Ecologistas en Acción •  Opinión •  11/12/2017

Ecologismo y desigualdad: hacia un reparto justo de la escasez

El debate en torno a una distribución justa de los recursos en el marco de la crisis socioecológica ha centrado la mesa redonda ’Ecologismo y desigualdad. Hacia un reparto justo de la escasez’ que ha inaugurado el 7º Congreso Confederal de Ecologistas en Acción en Valladolid.

El ecologismo social siempre ha enarbolado la lucha contra la desigualdad como una de sus banderas identitarias. El mismo sistema socioeconómico que destruye el planeta para poder perpetuarse requiere también de la expulsión constante de personas: capas crecientes de la sociedad ven imposibilitado el acceso a una vida digna. Sin embargo la situación de grave crisis ecológica en la que ya nos encontramos, y que se agravará previsiblemente en el futuro, introduce nuevos desafíos para el movimiento ecologista en su relación con la desigualdad.

La crisis social y ecológica van de la mano y se retroalimentan: problemas como el cambio climático o el agotamiento de recursos –desde el petróleo hasta el agua potable– no hacen sino aumentar las desigualdades existentes. Este fenómeno ocurre entre países del norte y el sur, con un expolio cada vez mayor de los últimos, pero también entre las personas que habitamos las sociedades del norte enriquecido en las que la brecha social se agranda año a año y donde cada vez más personas no pueden acceder a recursos básicos como la energía.

El ecologismo social debe adaptarse a las circunstancias y responder de forma adecuada a los retos que se presentan, identificando qué mensajes y propuestas son los más adecuados para situarse en las coordenadas de justicia y sostenibilidad en un contexto de desigualdad creciente.

Tres ponentes, Rosa Lago, Yayo Herrero y Emiliano de Tapia, han participado en el acto inaugural del 7º Congreso Confederal de Ecologistas en Acción que se celebra este fin de semana en Valladolid. La mesa redonda la ha presentado y moderado Carmen Duce, portavoz de Ecologistas en Acción Valladolid.

En sus exposiciones, las personas ponentes han analizado la relación del movimiento ecologista con la desigualdad desde distintos puntos de vista que han abarcado desde la perspectiva de la deuda ecológica norte-sur hasta contextos más cercanos como el de las personas y colectivos en riesgo de exclusion en el Estado español, sin olvidar el impacto sobre el aumento de la desigualdad que tiene la crisis ecológica y que profundizan ciertas respuestas a esta en clave de securitización y militarización que ya se están proponiendo desde gobiernos, instituciones o corporaciones.

Rosa Lago, profesora e investigadora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Bilbao (UPV/EHU) y activista de de Ekologistak Martxan, ha abierto la mesa redonda con un análisis sobre la responsabilidad de los países ricos en relación a los graves impactos climáticos y sociales del planeta: «Históricamente los países ricos han extraído recursos del resto del mundo (materias primas, mano de obra y, más recientemente, manufacturas), ahora apoyándose en empresas trasnacionales, en las finanzas y en un férreo control militar de las zonas geoestratégicas, y devuelven los desechos o residuos a ese resto del mundo. Los países ricos son deudores del sur global».

Al construir las alternativas, en concreto en relación al modelo energético, Lago ha alertado de que «nos podemos encontrar propuestas basadas en energías renovables que reproducen la desigualdad mundial, y pudieran generar nuevos conflictos ambientales y sociales».

En segundo lugar ha intervenido Emiliano de Tapia, sacerdote en el barrio de Buenos Aires de Salamanca y capellán del Centro Penitenciario de Topas, reconocido por su compromiso con las personas en riesgo de exclusión social, ha hecho una intervención sustentada en tres ejes: los barrios (“las calles se han convertido en pesadillas de exclusión para muchas personas”), el medio rural («podemos afrontar la situación de precariedad de nuestra alimentación produciendo nuestros propios alimentos”) y las cárceles (“la sociedad española ha renegado de las personas privadas de libertad”).

Por ultimo, Yayo Herrero, directora de FUHEM y activista de Ecologistas en Acción, ha manifestado que “sin entender la crisis ecológica no es posible comprender en su profundidad la lucha de clases. Las desigualdades se asientan en un desigual acaparamiento de la riqueza. No solo de renta, sino también de acceso a la capacidad regenerativa de la naturaleza”. Herrero ha concluido: «El colegiado social tiene que establecer alianzas con las personas más precarias, más desposeídas. Nuestras alternativas no son tales alternativas si no son universalizables”.

La mesa redonda ’Ecologismo y desigualdad. Hacia un reparto justo de la escasez’ ha estado abierta al público, que ha llenado el salón de actos del Centro Cívico Vicente Escudero de Valladolid, y se ha seguido en redes sociales a través de la etiqueta #EcologismoyDesigualdad.


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