25/08/2020

Irak: ¿llegó la hora de expulsar a EEUU y derrotar el terrorism

Irak: ¿llegó la hora de expulsar a EEUU y derrotar el terrorism

Es hora de que se materialice la salida de las fuerzas de EE.UU., como “tropas de ocupación”, y de que Irak aproveche la oportunidad confiando en la Resistencia.

Como ya es conocido, el Parlamento de Irak aprobó el 5 de enero una resolución solicitando al Gobierno cancelar la solicitud de asistencia de EE.UU. y poner fin a la presencia de sus fuerzas,  en respuesta al asesinato del Comandante del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, y del subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi), Abu Mahdi al-Muhandis, y de otros militares iraníes e iraquíes.

Sin embargo, dicha medida después de siete meses no ha sido implementada especialmente porque las autoridades estadounidenses han dicho claramente que no se retirarán hasta que ellos lo decidan y, de obligarlos, habrá más sanciones gruesas como un bloqueo inmisericorde a nivel económico principalmente para provocar un deterioro en la calidad de vida de la población, por ende, desestabilizar a la nación. El Gobierno iraquí ha permanecido mudo y no ha implementado la agenda de retirada.

Por tanto, es necesario analizar cuales son las probabilidades de materializar dicha salida con el fin de derrotar al extremismo de Daesh y Al-Qaeda, apoyados por Washington.

Al respecto, hay que analizar seis hechos:

Primero, la explosión en Beirut causada probablemente por un misil sionista, demuestra claramente la lección: cuando la resistencia se debilita o duda, las acciones de los enemigos de la paz y el desarrollo de los pueblos causan más tragedias.

Hasta este momento se ha demostrado que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, señaló exactamente el lugar donde fue la explosión el 27 de septiembre de 2028 en la Asamblea General de la ONU, acusando erróneamente a Hezbolá de tener explosivos ocultos; de inmediato que fue la explosión toda la prensa mediática occidental culpó al Gobierno por su negligencia exigiendo su renuncia sin investigación alguna; la primera explosión ocurrió a las 18.08 p.m. y luego la segunda en forma de hongo atómico un minuto después, en forma similar a las pruebas sionistas en Siria meses antes; se sabe que el fertilizante nitrogenado no produce explosiones de tal envergadura, datos objetivos que conducen a conclusiones posibles relacionadas con un ataque efectivo.

Segundo, los movimientos de Resistencia han dejado en claro que tratarán a las fuerzas estadounidenses como tropas de ocupación y pondrán fin a la presencia militar estadounidense en suelo iraquí recurriendo a todos los medios a su alcance, incluido el militar. No obstante, aún no se ve una coordinación entre el ejército iraquí y estos sectores para presionar al Parlamento y hacer efectiva la demanda después de tantos meses.

Tercero, se ha desatado una serie de ataques contra instalaciones iraquíes este mes, entre ellas, el aeropuerto de Bagdag y la base aérea de Balad, que sólo causan confusión e incertidumbre pues no se sabe exactamente el objetivo y su autor, lo que genera una sensación de caos que fortalece a las fuerzas anárquicas pro USA. Washington ha realizado graves señalamientos contra las Unidades de Movilización Popular de Irak.

Cuarto, en Siria cada vez más se unen fuerzas al presidente, Bashar al-Assad. La tribu Albu’assi en la gobernación de Al-Hasaka anunció su completa disposición para unirse a las tribus Al-Akidat y Al-Baggarah en su lucha contra las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y EE. UU. en el campo de Deir Ezzor. Entretanto, el Gobierno de Damasco resalta que, en cuanto se produzca la liberación de la provincia noroccidental de Idlib (último bastión terrorista), el Ejército sirio acabará con la ocupación estadounidense, finalizará contratos ilegales entre piratas, lo que fortalecerá los Movimientos de Resistencia iraquíes.

Pese a todo, el Gobierno iraquí sigue permitiendo el fortalecimiento de las tropas invasoras las que trasgreden las fronteras sirias sin ningún obstáculo.

Quinto, la campaña mediática occidental sobre Irak (similar a El Líbano), ‘al borde de una explosión social’, marca una advertencia clara y de no leerla el Gobierno iraquí deberá asumir los costos ya que el sufrimiento de años con problemas económicos y de corrupción pueden llevar a una crisis innegable donde Estados Unidos, el régimen de Israel y los regímenes árabes reaccionarios del Golfo Pérsico sacan provecho de esta situación. Los medios de comunicación estimulan el desbordamiento del caos y la inestabilidad empleando ingentes cantidades de dinero, cubriendo las manifestaciones de forma parcial y desviando deliberadamente las marchas de su curso pacífico para responsabilizar a los grupos de la Resistencia de los crímenes cometidos. La táctica es utilizar grupos entrenados que se hacen pasar por manifestantes, generando enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, disparando contra protestantes y policías para culpar a las fuerzas populares de tales actos de violencia, mecanismo utilizado en Bolivia, Ucrania, Venezuela, y otros, legitimando los asesinatos selectivos en el país.

Sexto, el Comandante en Jefe del Comando Central de Estados Unidos, el general Kenneth McKenzie, anunció que su país tiene la intención de reducir sus fuerzas en Irak y Siria en los próximos meses, a cambio de mantener una presencia a largo plazo para -supuestamente- ayudar a combatir el terrorismo y detener la influencia iraní en el país, sin revelar el tamaño de ese contingente.

Afortunadamente hay elementos que coadyuvan a tomar las decisiones de expulsión inmediata: a, crece el rechazo en el este de Siria a la presencia de EE.UU. y de las milicias kurdas aumentando la resistencia popular, lo que debilita a la Casa Blanca; b, las Unidades de Movilización Popular de Irak siguen mostrando su poderío a través de operaciones exitosas; c, el pueblo iraquí seguramente conoce las estrategias de los enemigos de pedir dimisiones con el fin de generar caos.

Si causa preocupación la verdadera agenda que discutirá el primer ministro iraquí, Mustafa Al-Kazemi, con Donald Trump, presentando la agenda de desescalada de las fuerzas estadounidenses argumentando su no necesidad pues se derrotó a Daesh ya. Al reunirse con Irán seguramente concordarán en esa posición.

Finalmente, Irak deberá resolver rápidamente los conflictos con Turquía, para tener mayor espacio de movilidad estratégica.

La conclusión más importante es que ahora es el momento de materializar la salida de las fuerzas de ocupación aprovechando que Donald Trump no desea más conflictos y tambalea su candidatura. Entrar en un nuevo conflicto como fuerza ocupante lo pondría en un lugar mínimo para ganar la presidencia. En caso de esperar hasta el cambio de Gobierno es factible que los extremistas se consoliden y ello lleve a una ‘negociación’ que los deje allí. Si salen antes de la elección probable de Joe Biden, es factible morigerar nuevos pactos habiéndolos expulsados y haciéndolo difícil para Washington.

Se ratifica que la expulsión de USA finalizará el terrorismo regional. Es hora de actuar ya que existe la unidad en las Fuerzas Armadas de Irak, quienes manifiestan que ellas liberaron al país árabe de las manos de los grupos terroristas, no la presencia de las fuerzas militares extranjeras, resaltando el apoyo de Irán en la lucha contra Daesh y pidiendo culminar la decisión del Parlamento sobre el retiro de EE.UU. del país.

Carlos Santa María