Paco Campos •  Opinión •  17/11/2017

¿Importan unos más que otros?

Como en occidente seguimos apegados al ‘historicismo’, seguimos también siendo fieles a la universalidad, creemos en ella como una obligación moral que nos lleva a actuar justamente, aunque sea en detrimento de la lealtad, del conflicto entre lealtades (secesión vs integrismo) incluso. Creemos, como Kant, que las leyes morales surgen puras, dice Rorty, y pensamos que racionalidad, moralidad o humanidad trasgreden el propio occidente o la misma lealtad de los colectivos humanos para quedar instaladas en la trascendentalidad más que en las costumbres -> esa es la fuerza de la tradición historicista que a todos nos mete en el mismo saco: el de la coherencia, la ley, el orden, la democracia y el sursuncorda.

Vamos mucho más allá en el error al pretender que otros colectivos no liberales hayan de impregnarse con el discurso de la trascendencia para ser competitivos; es más, los occidentales, en defensa de los valores del bien y la justicia  universal, creyendo que la racionalidad preside sus vidas, entran a saco en el medio no liberal para quitárselas a los que responden a otro tipo de lealtades, sencillamente porque unos importan más otros. Nosotros importamos más que lo no occidental; el Estado, por ejemplo, también importa más que otras sensibilidades discordantes de él, y sustituye, en este caso, las armas de fuego, por las armas del miedo.

Où est la justice,  dirá Carles Puigdemont cada día al irse, al echarse a dormir. 


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