Al-Hakam Morilla Rodríguez •  Opinión •  04/01/2018

Susana Díaz, la ‘Califona’ ¿andalusí?

«La vanidad pierde a cualquiera y más a los ya extraviados». Guillermo Cabrera Infante
 
Tras ver a Ágata Ruíz de la Prada encantada de hacer de fantasma con burka esto acelera hacia el no va más. No queremos parecer sexistas en el lenguaje, por eso igual que estamos dispuestos a asumir la neolengua susanista, utilizando los ‘palabros’ ‘balleno’, ‘margarito’ o ‘pirato’… al representar el burdo papel la presidenta de la Junta en Medina Azahara de califa, función tradicionalmente patrilineal a pesar de la terminación femenina del término, queremos proponer a la trianera para el título honorífico de ‘Califona’ en Al-Andalus. Creemos que es lo mínimo tras haber aparecido otros años con su grabado ladrillo dialéctico de Fin de Año, en calidad de sultana en la Alhambra de Granada o de reina en la Alcazaba de Almería (y no se disfraza de maga coronada en la cabalgata de Reyes en Vallecas porque una cuarta podría resultar excesivo).
 
Seguro que no había problemas más acuciantes en Andalucía, por eso Teresa Rodríguez en vez de interesarse lo más mínimo por el simbolismo atroz del 2 de enero en Granada, cita anual de bandas clerical-nazifascistas, estaba más preocupada por el tuit cachondo de Rufián con motivo de la ‘misa en escena’ susanesca en Medina Azahara, comparándola con la pitonisa Lola por ese atuendo ensotanado terrorífico y esas tétricas luces mientras leía su sermón anual en el teleprónter, con brillantes cambios de plano y efectos de ‘zoom’ como corresponde a una maquinaria propagandística estimada en más de seiscientos millones de euros (con cerca de la mitad de los niños andaluces malnutridos).
 
A Teresa Rodríguez no le reprochamos que se le note tanto que no tiene más aspiración en Andalucía que la decretada por su jefe de filas: hacer de futuro – e improbable – recambio de Ciudadanos para dar continuidad al partido de los EREs. Por ello en twitter salió rauda en defensa de la emperatriz de San Telmo con fiereza, con la excusa de abogar por el Legado andalusí (‘vestigio inefable’, denomina a la Ciudad palatina de Abderrahmán III con pedantería, como si aludiese a un difuso fenómeno astronómico de una ignota luna de Júpiter). Aunque no consigue engatusar a nadie. Si le condoliese lo más mínimo la historia de su Pueblo habría afeado la vergüenza de la celebración de la pactada entrega traicionada de Granada, y la imposición del ‘santo’ Oficio de Tinieblas durante siglos a partir de entonces. A no ser que al partido le haya comido la moral los montajes de la ultraderecha, con el bulo que difundieron hace un año sobre si supuestamente Podemos habría afirmado que ‘España debería pedir perdón al Islam’ por avasallar Granada. Estúpido ‘fake’ que se esforzaron en desmentir de forma apresurada, dejando cuatro petulantes goebbelillos corridos a los morados.
 
Acaso llevadas de sus complejos islamófobos de tapadillo, Susana y Teresa, hayan olvidado a la primera ‘feminista’ de occidente, hija de uno de los últimos califas, anticipándose cuatro siglos al Renacimiento europeo. Wallada bint al-Mustaqfi, celebérrima poeta cordobesa de hace un milenio, la cual desafió a los alfaquíes de la época con la fresca procacidad de sus versos y sátiras. La que tuvo por valedor de su genio al gigante del pensamiento Ibn Hazm, autor de El collar de la paloma y la Historia crítica de las ideas religiosas, también fue pionera en el Medievo de lo que ahora parece reciente invento: el erotismo y la sensualidad literarios tratados con maestría por mujeres.
 
El caso es que algunos cordobeses poco avisados y no pocos incautos andaluces secundaron a la roteña Rodríguez contra el vástago de un emigrante jiennense y una madre alpujarreña, el noble y valiente Gabriel Rufián. Veréis, resulta fácil el barato anticatalanismo propio de tertulia taurina aguardentosa, por cuenta de un hijo de nuestro exilio en Santa Coloma de Gramanet, pero no hace sino lo que recomendara Ahmed – ‘Blas’ – Infante, el Padre de la Patria andaluza, incluso para sí mismo, si en caso de no haber nacido en Andalucía hubiese sido alumbrado en otra tierra: ha de esforzarse por su Causa ‘con igual fervor’ (tal vez, quién sabe, en ese caso el casareño universal militaría en Esquerra Republicana). Además tanto Rufián como su compañero de bancada Joan Tardá han proclamado vivas a Andalucía libre desde las mismísimas Cortes Generales, lo que las dos indígenas subordinadas al centralismo no tendrán ovarios de hacer en su vida, con sincera convicción, ni en el baño de su casa.
 
Se permite en su megalomanía insufrible la putativa ahijada política de Griñán y Chaves de darnos ‘lecciones de Historia’ por cuenta de los ‘enfrentamientos sociales’ que descompusieron el Califato Omeya, origen según el guionista que le compone su homilía navideña de los mismos males que nos aquejan hoy, extrapolándolos con zafiedad sin dilucidar sus motivaciones. Entonces aprovecha para endosarnos sus loas de fanatismo nacionalista por ‘la unidad de España’, al estilo de sus ‘cuñaos’ Fernández Vara en Extremadura y Garcia Page de Castilla y La Mancha. Vamos, que si los dos tenores últimos y su mediocre prima (man…) donna sevillana se mostrasen con camisa azul y boina de requetés nadie notaría la diferencia. Los tres tienen la misma desvergüenza de endilgarnos una milonga institucional de Nochevieja sin la bandera de su Autonomía junto a ellos, cual si actuasen de chambelanes de Zarzuela. Ni Feijóo osa perpetrar tamaña impudicia grosera e irrespetuosa.
 
La nueva ‘Califona’ de Medina Azahara de lo que no dice ni pío es en relación a añejas promesas ya olvidadas, desde los tiempos del butanero de oro Valderas (200.000€ anuales de pensionazo), acerca de la proyectada – de boquilla – reforma de la Ley Electoral para permitir a formaciones más pequeñas su presencia en el Parlamento andaluz, y aquella no menos falsa sobre la descentralización administrativa. Por eso, aun no disponiendo de tanto tiempo libre como los de los expertos programadores de lavados de cerebro televisivos, nos molestaremos en aclarar al ‘negro’ de sus pomposas monsergas de autobombo, el porqué de aquellos ‘enfrentamientos sociales’. Mil añillos no son demasiado en nuestra muy longeva Historia como Pueblo.
 
Del mismo modo que en Irán se ha terminado por instaurar una teocracia, un ‘clero’ – institución ajena al Islam – de alfaquíes intentó controlar el poder administrativo andalusí, no consiguiéndolo hasta venderse cual furcias al integrismo almorávide extranjero tras casi un siglo de resistencia. ¿Cómo es que en la cúspide de la capacidad militar andalusí, con Almanzor sin conocer la derrota, en Medina Azahara se fue incubando el germen de tanta división y debilidad? No se trató de enconamientos ideológicos, en los que tan ducha es ahora la ‘izquierda’ españolista colonial para encizañarnos, sino de algo que podría habérsele pasado por alto a los modernos investigadores. 
 
La pista la encontramos en el Golfo de Ostia, en un barrio del extrarradio de la antigua Roma. Según se desveló en su día al explicar las causas de su despoblamiento, la utilización de tuberías de plomo usadas por acaudalados romanos en sus conducciones de agua y vajillas, provocaron a sus habitantes un progresivo envenenamiento, ya conocido por el sabio latino Vitruvio, denominado Saturnismo. Caracterizado por un decaimiento general, estreñimiento con heces negras e intensos dolores abdominales, lividez, retina punteada, una línea negra en las encías, cánceres de vejiga, pulmón y cerebro, neuropatías… los síntomas crónicos de la lenta intoxicación plúmbea que no supieron combatir con remedios médicos, debieron tomarlos por alguna suerte de ‘maldición divina por sus pecados’ que la ‘casta sacerdotal’ – seguro que a Susana le suena, pues su partido ha impedido el inventario público de los inmuebles rapiñados por el estadúnculo extranjero vaticano… – de la época aprovechó para dividir a los andalusíes, en el tiempo de nuestro máximo Esplendor, con sus ignaras patrañas que acabarían por destruir y saquear la belleza sin par del edificio por la turba, sin que nadie reclame innumerables capiteles y columnas que adornan por la jeta tantos patios cordobeses (una placa frente a Medina Azahara, en la cisterna que da agua al complejo, recuerda al visitante las secciones de centenares de metros de tuberías de plomo milenarias descubiertas al azar por los ingenieros al trazar las modernas conducciones. En fin, no voy a molestarme más, pero si alguien de los sueldofijos de la burocracia docente del Susanato se atreve a sostener esta tesis aquí esbozada como si fuese suya, sin citar este artículo ni a su autor, o sin permiso expreso, deberá responder a una demanda por plagio).
 
Por si no fuesen suficientes las pamemas comecocos del susanismo semiilustrado, diarias en Canal Sur y su prensa mercenaria, no alude al desastre sin paliativos de la Sanidad Pública, desmantelada día a día, con ‘listas de espera’ que provocan muertos a diario, y urgencias saturadas con enfermos falleciendo por los pasillos. Pretexta que todas estas calamidades consisten en algún fallo puntual, y no estructurales e inducidas por su ineptitud. Y por cierto, dejar que mujeres revienten por falta de atención médica debida a posibles derivaciones de los fondos de la Salud hacia la famosa ‘administración paralela’… ¿eso no es maltrato a la mujer? A ver. explícate, ‘Califona’ rojigualda de Juego de Tronos, porque si no me temo que entre el gran médico Spiriman y este humilde servidor te vamos a acompañar, no precisamente haciéndote la ola, hasta las próximas Autonómicas y Municipales. Y créeme, a los chupatintas relametraseros del Cortijo les va a parecer dulce, por la pérdida completa de sus privilegios actuales, el amargo fin de los últimos habitantes de Medina Azahara, la más hermosa del mundo.
 
Tampoco mencionó en su perorata mal interpretada la trianera a esas universidades convertidas en feudos del Susanato donde la primera de ellas, la de Granada, figura en el ¡puesto 268! de las más prestigiosas del planeta, según el reputado ‘Ranking de Shangay’ (ninguna del E. español entre las 200 primeras, y ausentes las andaluzas excepto la citada ¡entre las quinientas principales!). Ni habló en su desecha Educación Pública de los infelices chavales que se se asan cuando el calor aprieta. Donde no disponen ni de papel higiénico en las deficientes instalaciones tercermundistas, no pocas de ellas gélidos barracones.
 
Presume impertérrita de treinta mil millones de euros en las exportaciones de su empobrecida Autonomía, balance inferior al de Valencia… esta última con tres millones y medio menos de habitantes. Queda el turismo, claro, con récord de visitantes en paquetes ‘all inclusive’… y un ratio de consumo de productos locales cada vez menor por viajero. Pero tranquilos, para justificar los cuarenta años de monopolio sociata del poder – más tiempo ya que Franco – sin conocer la alternancia, lo que no falla es colocar en vano el camelo de la ‘lucha contra el terrorismo machista’. Lo que constituye un misterio insondable es la causa de por qué los países escandinavos, mucho más avanzados que Andalucía y con más presupuesto empleado para combatir la barbarie o enajenación de algunos cafres, proporcionalmente ellos quintuplican las tasas de mortalidad por este concepto con respecto a Andalucía. Sin embargo no deja de ser muy útil la demonización del hombre en su conjunto, para enmascarar con espoleados enfrentamientos de género la inexistencia de políticas encaminadas a la no agudización de un conflicto de clase, al borde ya de la explosión (¿es que por ejemplo en los Institutos de la Mujer, pagados por todos los contribuyentes sin maniqueísmos hembristas, no pueden trabajar hombres concienciados o miembros del colectivo LGTBI?; ¿hay tal vez inconfesables prebendas o favores que ocultar tras esta discriminación descarada…?).
 
Si bien expresa su pesar en sordina por incendios forestales devastadores, finge desconocer con trapacería que la falta de limpieza de los bosques en los municipios de montaña, ¡desde hace una década!, provoca cada vez mayor riesgo de combustión y fuegos cada vez más agresivos, de mayor virulencia año tras año… y por si fuera poco se debe añadir  la desaparición y falta de incentivos al pastoreo que elimina la broza seca. Tiene encima la desfachatez de mencionar al Sector Primario: el agro y la ganadería. ¿Cómo se puede tolerar que por el abandono del Campo, al que ciertas encumbradas señoronas – con chacha – del aparato de San Telmo desprecian, se esté ofreciendo como salida el servicio de asistencia a domicilio a las mujeres rurales, explotado por empresas como Clece, con la que se lucra el magnate madrileño Florentino Pérez sin respeto a ‘paridad’ alguna hombre-mujer entre los trabajadores? ¿Por qué no hay políticas para impulsar la economía de los pueblos, cuando han venido para este concepto miles de millones en fondos de cohesión desde Bruselas…? ¿Estorba la autosuficiencia de la horticultura ecológica a las grandes cadenas de alimentación? ¿Ha devorado esos ingentes capitales europeos, durante décadas, el sistema de barandas de los cínicos paniaguados del susanismo?
 
El maquillaje de las estadísticas del paro representa un montaje paralelo al del PP, encenagado por la corrupción, apoyado por su muleta-recambio Ciudadanos. Se crean puestos de trabajo, sí… en forma de nuevos contratos a la misma persona durante el mes. Empleos-basura de una temporalidad extrema en su mayoría que empujan a un subproletariado a las colas de los comedores sociales o la beneficencia de Cáritas, la Cruz Roja o el Banco de Alimentos. Los datos de la APDHA (Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía) ponen los pelos como escarpias, en cuanto a niveles de exclusión social – próximos a la mitad de la población – y de pobreza pandémica – ¡82%! -. Por eso a ninguno sorprende ya que los pueblos andaluces, tradicionalmente de gente muy sociable y alegre, la mayoría de la población se haya recluido en su casa para no exteriorizar sus miserias. Somos gente orgullosa a pesar de nuestro expolio y genocidio coloniales por parte de esos politicastros triperos obedientes a Madrid y Roma. 
 
Ni una palabra entre tanto nacionalismo españolista vomitivo para tantos andaluces que han tenido que emigrar lejos de su familia, de su hogar… sumidos en una infinita tristeza. No alude ni por asomo Susana Díaz – a la que todo el mundo, salvo su clientela, apoda ‘La Gusana’ – a que la ‘Marca Andalucía’ cada vez se parezca más a la de Alcatraz, pues la antaño abierta y hospitalaria Madre de Civilizaciones tiene tan profunda deshumanización que no ha exigido desde Ayamonte a Pulpí y desde Hinojosa a Tarifa la inmediata dimisión de uno de sus paisanos más hipernacionalista español, el ministro Zoido, el cual encarcela en Archidona (Málaga) a unos infelices migrantes que no han cometido delito alguno. ¡Argelinos, magrebíes, árabes… acaso no quedan seres humanos entre vosotros para no exigir a vuestros gobernantes que le corten al gobierno del E. españolista el grifo del gas y del petróleo, todas las relaciones comerciales, hasta que esta mezquindad monstruosa y cobarde termine! ¿Os habéis vuelto borregos sin dignidad?
 
No llores entre las piedras destruidas de la Ciudad de Azahara, poeta Ibn Zaydun, aunque tu amada princesa Wallada te rechace y no quiera celosa saber más más de ti, bardo del amor y de nuestra perdida gloria. Soporta con entereza tu indigencia, hermano… ¿no sientes como un volcán un sordo clamor que viene desde lo más hondo de los pechos y estremece la tierra y el firmamento? Habrán de sentir todas las brutales torturas que su avaricia insaciable e hipocresía nos infligen a diario, con una angustia más terrible que los suplicios que les aguardan, indefectibles, en la Hora de la Justicia…
 
* Al-Hakam Morilla Rodríguez, Coordinador de Liberación Andaluza. Cuenta de twitter bloqueada por la censura: @lascultura . Nueva: @liberacionan

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