Al-Hakam Morilla Rodríguez •  Opinión •  18/03/2017

¿’Liberalizar la Estiba’? ¡ANDALEXIT YA!

«Algo huele a podrido en Dinamarca». Hamlet. William Shakespeare.

No tienen bastante con hacernos rehenes de una deuda impagable, inducida por trapacerías y espurios intereses privados. Parece que a los grandes ‘demócratas’ de Bruselas y Madrid se la trae al pairo la conculcación de la Constitución española y de los Acuerdos Internacionales de los trabajadores. Nos referimos al atropello del Tribunal Constitucional liquidando el inalienable Derecho a Huelga, al dar patente de corso a la subcontratación si se ejerce ese Derecho Fundamental, por parte del los patrones. Se rompe así de facto el tan cacareado ‘consenso’ de 1978, empujándonos ineluctablemente hacia un Proceso Desti/Constituyente verdadero.

Tal vez haya quienes desconozcan la singular importancia del especializado trabajo de los estibadores. Con no poca vaguedad se piensa que sólo se ocupan de la carga y descarga de los ‘containers’ en los puertos. Si se ahonda un poco más descubriremos que su cometido también consiste en una adecuada distribución de las cargas de acuerdo con sus pesos, y considerando también que se trate de mercancías perecederas, frágiles o peligrosas. Constituye una labor logística de importancia crucial para cualquier Pueblo, decisivo estribo del comercio internacional.

Nos bombardean hasta la saciedad los media de la alta burguesía, y sus triperos tertulianos habituales, con la estúpida falacia de que los estibadores ‘ganan mucho’ -1.600 € de media en el E. español, 376 € en Bulgaria y 3.700 € en Dinamarca-, y con el mantra al estilo del opusino Guindos de que ‘liberalizando el sector se podría ser más competitivo’, introduciendo subcontratas, por ejemplo. O ¿quién sabe?, quizá mucho menos porque se podría abrir la puerta de la corrupción, para dar prioridad a unos cargamentos sobre otros, lejos de la lógica o la funcionalidad operativas, arruinando la buena reputación comercial del puerto por el ventajismo de algunos privilegiados, no en exclusiva colegas de la ‘trama’ o Casta papista de siempre.

Nos viene a la memoria los años que no ha estado conectada la Autovía del Mediterráneo a su paso por las provincias de Almería-Granada, concretamente desde 2005, cuando aquella tragedia que causó una veintena de víctimas mortales entre obreros en su mayoría portugueses, sin contar los heridos, al desplomarse la plataforma de un puente provocó la paralización por vía judicial del tramo Adra-Motril. También se cedió esa infraestructura de ingeniería a una empresa subcontratante, supuestamente abaratando costes. Ya vimos las consecuencias del ‘ahorro’.

Resulta curioso como los grandes ‘liberalistas’ en lo económico siempre tiran por lo bajo, a los trabajadores de cualquier sector. Casi nunca por arriba, apuntando a las empresas en un régimen de cuasimonopolio, como la gigantesca multinacional del transporte danesa MAERSK, con 117.000 empleados, y que ha llegado a ocupar el puesto 154 en la lista Fortune Global 500. Naturalmente, con ese colosal poder económico  no queremos decir que se hagan ‘amigos’, regalándoles corbatas por el Día del Padre, entre los eurodiputados de Bruselas, esos santos e incontaminados varones que en sus ‘supermarkets’ exclusivos ni siquiera tienen ojitos para el Dom Perignon y el caviar Beluga…

Porque sigue asombrándonos como no se ha dado prioridad a una conexión ferroviaria de mercancías desde Bobadilla a Algeciras, quinto mayor Puerto de Europa, algo que multiplicaría exponencialmente la carga de trabajo del sector, precisándose instalaciones más amplias y mayor número de operarios. Pero no seamos mal pensados, seguro que no ha sido porque nuestros brillantes políticos en Sevilla y Madrid, esos grandes ‘liberalistas’ a la carta de la Pp$OEC’s SL, han vetado o no han dado facilidades a consorcios navales rusos, indios, chinos o norteamericanos.

Si lo anterior se hubiese producido tal vez tendríamos en Algeciras-Tánger el mayor Complejo Portuario del mundo, entre dos continentes, incluso con un puente que separase la corta distancia de catorce kilómetros entre la Bahía de Algeciras y Ceuta, multiplicándose hasta varios millones los habitantes de esas áreas ahora marginadas, al crear un nuevo polo/emporio de desarrollo.

Pero entonces nuestros actuales señoritos, expertos en leyes antiinmigración neerlandeses, flamencos, daneses y alemanes (por no hablar de algunos lacayos suyos en Bilbao y Barcelona), se encontrarían con un competidor muy serio, ¿verdad? Y hasta algunos de los damnificados por sus nefastas disposiciones podrían empezar a barruntar por qué han considerado más inteligente alquilar prostitutas políticas, con ‘puertas giratorias’ o propinillas por paraísos fiscales… ¿no os parece?

Porque no se puede entender que los heraldos del ‘liberalismo económico’ en Dinamarca hayan redactado ¡cincuenta leyes antiinmigración!, y otras tantas en Holanda y Bélgica, con la excusa de ‘que viene el lobo’ de la extrema derecha filonazi, racista y xenófoba. Jugando a poli malo-poli bueno la socialdemocracia le ha asumido esas ruines políticas -de ahí su debacle- con la excusa de ‘contener el avance del populismo’, y aplica o consiente infames políticas proteccionistas encubiertas en sus países. Si se han vuelto tan ‘liberales’ lo suyo sería contratar trabajadores cualificados con independencia de su color de piel o procedencia, ¿no? ¿No eran los campeones de la globalización económica? ¿En qué quedamos… de émulos de Henry Ford por la mañana, y por la noche haciendo planes quinquenales a la soviética a beneficio de un grupo de amiguetes ‘blancos’?

Ah, no… disculpad, lo olvidaba: el baratillo del subproletariado se queda para los parias del ‘sur’ de Europa, a los que si se mina su reputación de fiables estibadores con garantías para el comercio, sin olvidar las jurídicas, o si se les bloquean modernas comunicaciones ferroviarias, se encontrarán con sus dársenas de desembarque comidas por las telarañas.

Aunque lo peor no sería esa desolación y ruina, sino la pestilencia insoportable que nos llegaría de los hipócritas satélites racistas de Berlín, carentes de dignidad humana, a los que no importa que Cádiz alcance un cuarenta por ciento de desempleados. El hedor a podrido que nos llega desde el Mar Báltico, no sólo desde Dinamarca… el Hedor.

Imploramos el auxilio por internacionalismo solidario de los hermanos Pueblos latinoamericanos, de los Países árabes y musulmanes, del Congreso para la Unidad Africana y de cualquier ser humano de buena voluntad. Hacemos un llamamiento a todas las fuerzas políticas, independientemente de su signo o razón. En caso de dar al Puerto de Algeciras desde el gobierno este golpe mortal, con la complicidad de vendidos sindicatos oficialistas, que afectaría no sólo a Andalucía, sino gravemente al sur de Portugal, Extremadura y la Mancha, busquemos la unidad estratégica con un único objetivo común por vía urgente: la desconexión total de la Unión Europea, EL ANDALEXIT, y que la ilegítima deuda pública la paguen los desaprensivos avaros impunes que la generaron.


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