Paco Campos •  Opinión •  28/04/2019

Lo humano y el mundo (exterior)

Los hombres hemos fabricado un léxico, y con él hablamos del mundo: científicos, filósofos y la gente lo objetivamos, predicamos de él asignándole nombres propios lógicos (los nombres comunes gramaticales) y a ellos agregamos predicados, propiedades de lo más diverso, aunque quepa la posibilidad de usarlo sin ningún tipo de disquisición, tal y como propuso Wittgenstein en su segunda etapa, la del significado como uso. Pero preferimos el lenguaje como representación.

Somos los humanos unos seres complicadísimos -> ya dijo Austin (1911-1960) que las cosas no son complicadas sino nosotros… porque qué pretendemos decir cuando decimos que representamos el mundo exterior, que hacemos interpretaciones de él o que configuramos imágenes con y él, y algo así por el estilo. Me da la impresión que damos demasiada licencia a esas opiniones, porque no tenemos un respecto fehaciente que contente a todos los humanos, lo que da de pensar, y de ahí que seamos tan proclives al simbolismo y a la superstición en algunos casos.

La situación se complica cuando terminamos creyéndonos esas representaciones y las hacemos tan nuestras que ni siquiera aceptamos que otro diga que tiene otras iguales. Solemos decir, y no ya como coleta: “en mi opinión”, “en mi modesta opinión”, “eso creo”, como si ratificáramos algo concreto a lo que el interlocutor debiera plegarse.


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