Pino González Santana y Francisco González Tejera •  Opinión •  14/07/2019

La mayor estafa de la memoria

 
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Imagen: Restos humanos fosa común cementerio de Las Palmas encontrados durante el sondeo realizado en la Navidad de 2018 (FOTO JUAN CARLOS ALONSO-CANARIAS 7)  
 
Por Pino González Santana y Francisco González Tejera (*)
 
La pasada Navidad se escenificó en el cementerio de Las Palmas uno de los mayores fraudes de la memoria histórica en Canarias y en España, ese día tras el sondeo realizado sobre la zona de las fosas comunes, justo donde están enterrados más de 60 hombres que fueron acribillados a balazos por defender la democracia y la libertad, una excavación realizada por la empresa arqueológica, Tibicena, que arrojó datos positivos, restos en muy buen estado de conservación a pesar de la cercanía del mar, una estructuración de los cuerpos que demostró que aquello no era un vertedero de huesos como había establecido otro informe pagado y manipulado por el Ayuntamiento de Las Palmas GC, incluso en dichas catas se encontraron los de una menor con una botella entre las piernas, una práctica habitual en las fosas del franquismo. 
 
Como conclusión Cabildo y Ayuntamiento montaron una rueda de prensa a lo grande, con decenas de medios de comunicación, donde se expuso por parte de dichas instituciones y por el jefe de Patrimonio Histórico de la institución insular, Javier Velasco, que las perspectivas de excavación eran alentadoras, que era posible encontrar a los fusilados de San Lorenzo. Todo eran abrazos y sonrisas, hasta el antipatico Teniente de Alcalde de Podemos, el tal Doreste, parecía un tipo agradable, pero todo era mentira, todo era un nuevo montaje para obtener algunos votos de la ciudadanía que sigue creyendo en la reparación, la verdad y la justicia.
 
Meses después volvió el silencio, la oscuridad, la negación, la humillación, ya no había medios de comunicación estaba claro, la familia de Francisco González Santana volvimos a ser humillados por estas instituciones públicas, nadie daba razones de lo que iba a suceder. Luego nos enteramos que la Comisión de la ULPGC había entregado el Informe Definitivo a las dos instituciones públicas desde principios del mes de febrero, inexplicablemente en julio de este mismo año es cuando dan señales de vida ante las presiones de la familia, convocándonos a la peor reunión de nuestras vidas. 
 
Allí en la sede de la presidencia del Cabildo se montó el esperpento, malas caras cuando vieron a los periodistas que la familia convocó, no fue fácil que pudieran entrar en la sala, el presidente de la Comisión ULPGC, Javier Márquez, no puso muy buena cara, nos pareció escucharle que no quería periodistas. Tanto tinglado para que en la exposición de este responsable del equipo de la mayor entidad educativa de la isla todo cambiara, el informe no tenía nada que ver con el estudio preliminar expuesto en navidades, misteriosamente nada coincidía, un brutal parecido con el informe negativo pagado por el Ayuntamiento años antes, de repente la fosa volvió a ser un vertedero de huesos, de golpe y porrazo descubren sin ninguna prueba material que los huesos se sacaron en los años 80 para tirarlos en otro de sus vertederos, ni una coincidencia con lo que se expuso en Navidad, todo cambió, un parecido sospechoso en cada letra con las afirmaciones del concejal que boicoteó esta exhumación desde el minuto uno de «gobierno municipal del cambio», ni una brizna de esperanza de recuperar los cuerpos, de que al menos se excavara para desechar cualquier duda, un cierre de puertas encuadernado y con CD, ni una posibilidad de encontrar a nuestros muertos, a los héroes de la libertad cosidos a balazos. Sin ni siquiera dar la opción de seguir buscando, de seguir excavando, para al menos observar lo que hay debajo de toda esa tierra acumulada vergonzosamente sobre la verdad y la memoria.
 
En ese preciso instante cuando hablaron de no exhumar, de monolitos y lugares de memoria, de nuevas ruedas de prensa para promoción electoral, nos levantamos y nos fuimos destrozados, nos tocaron nuestra línea de flotación, cometimos el error de confiar en quien considerábamos un hombre honrado, el actual presidente del Cabildo, Antonio Morales, antiguo alcalde de Agüimes, el compadreo entre el Teniente de Alcalde que usa el dedo con saliva para manejar la tablet y el Director General de la Presidencia que no contesta los wasap se hizo evidente, la Comisión ULPGC pasó de ser una aliada de la familia a ser su peor enemigo, el informe se convirtió en el mismo, en una especie de copia y pega del que denegaba la exhumación encargado por el concejal de la desmemoria, nos cerraron las puertas del todo, ahora habrá que derribarlas.
 
Era necesario que escribiéramos esto, los medios no llegan a profundizar tanto en los sentimientos de quienes hemos sufrido asesinatos en nuestra familia, esto pensamos, esto decimos, esto afirmamos, la lucha sigue, esto es una carrera de fondo, en ella llevamos más de 80 años, desde nuestros abuelos y padres, estamos seguros que los sacaremos a todos de ahí, que la tierra no será obstáculo, ni siquiera los políticos y técnicos que le hacen el juego al encubrimiento del genocidio, ahí seguiremos, ahora nosotros, después de nosotros vendrán otros, jamás podrán vencer la memoria porque viene del amor y la justicia universal.

 

(*) Nietas de Francisco González Santana, asesinado por los fascistas el 29 de marzo del 37, enterrado en la fosa común del cementerio de Las Palmas

 


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