Ramón Pedregal Casanova •  Opinión •  29/11/2019

Tres fechas grabadas en la historia del pueblo palestino

«El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución que dividía la Palestina bajo dominio británico en un Estado judío que incorporaba el 56% de la Palestina y un Estado árabe que incluía el 44% restante. En la guerra que siguió al paso de la resolución, el recién nacido Estado de Israel expandió sus fronteras hasta incorporar casi el 80% de Palestina». (Gaza. Una investigación sobre su martirio, de Norman G. Finkesltein. Edit. Siglo XXI.

 

A 72 años del crimen, el pueblo palestino sigue resistiendo al invasor. En esa lucha se mantiene vivo Yasser Arafat que se vio en el exilio a partir de entonces. Aun antes había comenzado su lucha por la independencia de Palestina en el movimiento de liberación para acabar con la dominación colonial inglesa. Fue una de las personalidades que participaron en la creación en 1964 de la Organización de Liberación de Palestina y en 1968 pasó a presidirla. El 11 de noviembre de 2004, la segunda fecha aquí anunciada, murió asesinado por el sionismo al ser envenenado con polonio, un metal radiactivo, y desde entonces el pueblo palestino espera la detención y el castigo de sus asesinos. Su entierro en La Muqataa, en Ramala, donde resistió hasta el final de sus días, fue rodeado por una multitud que manifestaba pasión porque se hiciese justicia, y le dedicaba a su líder todo el amor que se puede entregar, emocionando a la humanidad entera, dejando escrito para la Historia que hoy su nombre representa a la Revolución contemporánea Palestina.

Arafat fue el fusil, y sin duda es la luz que surgió de las cenizas de las derrotas y alumbra el futuro.

Arafat es una paz frustrada.

Arafat es la unidad de un pueblo.

Arafat es una voz en todos los rincones del mundo.

Arafat es el símbolo, el carisma, aciertos y errores. Pero sigue en la mente y los corazones de su pueblo.

Con Arafat se aspira a la libertad, al Retorno y la independencia.

Se exponen a continuación algunos párrafos del discurso que leyó en 1988, el 15 de noviembre, en el Consejo Nacional Palestino:

En nombre de Dios el misericordioso.

En la tierra de los mensajes celestiales para los seres humanos, en la tierra de Palestina, el pueblo árabe palestino nació, creció y se desarrolló, y creó su existencia humana y nacional a través de una relación orgánica inextricable e ininterrumpida entre la gente, la tierra y la historia con la estabilidad épica en el espacio y el tiempo, el pueblo de Palestina formuló su identidad nacional y aumentó su firmeza al defenderla al nivel del milagro, a pesar de la excitación del encanto de esta tierra antigua y su ubicación vital en los límites del entrelazamiento de fuerzas y civilizaciones, aspiraciones e invasiones que llevaron a privar a su gente de la posibilidad de lograr, sin embargo, la independencia política es la permanencia del apego del pueblo a la tierra que le dio su identidad…

En un momento en que el mundo moderno estaba formulando un nuevo sistema de valores, el equilibrio del poder local y global excluía el destino palestino del destino general.

Así, la gran herida palestina se abrió a una paradoja: las personas privadas de independencia y cuyo país estaba ocupado por un nuevo tipo quedaron expuestas a intento de generalizar la mentira de que Palestina es una tierra sin pueblo. A pesar de esta falsificación histórica, la comunidad internacional, en el Artículo 22 de la Carta, la Liga de Naciones de 1919, y el Tratado de Lausana de 1923, reconocieron que el pueblo árabe palestino, como otros pueblos árabes, que habían sido separados del Imperio Otomano, era un pueblo libre e independiente.

A pesar de la injusticia histórica infligida al pueblo árabe palestino al desplazarlo y privarlo de su derecho a la libre determinación, siguiendo la Resolución 181 de la Asamblea General en 1947, que dividió a Palestina en dos estados árabes y judíos, esta resolución aún proporciona condiciones para la legitimidad internacional que garantiza el derecho del pueblo árabe palestino a la soberanía y la independencia nacional.

La ocupación de tierras palestinas y partes de tierras árabes por las fuerzas israelíes y el desarraigo y el desplazamiento de la mayoría de los palestinos de sus hogares por la fuerza del terrorismo organizado, y someter al resto de ellos a la ocupación, opresión y destrucción de su vida nacional, es una violación flagrante de los principios de legitimidad y la Carta de las Naciones Unidas. El pueblo palestino tiene el derecho de retorno, el derecho de autodeterminación, la independencia y la soberanía sobre su tierra natal. …

La epopeya de la resistencia palestina se manifestó en la conciencia árabe y en la conciencia global como uno de los movimientos de liberación nacional más prominentes de esta época. …

con la Intifada y la acumulación revolucionaria de la lucha de todos los palestinos es el punto de inflexión histórico y de reafirmación del pueblo árabe palestino en sus derechos inalienables y su ejercicio en la tierra palestina. …

En nombre de Dios y en nombre del pueblo árabe palestino el Consejo Nacional declara el establecimiento de un Estado de Palestina en nuestra tierra palestina con Jerusalén como su capital….

En este decimoquinto día, el quince de noviembre de 1988, mientras estamos en el umbral de una nueva era, nos inclinamos en reverencia frente a las almas de nuestros mártires de la nación árabe, quienes encendieron su sangre con la llama de este obstinado amanecer y fueron martirizados para vivir la patria y alzar nuestros corazones para llenarla con la próxima luz. Desde el resplandor de la bendita intifada, desde la epopeya de la firmeza en los campamentos, en la diáspora y en los inmigrantes, y desde la campaña de la Brigada de la Libertad: … Hacemos un llamado a nuestro gran pueblo para defender su bandera palestina para que siga siendo un símbolo de nuestra libertad y dignidad en el mundo, y prometemos a las almas de nuestros justos mártires, las masas de nuestro pueblo árabe palestino, nuestra nación árabe y toda la gente libre y honorable del mundo, continuar la lucha por la evacuación de la ocupación y el establecimiento de la soberanía y la independencia. Una patria libre para un pueblo libre.

Pero después de numerosos enfrentamientos con los ocupantes sionistas aparecieron los Acuerdos de Oslo, de los que el profesor y escritor Norman G. Finkelstein, en su reciente libro titulado Gaza Una investigación sobre su martirio, escribe lo siguiente: A principios de la década de 1990, Israel había conseguido reprimir la primera intifada. Posteriormente se implicó en un acuerdo negociado en secreto en Oslo (noruega) con la Organización de Liberación Palestina (OLP) y que se ratificó en septiembre de 1993 en los jardines de la Casa Blanca. Israel, mediante los Acuerdos de Oslo, pretendía optimizar la ocupación retirando sus tropas del contacto directo con los palestinos y reemplazándolas por subcontratas palestinas. “Uno de los sentidos de Oslo”, apuntaba el exministro de Exteriores israelí Shlomo Ben-ami, “fue que la OLP … se convertía en colaboradora de Israel en la tarea de aplastar la intifada y atajar … una lucha auténticamewnte democrática por la independencia palestina” … “La idea de Oslo” reconocía el exministro israelí Natan Sharanski, “era encontrar un dictador fuerte que … tuviera bajo control a los palestinos”.”Los palestinos establecerán una seguridad interna mucho mejor de lo que lo haríamos nosotros”, les contaba a los escépticos entre sus filas el primer ministro israelí Isaac Rabin, “porque no permitirán apelaciones al Tribunal Supremo y no consentirán que las asociaciones de derechos humanos israelíes critiquen la situación. … gobernarán según sus propios métodos y, esto es lo más importante, librarán a los soldados israelíes de tener que hacer esa tarea”.

En el día que se declara como el Día de Solidaridad con Palestina, 29 de noviembre, la tercera fecha a recordar, tenemos en la memoria aciertos y errores, todo lo hecho queda ante nosotros, pero la herencia revolucionaria de Arafat, la herencia recibida por el heroico pueblo, tanto en Gaza como en el resto de Palestina, como en los campos de refugiados y la diáspora, no se ha apagado y continua alimentando a la resistencia.

El apego al país y el interés nacional por los derechos legítimos del pueblo palestino, que cada día necesita unir sus filas, corregir las equivocaciones, dejar de ilusionarse por el camino de las negociaciones, o de Oslo, debe hacer que nos interesemos más por las tres vías importantísimas para el Movimiento de Liberación Nacional:

La primera, romper totalmente todos los Acuerdos con el enemigo.

La segunda, acabar con las divisiones dañinas entre hermanos de la misma nación, del mismo pueblo.

La tercera, incrementar o fortalecer la resistencia.

Como dijo el Presidente Palestino: El Estado sionista no quiere la paz, se ha caído el ramo de olivo, y el pueblo palestino debe utilizar la resistencia, la fuerza. Seremos fieles a nuestros prisioneros, muertos, heridos, a nuestros mártires, o seremos como un barco sin rumbo.

Ahora la derecha sionista y el imperialismo han aprovechado para plantear lo que llaman Acuerdo del siglo, que van poco a poco, con engaño, instalándolo como la segunda fase del proyecto sionista.

Amigos del pueblo palestino, se debe incrementar la solidaridad y exigir la persecución en las cortes penales a los asesinos.

Exigir que se convoque una Conferencia Internacional para que se ponga fin a la barbarie sionista.

Pedir a los partidos democráticos que presionen para que se reconozca Jerusalén como capital de los Palestinos y se consiga el retorno de los refugiados.

Luchando por todo ello, dentro y fuera de Palestina, se hará el mejor homenaje al Presidente Arafat y a todos los mártires.

* Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días, Palestina. Crónicas de vida y Resistencia, Dietario de Crisis, Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero, y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE. Miembro de la Comisión Europea de Apoyo a los Prisioneros Palestinos. Miembro del Frente Antiimperialista Internacionalista (FAI).

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=262982


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