Red Eureka •  Opinión •  23/05/2017

Eureka apoya la huelga del profesorado de la UMA

Este lunes 22 de mayo ha comenzado en nuestra universidad, y en varias más, una huelga de profesorado. El principal motivo es que, como sucede con otros sectores, la situación del profesorado universitario, del que depende nuestra educación, es cada vez más precaria. La falta de estabilidad, escaso salario y casi nula perspectiva de mejora lleva años cebándose con buena parte de nuestros profesores y profesoras, y el último cambio en los criterios de promoción en la universidad ha sido la gota que ha colmado el vaso.

La promoción del profesorado gira entorno a dos ejes: la docencia, todavía muy infravalorada, y la investigación. El cambio de criterios afecta especialmente a este segundo eje de forma retorcida. Para medir la «calidad» del trabajo de investigación, se fuerza a realizar un mínimo de publicaciones cada vez mayor, y se utiliza un criterio de «impacto de las publicaciones», que viene a ser el número de veces que se cita un artículo de un profesor o profesora en las publicaciones que se realizan en revistas y otros medios «de relevancia». A primera vista, puede parecer de sentido común, pero este criterio es, de hecho, una trampa para la investigación por dos factores clave: por un lado, fuerza al profesorado a publicar artículos a muy corto plazo, cuando muchas investigaciones requieren meses de trabajo; y por otro, la elección de lo que se considera «revistas o medios de relevancia» es completamente opaca, y nadie sabe por qué unas son consideradas como tales y otras no. Por supuesto, esto obliga al profesorado a seguir las líneas de investigación que interesan a esos medios, cercenando de base cualquier crítica tanto científica como social, y ahondando en la privatización de la investigación y la Universidad.

Estas condiciones cada vez más draconianas tienen mayor impacto sobre el profesorado más joven, pero también sobre el cuerpo docente en su conjunto y, por supuesto, sobre nosotros como estudiantes.

Nos afecta porque un profesorado con contrato de tres meses, como muchos jóvenes profesores y profesoras tienen, puede dejar sin clase a cursos enteros a mitad de semestre, cuando suelen ser quienes más empeño le ponen a la docencia.

Nos afecta porque un profesorado precario y sin expectativas de futuro es reflejo de lo que nos espera como estudiantes, y la Universidad debe ser la primera en combatir esa situación.

Nos afecta porque, a este ritmo, en cinco años, la UMA habrá perdido uno de cada tres docentes fijos, y sin relevo de profesorado, muchas carreras están abocadas a desaparecer.

Por estos motivos, desde la Red Eureka apoyamos la huelga convocada por el profesorado del 22 de mayo al 2 de junio, que podría prorrogarse de ser necesario.

Los principales objetivos son:

  • La concienciación del Gobierno andaluz y de los rectores de las Universidades Públicas Andaluzas.

  • La retirada definitiva e inmediata de estos criterios de la ANECA para la promoción del profesorado, y el establecimiento de criterios justos y transparentes.

  • La búsqueda de soluciones a la falta de derechos del colectivo.

  • La adaptación de los contratos del profesorado más joven a figuras justas y estables, más acordes con su formación.

Como estudiantes, somos quienes nos beneficiamos del trabajo del profesorado, y es a nosotros a quienes han decidido dedicar sus vidas quienes ejercen la docencia en nuestra universidad, y quieren seguir haciéndolo, para lo cual nos piden solo dos cosas: apoyo y comprensión.

Si te gustaría hacer algo, o sencillamente quieres saber qué va a ser de los exámenes, no tengas miedo; acércate y pregunta. Se están buscando soluciones para minimizar el impacto sobre el estudiantado, precisamente porque es una lucha común.

Desde Eureka, consideramos que estas reivindicaciones son justas, y suponen una gran oportunidad para aunar la lucha de estudiantes, profesorado y PAS hacia un modelo de universidad pública y de calidad donde no dejemos a nadie atrás.

Hace cinco años, tras el brutal tasazo de 2012 y el resto de contrarreformas que lo siguieron, iniciamos esta andadura conjunta, y ahora estamos más cerca de poder enfrentarnos, como comunidad universitaria unida, a todos los ataques que estamos sufriendo.

La universidad pública es de quienes la componemos.

Por tanto, hemos de defenderla y de mejorarla, entre todos y todas.

¡LA EDUCACIÓN NO SE VENDE, SE DEFIENDE!

Red Eureka


Opinión /