B. •  Opinión •  17/07/2017

El fascismo no paga traidores

El fascismo no paga traidores
Estuvo en Ermua en los actos del vigésimo aniversario de la muerte del concejal del PP de esa localidad vizcaína, Miguel Ángel Blanco, una representación de Sortu, partido abertzale, y les preguntan qué pintan allí. Y no les falta razón, o, al menos, coherencia para el sector más facha, vamos a decir así, más ultra, que ve en ellos algo más «pecaminoso» que ver a un troskista en un homenaje al gran Stalin: un despropósito, una impostura. El sector más «inteligente» del fascismo, vale decir también, que es quien maneja el cotarro, ve con buenos ojos estas nuevas demostraciones de bajada de pantalones de la ya extinta izquierda abertzale, pero no lo demuestra dejando el protagonismo a lo más ultramontano del Régimen (del 36), a lo más vistoso y ruidoso que acapara titulares.

¿A qué van a ese tipo de propaganda fascista si, además, saben que los van a linchar mediáticamente, que no se lo van a «agradecer», que no tendrán conmiseración, que saben que esos fachas jamás irán -en contrapartida- a un homenaje a, por ejemplo, se me ocurre, de Santiago Brouard, asesinado por sicarios a sueldo del PsoE del criminal González, otro hijoputa que morirá en la cama, que no hay «reciprocidad», que no escarmientan en cabeza ajena como le ha pasado a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que cede ante las «presiones» del facherío y va a actos donde la van a abuchear, y ni los representantes de Sortu ni esta señora tienen el amor propio suficiente para decir algo así tan castizo como «joder, encima que voy, tragando sapos, van y me pitan, que les den por culo a esos fachas», pues no, va a ser que no, que la degradación no tiene solución de continuidad. Me mean encima y digo que llueve.

Es igual lo que hagan, les pedirán más «gestos». La cosa ya empezó «negociando» con los fiscales la no entrada en la cárcel de acusados abertzales a cambio de «reconocer» que hemos sido unos chicos malos, ellos no, nosotros, y reconocemos la «democracia» española que negábamos ayer mismo. Y antes se vió en el «caso Bateragune» donde Otegi fue juzgado por, según los jueces españoles, tratar de recomponer Herri Batasuna -ilegalizada entonces, hoy legalizada tras pasar por la horca caudina de la «Ley de Partidos» español-, cuando no hacía otra cosa que justamente lo contrario, esto es, decirle a ETA que lo deje, que ya le vale, que se rinda, que toca «hacer política», o sea, «vivir de ella», de la poltrona.

Aún así, el fascismo no pagó a este traidor -no encuentro otro término, lo siento, ya sé que puede sonar fuerte, sobre todo a los vascos- y le hizo «chupar» seis años y medio de trullo por la puta cara por «filoterrorista» y demás mandangas para adormecer al público que tanto me adora. Sólo los que saben de qué va esto, empiezan a reconocer los «méritos» de este buen hombre por la paz (romana), o sea, por la rendición incondicional (unilateral) del otrora llamado MLNV (Movimiento de Liberación Nacional Vasco). Yo, de tener un mínimo de vergüenza, me estaría comiendo los hígados, que decía mi madre.

No, el fascismo no paga traidores porque se sabe vencedor desde el 36 (no hay más que ver la mueca de risa del chulo de barra pepero Hernando), salvo a quienes venden cara su piel y su cotización como los «podemitas» y quintacolumnistas tipo Ada Colau para reventar el referéndum catalán y su derecho -sin más ni más, señores, su derecho- a decidir lo que les salga de los perendengues, dicho en roman paladino a la Berceo manera.

Goog night, ladies and gentlemen.

Fuente: https://movimientopoliticoderesistencia.blogspot.com.es/2017/07/el-fascismo-no-paga-traidores.html


Opinión /