, tal y como se ha documentado recientemente en un artículo de ElDiario.es en el que se explicaba el lenguaje en clave utilizado y las transacciones necesarias para hacerse con estos animales después de una investigación.

Silvestrismo: la cruel práctica prohibida por la que se manifestaron los cazadores el 20M

Madrid, 23 de marzo de 2022 – El domingo 20 de marzo se manifestaron en Madrid múltiples colectivos bajo el nombre «mundo rural». Concepto este que, para muchos, se ha convertido en algo indeseable y muy lejano a lo que debería ser en vistas al desesperanzador futuro que le espera si no incorporan una actitud de reedificación inmediatamente. En este conglomerado de representantes totalmente dispar se escucharon múltiples voces a favor de una modalidad de caza prohibida por la Unión Europea desde el año 2018: el silvestrismo o el cautiverio de aves cantoras nacidas en libertad. 

El Partido Animalista PACMA explica que, dentro de todos los cambios que hay que introducir en el mundo rural para adaptarlo a los requisitos culturales, sociales y económicos contemporáneos, existen algunas prácticas especialmente repudiadas que se siguen manteniendo ilegalmente e, incluso, reclamando su derecho a practicarse como si de un simple hobby se tratase.

Es el caso de la modalidad de caza de aves silvestres; como su propio nombre indica: el silvestrismo. Esta actividad consiste en la captura, a través de varios métodos también ilegalizados, de determinadas especies de pájaros cantores (principalmente jilgueros, canarios y verderones) para enjaularlos, amansarlos, reproducirlos y venderlos a quienes quieran tener cánticos en su domicilio o bien para concursos de canto.

Privación de libertad para las aves

Esta práctica está prohibida en España después de que, en el año 2018, el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea determinase que las modalidades de captura de estos animales tenían un alto nivel de perjuicio a otras especies, siendo algunas de estas protegidas. Además, según el TJUE, «la preservación de las actividades tradicionales de caza no puede constituir una excepción al régimen que protege a la avifauna en la Unión Europea y que se consagra en la Directiva de Aves».

A pesar de los constantes intentos de revocación de la prohibición y de propuestas de partidos políticos como Ciudadanos o Vox, que aprobaron en 2021 una moción «en defensa de la caza de pájaros por su canto» alegando que su prohibición fue un ataque por parte de la Unión Europea hacia dicha actividad y que querían marcar hasta el canto de los pájaros, esta modalidad de caza continúa impracticable en España.

Otras entidades, como la Plataforma en Defensa del Silvestrismo, han fracasado también en su intento de aportar lo que denominan «estudios científicos» que supuestamente «revelan las deficiencias técnicas, científicas y jurídicas del Dictamen de la Comisión Europea motivado en el marco del Expediente de Infracción aplicado a España por parte de la UE en el caso del Silvestrismo».

A este respecto, el presidente del Partido Animalista PACMA, Javier Luna, ha criticado una de las peticiones más llamativas que se pudieron escuchar el pasado 20M en Madrid. Fue emitida en un discurso del presidente de la Real Federación Española de Caza, Manuel Gallardo, en pleno apogeo: «ya basta de un Gobierno cobarde, entregado a los ecologistas y a los animalistas (…) Nos quieren prohibir la tórtola, el silvestrismo, la caza en Parques Nacionales y hasta la caza de la perdiz roja, pero entre todos no se lo vamos a permitir», declaró Gallardo.

«El silvestrismo no se puede prohibir en España porque ya está prohibido aunque, si se pudiera, estoy seguro de que los españoles lo prohibirían las veces que hiciera falta», sostiene Luna; «de todas las modalidades de caza, esta es una de las más crueles; los métodos que se utilizan para hacerse con los pajarillos les producen lesiones en sus frágiles huesos y no son selectivos, es decir, afectan y perjudican a todo tipo de aves, incluso las protegidas«.

Foros y sitios web para «silvestristas sin complejos»

Las capturas con pegamento, trampas o redes son las formas más utilizadas por los furtivos, que siguen encontrando un nicho de mercado en páginas de internet de productos de segunda mano. Además, lo hacen sin demasiadas precauciones, tal y como se ha documentado recientemente en un artículo de ElDiario.es en el que se explicaba el lenguaje en clave utilizado y las transacciones necesarias para hacerse con estos animales después de una investigación.

En dichas conversaciones se hablaba del «amansamiento«, el «alpistado» (que consiste en la adaptación de un ave silvestre al suministro artificial de alimento), las capturas «de paso» (de las aves que se encuentran en proceso de migrar y se cazan en campo abierto) y los comportamientos estereotípicos que les llevan a golpearse contra los barrotes, hacerse graves heridas o, incluso, morir en el proceso de cautiverio tras fallos cardíacos al ser manipulados.

Si bien la condición de anillamiento de estos animales sería la clave para poder distinguir entre las aves criadas en cautiverio «legales» y las capturadas de forma ilegal, los silvestristas también comparten en foros sus conocimientos sobre cómo luxar los dedos de las aves para insertarles la diminuta anilla y burlar los controles.

El Partido Animalista denuncia la existencia de páginas web que ensalzan esta modalidad de caza ilegal y que, incluso, venden sin ningún tipo de pudor productos para practicarla tales como redes de libro, pegamentos, arbolillos artificiales, jaulas, educadores insonorizados o reclamos.


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