Agencia Telesur •  Internacional •  10/11/2025

COP30: Brasil clama por coraje y cooperación para evitar colapso climático

La Presidencia de la cumbre sostiene que el objetivo de reducir la temperatura global en 1,5°C sigue siendo alcanzable.

COP30: Brasil clama por coraje y cooperación para evitar colapso climático

A escasas horas del inicio de la 30.ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP30) en la ciudad amazónica de Belém, la Presidencia brasileña emitió una carta abierta crucial, reafirmando su optimismo sobre la posibilidad de mantener la meta de limitar el calentamiento global a 1,5°C.

El embajador André Correa do Lago, presidente de la COP30, utilizó su noveno y último mensaje previo al evento para instar a la comunidad internacional a intensificar la cooperación y la acción climática, advirtiendo que el mundo se encuentra «ante una encrucijada: permitir que la inercia nos conduzca al colapso o unirnos con coraje y cooperación para avanzar».

El llamado brasileño se produce en un contexto de profunda preocupación científica. Un informe reciente de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) reveló que la temperatura media mundial entre enero y agosto de 2025 ya se ubicó 1,42°C por encima de los niveles preindustriales, una cifra que toca peligrosamente el límite máximo acordado en París.

Aunque la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, admitió que sin una acción drástica el umbral será superado transitoriamente, Correa do Lago sostuvo en su carta que la esperanza reside en la activación de «puntos de inflexión positivos» mediante transformaciones económicas y tecnológicas enfocadas en un desarrollo de bajo carbono.

Bajo el título «Un llamado a la aceleración, la cooperación y el coraje», el documento presidencial insta a los países a transformar las «brechas de ambición, financiación y tecnología» en auténticas «palancas de progreso».

La COP30 en Belém debe hacer de la implementación acelerada el nuevo estándar de ambición global, enfocándose en tres prioridades: reforzar el multilateralismo, conectar el régimen climático con la realidad económica y social, y, sobre todo, acelerar la ejecución del Acuerdo de París, marcando una nueva fase en el régimen climático internacional.

La COP30 será un hito clave, ya que será la primera conferencia donde el ciclo completo de políticas del Acuerdo de París, que incluye las Contribuciones Nacionales (NDC), los planes de adaptación y los informes de transparencia, se encontrará en plena operatividad. El embajador subraya que «la COP30 debe ser la COP de la verdad», un espacio donde la ciencia debe obligar a la solidaridad y la verdad impulse la acción concreta, especialmente en un contexto donde el planeta y la propia selva amazónica se acercan a puntos de colapso sin retorno.

Brasil utiliza sus propios avances como demostración de que la reversión es posible. La carta destaca enfáticamente la reducción del 50 por ciento en la deforestación de la Amazonía alcanzada durante los últimos dos años del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. Este logro es presentado como prueba de la efectividad de la acción política decidida. Además, se cita el lanzamiento del «Fondo de Bosques Tropicales para Siempre», un mecanismo financiero innovador que busca pagar a las naciones que logren mantener la selva en pie, como un paso importante hacia la búsqueda de soluciones creativas.

En conclusión, la Presidencia de la COP30 pone el acento en que «Mantener vivo el objetivo de limitar el calentamiento en 1,5°C aún es posible» si la cooperación internacional se enfoca en catalizar círculos virtuosos de transformación acelerada. La cumbre en Belém se configura así como un llamado ineludible a la conciencia global, con la expectativa de que los países asuman el compromiso real de evitar la catástrofe y avanzar hacia un modelo de desarrollo que priorice la vida y la sostenibilidad.


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