Dr. Néstor García Iturbe •  Opinión •  09/10/2016

EU.- Elecciones.- ¿Vencerá Trump al «establishment»?

Las elecciones estadounidenses, que se encuentran ahora en la etapa de los debates de dos de los candidatos a la presidencia, se están caracterizando no por un enfrentamiento entre Hillary Clinton y Donald Trump, sino por un enfrentamiento entre Donald Trump y el “establishment” que controla ese país.

 

Evidentemente que los que dicen la última palabra en Estados Unidos, los dueños del país, están convencidos de que Hillary Clinton, por si sola no derrotaría a Donald Trump y es por eso que con toda la fuerza disponible están tratando por todos los medios de dañar en todo lo posible  la figura de Trump.

 

Realmente a Hillary le sería bastante difícil  poder mostrarse como un candidato mas aceptable que Trump.  Sus descuidos en el envío de materiales secretos utilizando su cuenta personal de correo no la presentan como alguien a la que se le pueden confiar los secretos  estadounidenses.  Sus indecisiones en Bengazi costaron la vida un número de estadounidense lo cual pudiera haber tenido menores consecuencias sencillamente aumentando la seguridad del Consulado.  Las contribuciones recibidas para la Fundación Clinton reflejan sucios manejos en problemas vitales de la política exterior estadounidense.

 

No puede defender el legado de Obama. En estos momentos el OBAMACARE está en crisis porque han aumentado las primas que deben pagarse a las empresas de seguro que trabajan con el mismo. Continúan viviendo por debajo de la línea de la pobreza más de 40 millones de estadounidenses, más o menos lo que había cuando Obama  legó a la Casa Blanca. Los ciudadanos de la raza negra son los más afectados por la pobreza, igual que cuando Obama llegó a la presidencia. Ahora estos ciudadanos son asesinados  por la policía con mayor frecuencia y nada sucede. Obama hace unas declaraciones y a los pocos días matan tres o cuatro más. Los tiroteos en lugares públicos han aumentado, al igual que las muertes a causa de estos, Obama solamente dice que lo siente, pero la situación continúa igual.

 

El “desempleo oficial” es una cifra que no representa la realidad que sufre el ciudadano estadounidense.  Cuando una persona llega a un año de estar buscando trabajo, si no lo encuentra, lo quitan de la fuerza laboral y eso disminuye el ”índice oficial”, el que ahora trabaja cuatro horas y antes trabajaba ocho, el que ahora tiene un empleo con menos remuneración que el anterior, se considera está empleado, no entra en el “índice oficial”

 

El número de  personas que han perdido sus casas debió a no poder pagar la hipoteca se ha incrementado, al igual que la deuda de los estudiantes universitarios que prácticamente cuando terminan sus carreras tienen que estar cerca de ocho años pagando la deuda. Pudiéramos hablar de las personas denominadas “homeless, que viven en los parques, calles, túneles y donde puedan, de los niños que no tienen asegurada su alimentación, cerca de cinco millones. De los más de dos millones de inmigrantes deportados por Obama y los cerca de 150,000 que se encuentran en cárceles , esperando ser deportados.

 

Cómo pueden apreciar, la herencia de Obama, lo que el denomina su legado, no resulta muy beneficiosa para Hillary, en especial lo relacionado con las guerras que se están llevando a cabo en el Medio Oriente, la ocupación de países como Iraq y Afganistán, la apertura de nuevas bases militares en distintos países, incluyendo América Latina, la política agresiva contra Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua y el desarrollo de acciones de subversión político ideológica contra Cuba para tratar de derrocar la Revolución Cubana.

 

El “establishment” está de acuerdo y se beneficia con todo esto que hemos planteado. De ahí que necesita el sustituto de Obama les cuide sus intereses y para eso nadie mejor que Hillary Clinton, que es más manejable por ellos.

 

¿Cuál es el problema de Trump?

 

El “establishment “ no confía en Trump.  Independientemente de unas cuantas declaraciones realizadas por este, que están totalmente fuera de contexto, el mismo ha planteado situaciones, que de llegar a la presidencia y cumplir con lo que ha prometido, crearía serios problemas para el sistema y los grandes intereses que no están dispuestos a ceder ni un ápice de lo que en estos momentos controlan y tienen en sus manos.  Son el famoso 1 por ciento que margina al 99 por ciento.

 

La idea de Trump es precisamente sacrificar un poco las utilidades con el fin de mejorar el nivel de vida de la mayoría de la población, para clamarla y que no comiencen a pensar en cambios radicales en el sistema. Trump también defiende los intereses del “establishment” pero de una manera en la que la mayoría de la clase dominante no está de acuerdo. Es un pensamiento conservador más realista.

 

Trump ha planteado que no permitirá se continúen haciendo inversiones en otros países y que junto con ellas se exporten los puestos de trabajo que necesitan los ciudadanos estadounidenses. Una declaración contra los TPP, de los cuales Obama ha firmado unos cuantos. Esto afecta los intereses de los grandes capitales, que invierten en lugares donde la mano de obra es barata, donde la materia prima también pueden adquirirla a bajos precios y reciben excepciones de impuesto de los países  deseosos de fomentar inversiones para luchar contra el desempleo y que al menos parte de su población aumente el nivel de vida. Todo lo contrario a lo que sucede en Estados Unidos cuando esas inversiones se realizan en otros países.

 

Sobe las bases militares ha planeado algo por el estilo. Se cierran bases militares en Estados Unidos y se establecen en otros países. El plantea no abrir más bases militares en otros países y mantener la que existen en territorio estadounidense. Cuando se cierra una base militar los poblados cercanos a la misma sufren, sube el desempleo, bajan las ventas, la población entra en una difícil situación económica.  Cuando se abre una base en otro país es la población de ese país cercana a la base la que recibe los beneficios. Muchos en el Pentágono han planteado su desacuerdo con esto.

 

Trump ha planteado que es necesario revisar lo que Estados Unidos gasta en la OTAN, pues considera  que el país asume gastos que deben ser asumidos por los otros miembros. Ha planteado que Estados Unidos trata de implantar la democracia en países que no quieren esa democracia, eso cuesta dinero y considera que es algo debe determinar el país.  También ha hablado sobre las tropas en otros países, para cuidar el sistema de gobierno implantado en estos.  Dijo que el que quiera que Estados Unidos lo cuide, debe pagar los gastos que esto origine. Esto no agrada dentro del Complejo Militar Industrial.

 

Ha prometido que las mujeres en estado tendrán seis semanas de licencia por maternidad, algo que ahora no tienen y las que tengan niños que alimentar pagarán menos impuestos para poder hacer frente a estos gastos.  En reuniones con grupos de afro estadounidenses ha planteado su preocupación por los problemas económicos y forma de vida de los mismos prometiendo que se ocupará de eso cuando salga presidente.

 

Ha tenido un número de pronunciamientos poco populares, como el de  la muralla que planteó construirá en la frontera con México, muralla que ya existe sin que él tenga que construirla. Quizás pudiera modernizarla y elevarla unos cuantos metros más, pero en la frontera entre ambos países no solo existe la muralla y otras cercas perimetrales, sino que además existen puestos de vigilancia, equipos con perros, gran cantidad de oficiales de inmigración para vigilancia en vehículos, aviones, helicópteros  y hasta con drones.

 

La prensa del “establishment” está  llevando a cabo campañas contra Trump por el problema de los impuestos, sus manifestaciones de machismo, los inmigrantes de origen musulmán y otras situaciones, con el marcado propósito de afectar su imagen y restarle la mayor cantidad de votos posibles.  En esto se incluyen las encuestas que al situarlo en desventaja con Hillary tratan de crear una opinión contraria al mismo.

 

Algunos políticos del llamado Partido Republicano se han declarado contrarios a Trump y han ofrecido su apoyo a Hillary, esta es otra manifestación de lo peligroso que pudiera resultar Trump si llegara a la presidencia.  Estamos en presencia de un plan donde los ataque salen del campo enemigo y de los que se suponen son amigos, de los mayores órganos de la prensa establecida, de las principales firmas de Wall Street y los Bancos más poderosos, de los multimillonarios que organizan los Comités de Acción Política (PAC) en función de apoyar a Hillary.

 

No queda duda alguna, Hillary es la escogida por el “establishment” para resguardar sus intereses. Si por una extraña casualidad Trump pudiera derrotar a todas esas fuerzas que luchan contra su candidatura y  hace la mitad de lo que ha prometido, presenciaremos, al menos, tres interesantes años de serios cambios en la situación interna de Estados Unidos. 

 

La política exterior es otra cosa.


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