Tomás F. Ruiz •  Opinión •  04/01/2022

El ayuntamiento de Madrid, implicado en una trama de apropiación indebida de aparcamiento público

El ayuntamiento de Madrid puede encontrarse implicado en un delito de prevaricación y dejación de funciones por su pasividad ante la apropiación indebida de un espacio público localizado en el corazón del barrio de El Pilar (Madrid), con más de doscientas plazas de libre aparcamiento. En esta red de corrupción institucionalizada, que según los vecinos que viven en la zona se remonta a más de tres años atrás, están implicados el intendente de la Unidad de Policía Municipal de Fuencarral-El Pardo, según consta en acta, Juan Manuel González Muñoz y el mismo concejal del Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Francisco de Borja Carabante Muntada. Ambos fueron advertidos de la existencia de esta situación el pasado mes de septiembre, sin que hasta el momento hayan tomado ningún tipo de medidas para enmendarla, identificar a los responsables y pedir su procesamiento.

El ayuntamiento de Madrid, implicado en una trama de apropiación indebida de aparcamiento público

El intendente de la policía municipal del distrito Fuencarral-El Pardo, Juan Manuel González Muñoz, fue informado de esta apropiación indebida el diez de septiembre del año pasado a través de la Unidad Integral de Distrito Fuencarral-El Pardo. Se le proporcionaron todos los datos necesarios sobre el espacio destinado a aparcamiento público, en la calle Puerto de Maspalomas (barrio de El Pilar, Madrid), que estaba siendo hurtado a su uso público con la instalación de dos señales que prohíben el acceso a todos aquellos “No residentes 4ª fase”. El texto de las señales añade después: “Obligatorio aparcar con distintivo”.

Dichas señales -que siguen sin ser retiradas a fecha de hoy- no sólo se limitan a prohibir el paso a los vehículos ajenos al clan “4ª fase” (según consta en el texto de la ilegítima señal), sino que amenazan también con la retirada por parte de la grúa municipal de todos aquellos vehículos que aparquen en la zona.

Pasividad de la policía local

Según los testimonios de los vecinos, estas señales vienen siendo consentidas, tanto por la policía municipal del distrito Fuencarral-El Pardo como por los responsables de movilidad del Ayuntamiento de Madrid, desde más de tres años atrás.

La junta municipal del distrito Fuencarral-El Pardo incurre desde entonces, como mínimo, en presunta nulidad de actuaciones, dejación de autoridad y prevaricación, ya que no actúa como debería hacerlo a sabiendas de que se infringe la ley y ser la responsable institucional de un espacio público donde se usurpa su uso ilegalmente con señales intimidatorias.

Al intendente de la policía municipal responsable de este amplio espacio público localizado en el popular barrio madrileño de El Pilar, Juan Manuel González Muñoz, se le solicitó el diez de septiembre del pasado año la inmediata apertura de una investigación para delimitar responsabilidades y localizar a los autores de esta prolongada e ilegal apropiación. Hasta el momento no consta que el responsable de la policía municipal de Fuencarral-El Pardo haya movido un dedo para solucionar este flagrante hurto de espacio público. Juan Manuel González Muñoz no puede alegar en modo alguno desconocimiento de la prolongada e infractora situación de apropiación indebida, ya que fue formalmente informado el diez de septiembre. Los agentes de la policía local que patrullan por la calle Puerto de Maspalomas tampoco parecen haber reparado en esas ilegitimas señales que amenazan con retirar vehículos con la misma grúa municipal. Los vecinos afectados apuntan que puede tratarse de un problema de miopía generalizada en el cuerpo de policía local de la junta municipal Fuencarral-El Pardo, porque otra explicación no encuentran.

Dado que la policía municipal puede haber cometido negligencia y omisión en sus funciones de vigilancia y control de espacios públicos, se solicitó a su responsable que abriese una investigación para delimitar qué oficiales del cuerpo podrían estar implicados en esta maniobra ilegítima. Por el momento, tampoco consta que dicha actuación se haya llevado a cabo ni que la Junta municipal Fuencarral-El Pardo haya abierto investigación alguna para averiguar quién, cuándo y bajo qué autorización se colocaron estas señales intimidatorias con las que se impide el paso a un aparcamiento público.

Dejación de funciones

Dado que Juan Manuel González Muñoz no tomó medida alguna para poner punto final a esta infractora situación que vive el barrio de El Pilar, se le comunicó al mismo concejal del Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Francisco de Borja Carabante Muntada. La respuesta del concejal fue derivar el asunto a la Dirección General de Planificación e Infraestructuras de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid.

En la contestación oficial recibida de este organismo, en la cual se descarga la responsabilidad en un nivel inferior, no aparece firma ni nombre alguno, ni del concejal de Ayuntamiento de Madrid -que supuestamente contesta el requerimiento-, ni de ningún otro cargo municipal. El concejal de Movilidad fue requerido a que enviara una nueva respuesta firmada -tal y como estipula la ley de Procedimiento Administrativo- pero hasta la fecha esta solicitud sigue sin respuesta.

El 24 de noviembre del pasado año se cursó contestación por parte de la Subdirección General de Gestión de la Movilidad, Dirección General de Sostenibilidad y Control Ambiental-Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad, respuesta que carecía igualmente de nombre, firma y cargo del responsable de dicha dirección general. En el escrito se argumenta que “Se ha solicitado informe al Servicio de Inventario y Valoraciones del Suelo de la Subdirección General del Patrimonio Municipal del Suelo con la finalidad de conocer la titularidad de esas zonas, y en caso de ser de titularidad municipal, proceder a señalizar las plazas de estacionamiento como zona de estacionamiento regulado perteneciente al barrio 84 El Pilar”.

El Ayuntamiento de Madrid, por boca del anónimo personaje que la escribe, se atreve a afirmar que desconoce cuáles son sus terrenos municipales y cuáles no lo son. Pretender desconocimiento de un dato municipal tan básico revela, como mínimo, una muy lamentable dejación de funciones y un descontrol absoluto de su autoridad.

Las excusas que se alegan en esta respuesta oficial del “Servicio de Inventario y Valoraciones del Suelo de la Subdirección General del Patrimonio Municipal” resultarían vergonzosas para cualquier organismo oficial: “No obstante, en el informe emitido por el Servicio de Inventario y Valoraciones no se establece si la titularidad de dichas zonas de estacionamiento es municipal o, por el contrario, de titularidad privada, por lo que se ha solicitado a dicho órgano un informe aclaratorio al respecto”. Según esta afirmación, para confirmar la titularidad de un terreno municipal (algo que se hace instantáneamente consultando un plano de la zona o con una simple llamada telefónica o un email), la junta municipal de Fuencarral-El Pardo lleva más de un mes y medio en averiguar si es o no propietaria de un terreno donde se está transgrediendo la ley.

Implicación del concejal de Movilidad

Por su parte, Francisco De Borja tampoco ha respondido al asunto de la presunta complicidad con el delito que afecta al intendente de la policía municipal de la junta Fuencarral-El Pardo, Juan Manuel González Muñoz, el cual no puede alegar desconocimiento de la usurpación de un espacio público, ya que hace más de tres meses que fue formalmente informado de la infracción que hasta hoy se viene cometiendo.

Tratándose de un lugar abierto, público y céntrico del barrio de El Pilar, por el que pasan habitualmente coches patrulla de la policía local, resulta igual de inverosímil alegar desconocimiento de un delito que se sigue cometiendo insistentemente y a plena luz del día. Dado que según testimonios de los vecinos las señales ilegitimas llevan ya más de tres años allí, algunos se preguntan si en esta presunta trama de corrupción institucional -que afecta tanto a la junta municipal Fuencarral-El Pardo, como al concejal del Ayuntamiento de Madrid, Francisco De Borja- hay algo más que dejación de actuaciones.

Como en todo este tipo de actuaciones “irregulares” de la junta municipal, hay vecinos que piensan que detrás de una trama de ceguera administrativa tan escandalosa como ésta, deber existir favores de todo tipo y hasta compensaciones bajo cuerda. También opinan que ésta apropiación indebida cuenta, como mínimo, con el amparo de agentes y oficiales de la policía municipal e incluso de cargos directivos en el área de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid.

Hasta el momento, no consta que ninguno de los partidos de la oposición haya denunciado esta escandalosa situación, lo que deja en evidencia la prolongada situación de complicidad con la infracción en que está incurriendo el Ayuntamiento a través de su junta municipal Fuencarral-El Pardo… ¿Cerrará los ojos también la Fiscalía de Madrid cuando sea informada de este caso de presunto cohecho y corrupción municipal?

La práctica ilegal se generaliza

La práctica de apropiarse ilegalmente de espacios públicos de aparcamiento, a raíz del vergonzoso ejemplo de la calle Puerto de Maspalomas, se ha extendido por todo el barrio de El Pilar. Aquellas comunidades de propietarios que poseen legalmente un espacio exterior destinado a aparcamiento de sus vecinos, lo cercan con vallas o setos, pagan su correspondiente vado municipal y señalizan claramente que aquel es un espacio privado; algunos instalan también accesos con control remoto para que sólo los vehículos de los vecinos del inmueble puedan acceder a su aparcamiento privado.

Otras comunidades, en este caso sin propiedad legal sobre el aparcamiento, se limitan a colocar señales informando de que aquel espacio queda restringido a los vecinos, aunque el hecho de que no ser propietarios legítimos de este dominio les impide llegar más lejos en sus pretensiones de apropiarse de un terreno que no les pertenece.

Solamente los usurpadores del terreno con más de doscientas plazas de aparcamiento que ocupa el final de la calle Puerto de Maspalomas (en su intersección con Monforte de Lemos), se han atrevido a amenazar a los conductores insumisos con la retirada por parte de la grúa municipal de los vehículos no identificados. Si la policía local del distrito municipal Fuencarral-El Pardo se lo permite es porque, presuntamente, existe algún tipo de “compensación de favores”.


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