Paco Campos •  Opinión •  28/11/2017

Basta con lealtad a los grupos

Qué importancia le dio Rorty a los grupos humanos y cómo extrajo de ellos su principal valor -> la lealtad. Tanto es así que optó por depositar en ella lo que la justicia pueda tener de valor, de valor y no tanto de moral, menos aún de principios morales, sino de valor etnográfico, esto es, de costumbre, de uso. A lo sumo llegó a plantear el dirimir conflictos entre costumbres, pero ni por asomo a someterse a una justicia surgida de lo intemporal, y escrita fuera de las relaciones sociales.

Iré más allá del conflicto de interpretaciones entre 1) la ética del discurso que genera un lenguaje trascendental obligatorio por racional -estamos hartos de abrirnos camino a golpe de machete en ese lenguaje tecnocrático y autoritario por apodíctico que es el lenguaje legal- y 2) las formas de vida, las innumerables cosas de la vida que se articulan en el lenguaje conversacional, en los juegos wittgenstenianos de lenguaje, que cambian y se hacen también, otras veces, acumulativos.

Hoy asistimos a un mundo de la vida, enfrentado por el impulso liberal de occidente al intento de constreñir al mismo planeta Tierra; porque las sociedades liberales contemporáneas ya no son tan maleables por la lógica del discurso, como lo eran antes esas mismas sociedades, pero dirigidas por la que gente que ya se va muriendo. Hoy vemos a grupos humanos que se ríen a mandíbula batiente cuando ven u oyen palabras tales como ‘sedición’, ‘rebelión’ adscritas a individuos que leen papeles o gritan por la calle y luego duermen en la cárcel. 


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