Narciso Isa Conde •  Opinión •  30/04/2019

Contraofensiva imperialista-conservadora: izquierdas y derechas

En tiempos recientes las auto-denominaciones y nominaciones… izquierda, derecha, centro y centro-izquierda, se tornaron esquivas, imprecisas, ambiguas e infundadas a los compases de los nefastos efectos del neoliberalismo.

El escenario de la estrategia neoliberal ha sido todo el planeta y uno de sus impactos consistió en neo-liberalizar (derechizar) la social-democracia, parte de las izquierdas reformistas y no reformistas, y las opciones nacional-reformistas o nacional-populistas.

En el subcontinente latino-caribeño y en Europa ese fenómeno ha tenido significativa expresiones, aunque en la dinámica europea, por inercia intelectual y ciertas diferencias con la derecha conservadora, se le haya seguido llamando izquierda a la socialdemocracia y a las izquierdas que se neo-liberalizaron de manera más suave que la derecha monda y lironda.

Igual se le sigue llamando socialista a partidos convertidos e instrumento del capitalismo local y transnacional.

La ambigüedad se hizo extensiva posteriormente a encasillar como izquierda, generalizando el término, a diversos movimientos y gobiernos protagonistas de impulsos independientes, reformistas y/o reformadores, con o sin dinámicas revolucionarias; algo que se ha potenciado con el auge del neofascismo y la contraofensiva imperialista-conservadora contra procesos que impliquen algo de soberanía, medidas reformistas, liberalismo, formulas reformadoras, socialdemocracia a la antigua, o perspectivas ciertamente revolucionarias.

También a quitarle el calificativo de derecha a partidos del sistema dominante procedentes del liberalismo y de las izquierdas históricas, ya revolucionaria, ya reformistas.

·         EN EL “PROGRESISMO” CABE TODO.

Pero peor ha sido incluir en espacios definidos como de izquierda, anti-neoliberales y anti-imperialistas, fuerzas francamente neoliberales y derechistas por el solo hecho de sostener distendidas relaciones con Cuba y Venezuela.

Esa realidad operó degradando, por ejemplo, el FORO DE SAO PAULO, al extremo de incluir en el caso de la República Dominicana al Partido Revolucionario Dominicano-PRD, al Partido de la Liberación Dominicana-PLD y grupos satélites, pese a estar ya éstos en brazos del neoliberalismo y la corrupción. Similares situaciones se ha registrado –y se  siguen registrando- en otros países representados.

En estos días aquí ahora vimos un acto público de los Partidos del Foro de Sao Paulo, que reunía a grupos que hacen causa común con la dictadura neoliberal y mafiosa del PLD-Gobierno y a opositores varios pintos, algunos aliados a la derecha opositora, e izquierdas de diferentes signos y calibres.

El denominado “progresismo”, término en sí mismo ambiguo, usado para calificar sin distinciones a las corrientes y gobiernos no tutelado por EEUU o victimas de sus contra-ataque, ha servido como manto para evadir necesarias diferenciaciones, o para incluso encubrir derechas moderadas subordinadas al imperialismo.

Las confusiones derivadas de ese fenómeno ideológico son continuas y la dictadura mediática manipulada por el gran capital se encarga de potenciarlas para atribuirle a todas las izquierdas las inconsecuencias, los oportunismos, la evasión de la radicalidad necesaria y las fallas ético-morales ejercidas por el reformismo de “izquierda” y el progresismo; incluidos los contubernios con la corruptela de ODEBRECH.

Cierto que el contra-ataque imperial, ahora con un fuerte tono neo-facista, arremete contra todo aquel que no se le subordine, sea o no de izquierda, sea revolucionario o simplemente reformista o reformador. Pero la vulnerabilidad de ciertas fuerzas o gobiernos atacados no obedece a su condición de izquierda o socialista, sino más bien a su distancia de una actitud consecuentemente de izquierda y a la falta de socialismo.

·         PSOE, IZQUIERDAS Y DERECHAS.

En estos días se escucha mucho decir, incluso desde voces y pensadores/as formalmente de izquierda, que en las recientes elecciones españolas, “ganó la izquierda cerrándole el paso al gobierno a la extrema derecha”.

Las  medias verdades, junto a las mentiras, siempre hacen daño, mucho daño,

El PSOE es ya un partido de derecha, al servicio del gran capital español local y transnacional. No es, claro está, ni de extrema derecha como el PP, ni neofascista como el VOX.

EL PSOE apenas llegó a un 28% y  UNIDA-PODEMOS, que arguye haber contribuido a derrotar la extrema derecha bajó sensiblemente, quedando por debajo de CIUDADANOS.

La extrema derecha se derrotó a sí mismo con la  división entre PP, CIUDADANOS Y VOX (estos dos últimos diezmaron al PP).

Y esos resultados, si bien tuvieron la virtud de cerrarle el paso al mal mayor (PP-NEOFASCISMO) en su pretensiones de ascenso al gobierno central, revelan concomitantemente un mayor auge de todas las derechas, extremas y moderadas, y catapultan al PSOE del capital y su corrupción endémica a una nueva gestión gubernamental.

Esa realidad merece ser analizada, sin obviar lo que pasó, esto es, la manera como fue finalmente desviado y mal conducido el formidable movimiento de los indignados/as que puso en jaque a todo el sistema.

En Grecia, con un movimiento tan o más promisorio, ha pasado peor, lo que indica que este  tema no se debe evadir. Ese debate merece hacerse con altura.

Para los/as dominicanos/as comprometidos/as con la causa de la libertad y el socialismo esta cuestión adquiere un valor muy especial cuando está en juego el destino del nuevo liderazgo político-social que ha encarnado MARCHA VERDE. Prometo aportar pronto algo en esa dirección.


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