Jueces para la Democracia •  Opinión •  17/01/2017

Con ocasión de las opiniones vertidas a raíz de la STJUE del 21 de diciembre de 2016 sobre las cláusulas suelo

Con ocasión del fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea del pasado día 21 de diciembre sobre las cláusulas suelo, diversos sectores académicos y de la banca han realizado manifestaciones públicas tales como calificar dicha sentencia como un “asalto al tren del correo”, que los jueces se han confabulado con determinadas asociaciones de consumidores imputadas por delito, se han sumado a promover demandas contra las cláusulas suelo, en un “fenómeno de ataque a la banca”, arremetiendo contra los jueces que han planteado las sucesivas cuestiones prejudiciales que han desembocado en dicho fallo.

Jueces para la Democracia, como no puede ser de otro modo, respeta y alienta la libertad de expresión de los ciudadanos y ciudadanas en la crítica a la resoluciones judiciales, pero recuerda, como ha tenido ocasión de decir el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, que cualquier opinión vertida sobre el funcionamiento del sistema judicial y del personal a su servicio, no debe de atentar contra la confianza de los ciudadanos en la administración de justicia dentro de los parámetros de una sociedad democrática.

Juzgados y Tribunales se han limitado a poner en marcha los mecanismos e instrumentos jurídicos para depurar e interpretar el ordenamiento, de acuerdo la normativa legal española y europea.

Recordamos que la labor diaria de jueces y juezas se ha atenido en este caso, como en todos los sometidos a su conocimiento, a los parámetros de independencia y sometimiento a la Ley y al Derecho. Entre sus funciones se encuentra, según los Tratados de la UE y la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la UE, el planteamiento de la cuestiones prejudiciales con el resultado de todos conocido.

17 de enero de 2017.

El secretariado de Jueces para la Democracia.  


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