Fernando Dorado •  Opinión •  30/07/2016

¡No a la demagogia del plebiscito!

Popayán, julio 30 de 2016
 
Si en Colombia existiera un verdadero movimiento democrático se podría impulsar una campaña más radical y fuerte que podría decir:
 
¡No a la demagogia del plebiscito!
 
Ya en mayo de 2014 se derrotó a Uribe y se le ordenó a Santos y a las FARC que acordaran la terminación del conflicto armado.
 
¿Para qué van a gastar recursos económicos que hacen falta para la nutrición, la salud, la educación, etc.?
 
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Lo que ocurre es con el cuento de la «paz» y el «plebiscito», la gran burguesía colombiana y el imperio global necesitan distraer y engatusar a la población. En realidad es un simple «juego», un embuste, un artificio, una trampa, sobre todo ideológica. Es un distractor perfecto.
 
A la Gran Burguesía le interesa –ante todo–, que la gente menos dormida y más dispuesta a «despertar», o sea, más o menos el 15% de la población (entre ellos la «izquierda» y los «progresistas»), se entretenga con ese «señuelo» mientras ellos pueden resolver, atenuar u ocultar temporalmente sus graves problemas económicos, que son:

  • Bajísima rentabilidad del capital
  • Enorme y creciente deuda pública
  • Inmanejable déficit fiscal
  • Nula inversión interna y externa
  • Desequilibrio total en la balanza de pagos (caída de las exportaciones y disparada de importaciones caras por la devaluación de la moneda – dólar caro)
  • Crisis en bancos y entidades financieras con amenaza de quiebras que ha empezado por cooperativas que manejan cartera de libranzas 
  • Consumo a la baja y gente con deudas impagas
  • Inflación hacia arriba y carestía
  • Desempleo en ascenso
  • Necesidad urgente de una nueva Reforma Tributaria (nuevos impuestos a la población, especialmente a los profesionales y clases medias con aumento del IVA y fuertes gravámenes a las rentas de trabajo). Se darán las formas de rebajarle impuestos al gran capital.
  • En general, les urge crear condiciones para una mayor entrega de nuestras riquezas al gran capital, ahora ya no sólo en el campo de la extracción de recursos naturales (petróleo, oro, carbón) sino en la «Nueva Economía» (industria, agricultura, turismo y comercio).
Y entonces, tratan de convencer a la gente de que esté dispuesta a hacer más sacrificios, a no ser intolerantes ni conflictivos, a construir la paz y la convivencia en beneficio de la “patria”.
 
Uribe, en ese sentido, sólo es otra marioneta –con apariencia de ser disfuncional–, para hacer más creíble el sainete.
 
Y Santos le va a pedir al nuevo Fiscal General una «fuerte campaña contra la corrupción»…

 

¡Qué tal!
 
Fuente: https://aranandoelcieloyarandolatierra.blogspot.com.es/2016/07/no-la-demagogia-del-plebiscito.html#.V5z099KsW5x

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