FACUA critica la mezquindad y desinterés de la patronal hostelera por la salud de los ciudadanos ante la reforma de la ley del tabaco

La asociación muestra su satisfacción ante la aprobación del anteproyecto, que incluye muchas medidas que llevaba años reclamando.
FACUA-Consumidores en Acción muestra su satisfacción ante la reforma de la ley del tabaco aprobada por el Consejo de Ministros este martes 9 de septiembre, que incluye medidas que la asociación lleva años reclamando para proteger la salud de los ciudadanos y reducir el tabaquismo.
El anteproyecto, que modifica y actualiza la norma de 2005 —donde se restringió por primera vez el consumo en España—, configura nuevos espacios sin humo, incluidos determinados exteriores: terrazas de bares y restaurantes, salas de fiesta, instalaciones deportivas, piscinas de uso colectivo y recintos donde se desarrollen espectáculos públicos (como festivales y conciertos), además de marquesinas de transporte público.
En este sentido, FACUA considera muy positivo que el Ejecutivo haya finalmente aprobado la reforma de la ley antitabaco con medidas que la asociación y numerosos colectivos llevaban años reclamando, como es el caso de la prohibición de fumar en terrazas de bares y restaurantes.
Medidas, además, que una encuesta de la asociación realizada el pasado mes de junio y en la que participaron más de 4.000 usuarios mostró que tenían un gran respaldo de los consumidores: 8 de cada 10 encuestados está a favor de dicha prohibición, mientras que el 93,8% apoyaban la prohibición de fumar en instalaciones deportivas y el 97,8% se mostraba favorable a prohibir el vapeo en colegios y centros educativos.
Pero la asociación critica la nota discordante de la patronal de la hostelería, que ha rechazado la medida relacionada con la prohibición en terrazas por considerarla «desproporcionada». Así, FACUA considera lamentable y mezquino que los representantes de los hosteleros pongan una vez más su beneficio económico por encima de la salud de los ciudadanos —que parece no importarles— como ya hicieran en 2005 tras la aprobación de la ley que impedía fumar en el interior de sus establecimientos.
La asociación señala que sus alusiones a unas posibles pérdidas económicas por esta prohibición son una auténtica invención de los hosteleros, argumentación idéntica a la que hicieron en 2005.
Necesidad de inspecciones
Por eso resulta necesario, advierte FACUA, que tras la aprobación de la reforma —que pasa ahora a tramitación parlamentaria— el Gobierno inste a las administraciones públicas con competencias en la materia a que emprendan las inspecciones que sean necesarias para vigilar el cumplimiento de la norma y sancione las vulneraciones que detecten. La asociación, por su parte, estará vigilante ante los posibles incumplimientos una vez entre en vigor la normativa y denunciará a los establecimientos que se la salten.
El anteproyecto ahora aprobado por el Consejo de Ministros regula también los cigarrillos electrónicos, las bolsas de nicotina de uso oral, los productos a base de hierba aunque no tengan tabaco y los dispositivos para el consumo de productos calentados, que estarán sujetos a las mismas restricciones que el tabaco tradicional. Prohíbe el consumo en «vehículos de transporte con conductor» —como furgonetas de reparto—, establece una «protección reforzada» de 15 metros de prohibición de consumo en torno a determinados edificios y recintos como centros sanitarios, educativos y deportivos, y prohíbe los vapeadores de un solo uso y que las marcas puedan publicitarse en eventos, festivales o actividades deportivas, así como por parte de influencers.
La asociación, sin embargo, lamenta que el texto aprobado no incluya finalmente ninguna mención al etiquetado genérico. Una medida que pretendía conseguir que todas las cajetillas de tabaco tuvieran una apariencia neutra sin logotipos ni colores que pudieran servir de reclamo para los consumidores y cuya eficacia se considera probada por la evidencia científica.
FACUA espera que el Gobierno trabaje ahora para que esta medida vuelva a incluirse en la normativa durante su aprobación parlamentaria e insta a las distintas fuerzas políticas a que garanticen la aprobación de una norma cuya única finalidad es la protección de la salud, de manera que la reforma salga adelante con el suficiente apoyo parlamentario.