Redacción •  Cultura •  03/12/2023

España se queda sin su “Chica ye ye”, Concha Velasco

  • Rostro imprescindible del teatro, cine, música y televisión, el deceso de Concha Velasco dejó hoy a España sin su “Chica ye ye”, musa de La verbena de la Paloma y figura muy querida.
España se queda sin su “Chica ye ye”, Concha Velasco

Nacida en Valladolid el 29 de noviembre de 1939, acusando una larga enfermedad, ha fallecida escasos días después de cumplir los 84 años, dejando un vacío enorme en el ámbito artístico español que reaccionó con sentidos mensajes de pesar, al igual que la clase política.

Fue apodada la “Chica ye ye”, a partir de una canción que acrecentó su fama, compuesta por Augusto Algueró y Antonio Guijarro, e interpretada en la película Historias de la televisión (1965).

La actriz compartió escena con grandes de la comedia española, como Alfredo Landa, José Luis López Vázquez, Antonio Ozores y con la italiana Gina Lollobrigida, en películas como La colmena, Más allá del jardín, Esquilache, La decente, Los gallos de la madrugada o París-Tombuctú, recibiendo en 2012 el Premio Goya Honorífico por su trayectoria.

Su muerte ha causado una oleada de reacciones de condolencia en el ámbito cultural y artístico, así como desde el ámbito sindical, dada su menos conocida faceta como miembro de CCOO durante la transición, cuando el gremio de actores peleaba por el reconocimiento de unos derechos laborales que durante los años del régimen franquista esquivaba a los artistas.

El secretario general de CCOO, Unai Sordo, recordaba el papel central de Velasco en la huelga de actores de 1975, cuando, junto al actor Juan Diego, impulsaron la reivindicación tras su despido de la representación teatral de La Llegada de los Dioses en el Teatro Lara de Madrid.

«Una mujer comprometida desde aquella huelga de actores y actrices, en febrero del año 75», reconocía Sordo.

Igualmente, Mujeres de CCOO Madrid, homenajeaba a la actriz por su militancia activa en el sindicato. «Los actores somos unos trabajadores con unas necesidades humanas iguales que las de cualquier trabajador del Metal o de la Construcción», decía en aquellos años Velasco defendiendo su sindicalismo.


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