Ochenta y cinco
¡Bingo!, gritará el ocurrente de turno, o acaso alargará el título con tan conocido como ordinario pareado, que no por repetido hasta la saciedad deja de hacer gracia a un sector de la población. De todo tiene que haber, supongo. Pero ya imaginarán ustedes, conociendo mi seriedad en esto de…
17/10/2023
Contra el culto al trabajo (IV)
17/10/2023
Agonía de un invento macabro
16/10/2023