Acusan al ayuntamiento de Manzanares de prevaricar al anunciar la creación de un Museo de Memoria Democrática cuando tienen en sus calles vestigios franquistas

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha registrado un escrito de protesta, dirigido al ayuntamiento de Manzanares, Ciudad Real, en el que denuncian el incumplimiento de las leyes de memoria que obligan a retirar los vestigios de exaltación franquista que pueblan sus calles. Ante el anuncio del vicepresidente segundo de la Junta de Castilla La Mancha, José Manuel Caballero, de crear un museo de la memoria democrática.

“Si alguien habla de defender la memoria democrática en un municipio repleto de exaltaciones franquistas, es que no tiene verdadera voluntad política y está jugando a hacer partidismo, explica Emilio Silva, presidente de la ARMH y nieto del primer desaparecido republicano identificado genéticamente en España. Y añade: “Estaba presente la directora general de Memoria Democrática del Gobierno de España, Zoraida Hijosa, que se supone que tiene el deber de hacer cumplir la ley porque no deberíamos ser nosotros los que tenemos que reclamar que se cumpla sino ella, que ha sido nombrada y cobra un suelo para vigilar que se cumplan las leyes del Estado”.

En su reclamación registrada la ARMH explica haber conocido la noticia de que el ayuntamiento de Manzanares proyecta la construcción de un museo de la Memoria Democrática. El anuncio ha sido llevado a cabo por el vicepresidente segundo de la Junta de Castilla La Mancha, José Manuel Caballero que, acompañado por el alcalde de Manzanares, Julián Nieva, y la directora general de Memoria Democrática del Gobierno de España, Zoraida Hijosa. Lo que nos llama la atención es que se lleva a cabo ese anuncio cuando el ayuntamiento de Manzanares lleva muchos años incumpliendo la Ley de Memoria de 2007 y la Ley de Memoria Democrática de 2022 que le obligan a la retirada de vestigios franquistas.

Por esas razones la ARMH exige la retirada de todos los vestigios franquistas de las calles de Manzanares para que el ayuntamiento deje de prevaricar administrativamente y cumpla lo que la ley le dicta que es que se dejen de exaltar el franquismo y el fascismo en sus calles.

”Una institución que mantiene homenajes a los verdugos que causaron tanto daño y tanto terror no puede estar legitimada para hacer un museo de la memoria democrática”, añade Silva. Y concluye: “el alcalde ni siquiera ha consentido a los familiares de las personas asesinadas por los franquistas poner un placa en el cementerio que recuerde toda la violencia que sufrieron quienes defendieron la democracia y los crímenes que cometieron quienes dieron un golpe de Estado para destruirla. En las calles de Manzanares ya hay un museo del olvido de las víctimas del franquismo y otro del recuerdo de los verdugos franquistas”.