Alejandro Teitelbaum •  Opinión •  09/07/2016

El territorio argentino en venta

El actual Gobierno argentino dictó hace poco un decreto “flexibilizando” la ley de tierras de 2011 a fin de facilitar aún más la compra de tierras por capitalistas extranjeros.

 

La ley de tierras aprobada en 2011 no impide globalmente dichas ventas, pues tiene numerosas brechas. Además, no afecta las operaciones terminadas antes de su sanción. (Para más detalles véase: http://argentina.indymedia.org/news/2011/09/794040.php ).

 

Según la Federación Agraria Argentina unos 300 mil kilómetros cuadrados (el 10% del territorio nacional) están en manos de extranjeros (equivalente a la superficie de toda la Provincia de Buenos Aires). Hay por lo menos dos aeropuertos extranjeros construidos en la Patagonia, sin que puedan ser detectados por los radares argentinos, ya que éstos o son obsoletos o no existen en la región.

 

Un aeropuerto construido por Lewis, que está a nombre de un argentino de apellido Van Ditmar , cuya pista es tan larga como la de Aeroparque de Buenos Aires, desde donde se puede entrar y sacar  del territorio cualquier tipo de material. Lewis posee 14000 hectáreas en Chubut, que incluyen el Lago Escondido.

 

El terrateniente más grande es en grupo familiar italiano y multinacional Benetton, que posee 900 mil hectáreasDesde hace 15 años, cada vez son más numerosos los extranjeros que compran vastas extensiones de tierras, desplazando a las familias tradicionales de la oligarquía argentina. «Tenemos tierra en exceso», declaró en los años ’90 el Presidente Carlos Menem, invitando a corporaciones extranjeras y a particulares a invertir. Desde 2002, la devaluación del peso, otrora vinculado al dólar, implicó un cambio favorable, acelerando un proceso de venta desenfrenado y sin control.

 

«En las provincias de Santiago del Estero y el Chaco, la hectárea cuesta lo mismo que una hamburguesa», decían los periodistas Andrés Klipphan y Daniel Enz, autores de «Tierras, S.A.», una investigación realizada durante tres años por todo el país. «Se puede comprar lo que quiera, en cualquier lugar, si se tiene el capital suficiente, incluso en los parques nacionales», asegura Gonzalo Sánchez, autor de «La Patagonia vendida», que entrevistó a la mayoría de los extranjeros que han comprado tierras en el sur, que representa la tercera parte del territorio nacional y contiene sus principales riquezas: energía hidroeléctrica, 80% del petróleo y gas natural y una de las grandes reservas de agua dulce del planeta. Esta región se ha convertido en el paraíso de millonarios extranjeros que, según los autores de «Tierras, S.A.», «se han beneficiado de la actitud flexible de los diferentes gobiernos nacionales y provinciales para adquirir millones de hectáreas y recursos no renovables, sin restricciones y a precios módicos».

 

El vicepresidente de AOL Time Warner y fundador de la cadena CNN, Ted Turner, posee 45 mil hectáreas en la región. El belga Huber Grosse compró 11 mil hectáreas en la provincia de Río Negro, donde los turistas ricos van a jugar polo y golf.

 

«La Patagonia me recuerda al Texas de los años’50», asegura Ward Lay, magnate de las papas fritas y amigo de George W. Bush, que se compró miles de hectáreas en esa provincia y viñedos en Mendoza. El cantante Florent Pagny vive parte del año entre sus dos estancias de la provincia de Chubut. Estos nuevos terratenientes tienen frecuentes altercados con las comunidades indígenas, que los acusan de apropiarse de las tierras de sus ancestros. Los habitantes de la Patagonia se quejan también de no tener acceso libre a algunos lagos y senderos en las montañas donde se encuentran las propiedades privadas.

 

Los actores Robert Duvall, Richard Gere y Matt Damon son propietarios de varias estancias en las provincias norteñas de Tucumán, Salta y Jujuy. Grandes grupos vinícolas franceses, españoles e italianos se han instalado en Mendoza, al pie de la cordillera de los Andes, que ofrece tierras y un clima excepcional para el cultivo de la vid. Ahí, la hectárea vale diez veces menos que en California. Grandes grupos mineros, en su mayoría canadienses, explotan minas de oro y plata en las provincias de San Juan, La Rioja y Santa Cruz. Entre los inversionistas figura Bill Gates. Los nuevos ricos argentinos, principalmente estrellas del espectáculo y del deporte, pero también políticos, constituyen a su vez una nueva burguesía terrateniente. El jugador de básquetbol Emanuel Ginobili, estrella de los Spurs de San Antonio en la NBA, invirtió más de dos millones de dólares en proyectos turísticos de gran lujo en las costas del río Negro y en la ribera del lago Correntoso, en la Patagonia. El futbolista Gabriel Batistuta, ex delantero de la Fiorentina, se ha convertido en uno de los grandes terratenientes de la fértil provincia de Santa Fe.

 

Lista (publicada en 2008 por Marcelo Mangiante) de la cantidad de territorio argentino vendido a extranjeros:

 

Mendoza: 250.000 hectáreas (equivalente a 12 veces la superficie de la Capital Federal), compradas por empresarios de Malasia, con gente adentro, además de miles vendidas y ofrecidas a capitales chinos y españoles. Vendidas: 500.000 hectáreas. En venta: 800.000 hectáreas. San Luis: 40.000 hectáreas compradas por empresarios italianos. En venta: 850.000 hs. San Juan: 2.000.000 de hectáreas en venta, más del 20% de la provincia incluyendo la frontera con Chile. Catamarca: Se venden campos del tamaño de la Isla Gran Malvina a U$S 8.- la hectárea (el precio de un ‘Big Mac’ en EEUU) Vendidas: 100.000 hectáreas a un grupo holandés. En venta: 1.600.000 hectáreas. Misiones: 172.000 hectáreas de la selva Paranaense (única en el mundo), taladas por la empresa Alto Paraná, propiedad del grupo Arauco de Chile. Formosa, Chaco y Corrientes: 1.400.000 hectáreas en manos de capitales australianos. Santa Fe: tierras compradas por EEUU. Entre Ríos: Vendidas 100.000 hectáreas. En venta 150.000 hectáreas. Santiago del Estero, Tucumán y La Rioja: Vendidas: 120.000 hectáreas. En venta: 1.300.000 hectáreas. Salta: 2.400.000 hectáreas en venta, entre ellas se encuentra la finca Jasimana en el corazón de los valles calchaquíes, equivalente a 65 veces la superficie de la Capital Federal. En total, en venta y vendidas 13.000.000 de hectáreas.

 

En Patagonia se vendieron tierras que incluyen lagos, ríos, fronteras, animales, aún en zonas fronterizas de seguridad. Tierra del Fuego, 100.000 hectáreas de bosque (el más austral del mundo), compradas por una corporación de EEUU que intenta talarlas. Cada planta tarda decenas de años en crecer debido a las condiciones climáticas. Chubut: 20.000 hectáreas compradas y cercadas por alemanes, que incluían la reserva de Mapuches más grande del país, que fue desplazada y despojada de las mejores pasturas para alimentar ganado. Santa Cruz: las estancias (80.000 hectáreas), Monte León, Don Aike, El Rincón, y Sol de Mayo (cordillera), comprada por el terrateniente Douglas Tompkins de EEUU, quién pretende apoderarse de las reservas de agua potable más puras del planeta, formadas por la cuenca de los hielos continentales patagónicos, que desembocan en su mayoría en el río más caudaloso de Patagonia, el Rio Santa Cruz.

 

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