Vladimir Ilich Lenin •  Opinión •  23/04/2019

A 149 años del natalicio de Vladimir Lenin: Carta a P. A. Bogdánov

A 149 años del natalicio de Vladimir Lenin: Carta a P. A. Bogdánov

Camarada Bogdánov:

Estimo que todos sus argumentos acerca del asunto de los arados Fowler son totalmente equivocados por principio. Es claro que su error no es tan indecente (perdóneme la expresión fuerte) como el de Osinski, que se ha convertido francamente en defensor de la peor clase de burocracia, pero, sin embargo, lo que usted dice tampoco parece bueno.

No debemos temer a los tribunales (nuestros tribunales son proletarios) o a la publicidad, debemos sacar a la luz del día las demoras burocráticas para que se las juzgue públicamente: sólo de ese modo podremos curar realmente esa enfermedad.

Su argumento es que los trabajadores son extraordinariamente buenos, abnegados, valiosos.

Supongamos que esto sea verdad, que usted no es víctima del “fanatismo departamental”.

¿Qué se desprende de ello?

Sólo esto, que el tribunal si está de acuerdo con usted acerca de ese punto (y es probable que, como usted está firmemente convencido, presente, para demostrarlo, varios testigos dignos de fe), dará el siguiente fallo:

son culpables por no haber eliminado las demoras burocráticas y por mala administración pero, teniendo en cuenta su excepcional lealtad al poder soviético, plenamente demostrada por numerosos testigos, considerando su honestidad y su celo notorios, también plenamente demostrados; teniendo en cuenta los defectos generales del mecanismo del Consejo Superior de Economía Nacional, debidos en parte, al cambio del presidium, etc., decide no imponer ningún castigo, confiando en que los acusados, lo mismo que el presidium del Consejo Superior de Economía Nacional en su conjunto, tendrán seriamente en cuenta todo esto.

Y bien, si se aprueba aproximadamente una decisión de ese tipo, ¿puede usted negar su utilidad, su significación social, mil veces mayor que un estúpido secreto en el Comité Central del partido, para ocultar un caso podrido de podrida burocracia y no darle publicidad?

En principio usted está completamente equivocado. No sabemos enjuiciar en público esa podrida burocracia; por ello todos nosotros y sobre todo el Comisariato del Pueblo de Justicia, mereceríamos ser colgados de cuerdas hediondas. Y aún no he perdido toda la esperanza de que un día nos ahorquen por eso, y lo tendremos bien merecido.

Si piensa que en la RSFSR no podemos encontrar un solo fiscal inteligente, ni tres jueces inteligentes, verdaderamente inteligentes (no apresurados, no vociferadores, no charlatanes), entonces lo acuso también de pesimismo con respecto al poder soviético. Envío una copia de esta carta (junto con su carta) al camarada Kurski, pidiéndole especialmente que la lea y la haga leer a la mayor cantidad posible de juristas, y que el propio Kurski se considere personalmente responsable de elegir para ese proceso a un fiscal incuestionablemente inteligente y jueces inteligentes. Y que Kurski sea personalmente responsable 1º) de la máxima rapidez del proceso 2º) del informe taquigráfico de ese juicio, que debe serme presentado (para sacar la conclusión de que al fin nuestro debilucho Comisariato del Pueblo de Justicia va aprendiendo a organizar y llevar a cabo en público los juicios contra la burocracia ). Es hora de que comencemos a aprender.

No entiendo por qué un fiscal inteligente no podría, delante de todo el mundo, hacer polvo, ridiculizar y estigmatizar completamente a los defensores del papeleo burocrático por el estilo de Bogdánov y Osinski, a la vez que presenta una acusación razonable, justa y medida.

¿Por qué no sería posible pronunciar una sentencia aproximadamente del siguiente tipo?:

Como atribuimos una importancia extraordinaria al juicio público de los  casos de demora burocrática, pronunciamos en este caso una sentencia muy indulgente en razón de la singular buena fe de los acusados, a la vez que advertimos que en el futuro castigaremos por esas demoras, también a los más santos pero negligentes imbéciles (es de suponer que el tribunal se expresará con mayor cortesía), porque lo que necesitamos en la RSFSR no es santidad, sino eficiencia.

Por ese motivo, si en esta ocasión no castigamos a Lómov y Stiunkel debido a su “santidad”, condenamos en cambio a Unksov (creo que ese es el nombre, ¿no es así?), cuyo deber era presentar informes al Consejo de Trabajo y Defensa, y no lo hizo, a una semana de cárcel; —y declaramos a Ilin (¿director de la antigua fábrica Ilin?), lo mismo que a todo el comité de fábrica de esa empresa, a toda la dirección del sindicato (respectivo), a todos los miembros de la célula comunista de tal o cual fábrica o de tales o cuales fábricas, culpables de papeleo, de negligencia y de indulgencia para con la burocracia; y les hacemos una severa censura y una reprobación pública, advirtiendo que esta es sólo la primera vez que imponemos penas tan moderadas, pero que en el futuro por tal comportamiento enviaremos implacablemente a la cárcel a toda esa canalla sindical y comunista (probablemente el tribunal se expresará con mayor suavidad)*.

Con saludos comunistas. V. Uliánov (Lenin)

Publicada por primera vez en 1928, en Léninski Sbórnik, VIII.
Se publica de acuerdo con el manuscrito.
* El proceso por burocracia en la producción de los arados sistema Fowler fue transferido para su estudio al tribunal militar de Moscú, el cual, a comienzos de enero de 1922, consideró justificadas las acusaciones contra varios funcionarios del Consejo Superior cíe Economía Nacional y del Comisariato del Pueblo de Agricultura por no haber mostrado una actitud suficientemente seria hacia sus obligaciones. Pero teniendo en cuenta los méritos de esos camaradas en la tarea de restauración de la economía, el tribunal decidió no castigarlos. Al analizar la propuesta del tribunal, Consejo de Trabajo y Defensa hizo una observación al presidium del Con sejo Superior de Economía Nacional y del Comisariato del Pueblo de Agricultura por su actitud insuficientemente seria hacia la producción de arados Fowler.
Fuente: Lenin. Obras Completas, Tomo 40. Cartas de 1917 a 1922.

El Viejo Topo.


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