Raúl Solís •  Opinión •  16/01/2018

Nunca ha sido tan necesario Podemos como ahora

Yo fui hipercrítico con Podemos y no lo voté nunca cuando fueron en solitario. Me creaban sospechas su adanismo, esa obsesión por resaltar todo lo negativo de IU -que ha sido la única fuerza que ha estado ahí cuando atábamos los perros con longanizas-, la exacerbación de lo emocional por lo emocional, los significantes vacíos, la agresividad verbal de sus hooligans y las trampas al solitario con las que nacieron. Muchas de las cosas que critiqué creo que eran acertadas, otras sobredimensionadas.

Fui muy duro, a veces lo pienso y creo que demasiado. Reconozco que no supe ver el momento político y que me dejé llevar por las vísceras, que es lo mismo que yo les criticaba. Con sus aciertos y errores, el espacio de Unidos Podemos es ahora mismo la única casa para quienes creemos que lo importante es hablar y proponer medidas que saquen del precipicio a los 14 millones de españoles que están en el umbral de la exclusión social, abismo al que nos ha llevado una gestión de la crisis que ha supuesto un cambio extremista de modelo y que tiene a España con cifras de desigualdad y empobrecimiento de países en vías de subdesarrollo.

Decir que Podemos se desangra por el tema catalán es obviar que es la única fuerza con un mismo discurso para toda España y nítido desde el principio es Podemos: no a la independencia y defensa de un referéndum que desbloquee la situación. Esto les vale el odio de los independentistas cerriles y el de los nacionalistas españoles del cara al sol. Hay quienes quieren ver en esta postura una locura imperdonable cuando es la única que permitirá avanzar y sacar a España del bloqueo institucional que sufre desde hace ya más de un lustro.

Mientras, los grandes medios siguen engordando en las encuestas su opción, Ciudadanos, el Podemos de derechas que fundaron los bancos y que le pide el voto a la gente de Nou Barris, Vallecas y el Cerro del Águila para luego gobernar a favor de Pedralbes, el Barrio de Salamanca o Los Remedios. Yo lo tengo muy claro. De la misma forma que fui hipercrítico con Podemos en su nacimiento y que creo que necesita un liderazgo más amable, nunca como ahora ha sido tan necesario apretar los dientes y defender la única opción que plantea un cambio político en serio que nos haga romper con las imposiciones heredadas del franquismo y que pone en el mapa al 1,5 millón de niños y niñas que viven en pobreza severa, a las 700.000 familias compuestas por una mujer y sus hijos que viven en la absoluta orfandad económica y al 13% trabajadores que incluso con un contrato son pobres de solemnidad, sólo por detrás de países como Grecia y Rumanía.

En los jóvenes estos datos son estremecedores, 1 de cada 4 jóvenes con trabajo son pobres. Podría continuar dando datos de la situación de España y decir que el 90% de los contratos que se hacen son temporales y que es ya casi un milagro que ser contratado por ocho horas signifique que te den de alta ocho horas en la Seguridad Social. Por no hablar del precio a la vivienda y de cómo el turismo está sirviendo para explotar a sus trabajadores a cambio de sueldos de miseria y de la subida de los precios de la vivienda, fruto de la presión de los apartamentos turísticos que está expulsando a las poblaciones locales de sus centros urbanos, mientras los grandes touroperadores se hacen de oro por explotar la única industria que no se puede deslocalizar: el patrimonio histórico-artístico y nuestro litoral.

Podríamos hablar también de que se ha roto la independencia judicial, de que los medios de comunicación incumplen el artículo 20 de la Constitución porque están en manos de grandes multinacionales y de los bancos y son usados para la defensa de los intereses de éstos y no de la ciudadanía o de que los pequeños y medianos empresarios, que son los que realmente crean modelo productivo y empleo, tienen cerrado el acceso al crédito y pagan unos impuestos sobredimensionados que las grandes multinacionales sortean en paraísos fiscales y triquiñuelas financieras. O de que el diagnóstico de ansiedad crónica, derivado de la situación de vulnerabilidad vital, suponen ya un tercio de las consultas al médico de cabecera.

El truco de la derecha española ha sido la negación del diálogo con Cataluña para llevar a España al extremo y azuzar la guerra de banderas para que no se vea el destrozo de país que han dejado las políticas de recortes e inmisericordes con la gente sencilla, que han ido pactando en los últimos años PP, PSOE y también Ciudadanos, la opción de derechas radical sin la mancha de la corrupción que tiene el PP y que promete ilusión a los españoles que ya lo han perdido todo.

Podemos nació con demasiadas prisas y con un discurso de lógica neoliberal de querer ganar a costa de todo en el menor tiempo posible. No haberlo conseguido en el tiempo estipulado da lugar a que se venda como una derrota la presencia de 72 diputados y 5 millones de votos. Igual este tiempo de nubes negras es idóneo para fortalecer un proyecto político que aún tiene deficiencias de amateur y construir una opción de cambio sin las prisas neoliberales y con los pies de cemento y no de barro. Nunca ha sido tan necesario Podemos como ahora. El cambio político no es una encuesta ni unas elecciones, es un ciclo que aún no ha terminado. Las grandes revoluciones suelen tener tiempos de avances, de retrocesos y finalmente de nuevos avances que sirven para conquistar el futuro. Nadie dijo que fuera fácil fundar un nuevo país sobre los cimientos de la decencia, la igualdad, la independencia judicial, la libertad y sin las imposiciones que dejó atadas y bien atadas el dictador antes de morir plácidamente en su lecho de muerte en compañía de Juan Carlos de Borbón.

@RaulSolisEU

Fuente: https://www.paralelo36andalucia.com/nunca-ha-sido-tan-necesario-podemos-como-ahora/


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