Peter Manson •  Opinión •  22/04/2019

Sudáfrica. Nace el Partido Obrero Socialista Revolucionario

Sudáfrica. Nace el Partido Obrero Socialista Revolucionario

Más de un millar de compañeros asistieron a los tres días del congreso de fundación del Partido Obrero Socialista Revolucionario de Sudáfrica (POSR) la semana pasada. El POSR ha anunciado su participación en las elecciones generales el próximo 8 mayo y su líder, Irvin Jim, ha declarado que su objetivo será obtener mejores resultados que el partido populista de izquierda Luchadores por la Libertad Económica (EFF), que en 2014 se convirtió en el tercer mayor partido de Sudáfrica, con 25 escaños (6,35% de votos).

La fuerza impulsora del POSR está en el mayor sindicato del país, el Sindicato Nacional de Trabajadores Metalúrgicos de Sudáfrica (NUMSA), con sus 340.000 miembros. En 2013 Numsa anunció que rompía con el Congreso Nacional Africano (ANC), en el gobierno, y con su socio en la Alianza, el Partido Comunista de Sudáfrica (SACP), en protesta por las políticas abiertamente neoliberales del gobierno del ANC. Hasta entonces Numsa había sido un componente importante en el Congreso de Sindicatos de Sudáfrica (COSATU), dirigido por el  SACP, pero, como consecuencia de su ruptura con el ANC, fue expulsado de COSATU y se vio obligado a construir una confederación rival, la Federación Sudafricana de Sindicatos (Saftu).

Sin embargo, aunque Saftu lleva funcionando cierto tiempo, el nuevo partido, que la dirección de Numsa anunció que crearía tan pronto como fuera posible hace seis años, ha sido fundado un mes antes de las elecciones generales de 2019. Aunque su creación ha sido recogida por la prensa del país, es muy difícil que pueda lanzar una campaña potente antes del 8 de mayo. Pero varios de sus candidatos serán elegidos, dado que el sistema electoral es proporcional puro, sin umbral mínimo. Un mero 0,25% de los votos permite obtener uno de los 400 escaños del Parlamento.

Es cierto que hubo fuertes discrepancias entre los dos principales dirigentes responsables de la ruptura: Irvin Jim y Zwelinzima Vavi, que fue cesado como secretario general de Cosatu en 2015. Vavi fue nombrado para el mismo cargo en Saftu, pero la nueva confederación anunció en noviembre de 2018 que no respaldaba finalmente al POSR: Saftu había decidido “resistirse a ser un mero ‘sector obrero’ de ningún partido o a formar alianzas con ellos”. Parece que Vavi habría deseado una formación ‘más amplia’ que la que Jim tenía en mente.

Aunque fue un duro golpe para los planes de Jim, no explica por qué las cosas han ido tan lentas. Por ejemplo, aún no existe una página web del POSR y su página de Facebook no se actualiza regularmente. Sin duda es positivo que un partido de trabajadores que se llama socialista y revolucionaria compita desde la oposición contra el ANC en las elecciones del mes que viene.

Durante un tiempo parecía que el SACP, a pesar de haber provocado la expulsión de Numsa de COSATU tras su ruptura con la ANC, cometería el mismo ‘delito’ al presentarse a las elecciones de 2019 con su propio nombre. Después de su congreso de julio de 2017, anunció que “el SACP sin duda participará en las elecciones”,  aunque “la modalidad exacta en que lo hagamos debe ser determinada por medio de un análisis concreto de la realidad concreta y mediante un proceso de compromiso activo con las organizaciones obreras y progresistas”.

Ese mismo año, el SACP participó en unas elecciones municipales, pero poco después cualquier mención de ello cayó en silencio. Tuvo que ver, sin duda, con la dimisión de Jacob Zuma de la Presidencia del país y su reemplazo por Cyril Ramaphosa. El partido estaba tan enfrentado a Zuma y su descarada corrupción que se había preparado, como último recurso, para romper con el ANC e intentar crear un “frente popular” para seguir avanzando en la “revolución democrática nacional”, que sin ningún fundamento afirma que habría hecho avances sustanciales en el marco del ANC y es “la ruta más directa hacia el socialismo en Sudáfrica”.

Pero gracias a Ramaphosa, parece que el SACP ha vuelto a bordo, a pesar del hecho de que el actual presidente estuvo directamente implicado en la matanza de Marikana en agosto de 2012. Como miembro del consejo ejecutivo de Lonmin, la compañía en la que trabajaban los 34 mineros que murieron por disparos de la policía, Ramaphosa instó a la policía, en vísperas de la masacre, a “actuar de forma decisiva” contra ellos.

Un partido marxista-leninista

Pero Marikana fue la última gota para muchos militantes del movimiento obrero, que hasta entonces habían aguantado las tonterías del SACP acerca de la ‘revolución democrática nacional’. Fue Marikana lo que provocó la rebelión dentro de COSATU, dirigida por Numsa, cuya dirección habían sido miembros del SACP : la inmensa mayoría de los asistentes al congreso fundador del POSR son miembros Numsa.

Es evidente que los amigos de  Irvin Jim no han olvidado el lenguaje aprendido como miembros del SACP. El POSR emitió una declaración el 8 de abril, dos días después de su congreso, que dice:

“El POSR es un partido marxista-leninista que lucha por el establecimiento de una sociedad sin clases. Nuestro objetivo principal es organizar y unir a la clase obrera elevando sus los niveles de conciencia, a partir de las divisiones de clase en la sociedad. Luchamos para derribar el sistema capitalista y reemplazarlo con un Estado socialista democrático”.

El presidente del Congreso Numsa, Andrew Chirwa declaró: “No somos un partido reformista. Somos un partido comunista. Nos tomamos en serio la revolución. Somos un partido para el socialismo y nada más“. Más tarde, el portavoz del POSR Phakamile Hlubi-Majola comentó: ”Somos los únicos que luchan por la destrucción total del capitalismo”. No es casual que el POSR haya adoptado el lema: “igualdad, trabajo y tierra”, que recuerda al bolchevique de “paz, tierra y pan”.

Aunque se espera que el manifiesto electoral del partido se haga público muy pronto, Jim – que fue elegido presidente nacional y principal dirigente – ya ha declarado que incluirá el objetivo de “erradicar la pobreza y el desempleo en cinco años”. Entre las resoluciones políticas acordadas está el establecimiento de un sistema educativo único y la eliminación de las escuelas privadas.

En cuanto a las elecciones, Jim declaró: “Como comunistas tenemos la vieja idea de que las elecciones no son necesariamente una solución. Sin embargo, son una táctica que puede ser utilizada para ver si tenemos el apoyo de la clase obrera“. Lo mismo fue repetido por Shaheen Khan, miembro del comité nacional del POSR:

“En lugar de buscar votos, Khan dijo, el POSR está “centrado en utilizar todas las oportunidades para elevar la conciencia de la clase obrera sobre la naturaleza del sistema capitalista y nuestra necesidad de organizarnos de forma independiente fuera del parlamento y en contra del capitalismo”. El objetivo del partido es “meramente asegurar una presencia en el Parlamento, a partir de la que podamos expresar la voz de la clase obrera y exponer la naturaleza capitalista del propio parlamento”.

Se adoptaron decisiones positivas y correctas sobre la cuestión de la organización del partido. Por ejemplo, Khan se comprometió a que los candidatos electos del POSR el 8 de mayo estarían sujetos a la “revocación instantánea” por el partido. Se les pagaría el salario de un “trabajador calificado medio”, y el resto de su salario oficial sería entregado al partido, con el fin de “avanzar en la lucha de la clase trabajadora”. Por otra parte, se decidió que los miembros de la dirección nacional no se presenten al parlamento.

Se acordó que – a diferencia del SACP, que acepta como miembro a cualquiera que rellene un formulario de solicitud – el POSR aplicaría criterios estrictos. Habrá un “programa de inducción de 60 días” y se espera que los miembros reciban “una formación política rigurosa” y mantengan un código de conducta. La membresía estará abierta a partir de los 14 años y habrá “programas socialistas” de formación durante las vacaciones escolares.

Una palabra de advertencia, sin embargo. A pesar de la retórica revolucionaria y la adopción de muchas posiciones radicales y progresistas, las políticas básicas de la mayoría abrumadora del POSR han sido aprendidas en el SACP. El socialismo es visto ante todo como un objetivo nacional sudafricano no como un proceso global, y el ‘internacionalismo’ del POSR probablemente se base en la solidaridad con Cuba y Venezuela.

La burguesía no está en cualquier caso temblando de miedo. Por ejemplo, mientras que Imran Buccus del Instituto de Investigación Auwal señala que “el camino está abierto” para que el POSR “llene un espacio político actualmente vacío en la izquierda”, su aparición se debe considerar como “un paso importante hacia la normalización de nuestra vida política, para ofrecer opciones reales al electorado”.

Un artículo en la revista electrónica Daily Maverick sostiene que la creación del POSR podría ser una bendición para el ANC. Tal vez el nuevo partido podría desempeñar un papel similar al del SACP par a mantener a la clase obrera en su lugar:

“Puede ser posible, por ejemplo, que el ANC llegue a un acuerdo con el POSR de Irvin Jim, debido a su implantación entre los trabajadores organizados. Si el ANC consigue que el POSR le vote, Jim podría ser ministro en la sexta administración”.

Parece muy poco probable por el momento, teniendo en cuenta las posiciones que el POSR acaba de adoptar. Sin embargo, estas declaraciones deben servir de advertencia contra la complacencia. El PORS debe ser considerado como un espacio de lucha en la batalla por un marxismo genuino y el internacionalismo proletario.

Fuente: https://weeklyworker.co.uk/worker/1246/a-promising-start/

Traducción: Enrique García. Sin Permiso.


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