Alternativa Socialista •  Opinión •  09/07/2016

Comunicado de Alternativa Socialista (cli-as)

Alternativa Socialista (cli-as)

PROPONE ABRIR EL DEBATE EN TODAS LAS INSTANCIAS

La resaca de los resultados electorales  del 26J ha puesto sobre el tablero de las estrategias y de las tácticas la necesidad de un amplio debate sobre las alianzas políticas capaces de resolver la situación de continuismo y desgobierno. Debate que se debe llevar a cabo en todos los partidos del cambio y en muy en particular en las coaliciones electorales, como es el caso de las instancias de Unidos Podemos, a las que pertenecemos como coaligados electorales y en las que queremos poder impulsar el debate. Debate libre que debe incluir, sin censura ni exclusión  de ningún tipo, los grandes y graves problemas de nuestra época; ya que todos ellos hacen al caso a la aspiración colectiva que se resume en los procesos constituyentes – de constituyentes- que apuntan a la conquista de la soberanía popular. El derecho a decidir sobre sus asuntos compete en primer término a los trabajadores y sus organizaciones, quienes desean la conquista de la  independencia de sus  partidos y sindicatos, que reclamándose de sus intereses se someten sin embargo en las cuestiones fundamentales  a la razón de Estado. Cuarenta años de políticas de consenso ponen de manifiesto que sin independencia de sus organizaciones respecto al Estado los trabajadores no pueden defender libremente sus derechos y aspiraciones.

Las ilusiones y las desilusiones electorales, siendo algo más que la expresión de un estado de ánimo, no son el punto de partida de ninguna reflexión seria. Echar la culpa a la gente, como se está haciendo insistentemente respecto  los resultados electorales,  con todo tipo de descalificaciones contra los trabajadores, contra los jubilados, contra los pueblos…, son un refrito de acusaciones  sin fundamento, siendo un recurso tan fácil como deshonesto. Y todo ello por no querer ir al fondo de la situación.

Las razones de fondo del retroceso que representan los resultados del 26J sobre el 20D son las relativas a la existencia material de una  desmovilización social planificada, que ha fomentado la no participación en unas elecciones amañadas por los medios contra la gente. Retroceso apañado por el alejamiento de las opciones de izquierda, de los sentimientos y aspiraciones de la mayoría, y por la misma división política de las izquierdas y de estas con los representantes de las candidaturas que se reclaman de los derechos democráticos y nacionales. Nadie puede negar  la ausencia en los programas políticos de las izquierdas  de verdaderas soluciones a los principales problemas, de ausencia de salidas democráticas  reales al bloqueo económico y  político general .Razones sobran para entender, por tanto, el retroceso sin echar la culpa a quienes no la tienen.

La alianza de las diferentes expresiones que se reclaman de las izquierdas y de las izquierdas con los sectores del nacionalismo democrático que reclaman la soberanía popular,  son la única y amplia base social sobre la que sí se puede asentar una salida política que pasa por  la expulsión de Rajoy y su partido del gobierno y por  la necesaria ruptura con las políticas impuestas por la Troika y la OTAN: las políticas impuestas de forma antidemocrática de austeridad, deuda y guerra. Estamos ante una nueva versión del keynesianismo, entendido como una brutal inversión pública en salvar, no a las personas, sino a los bancos, el Ibex, las bolsas y ante un repunte del gasto militar y bélico. Guerras y armas, bancos privados y fondos especulativos, son sus soluciones a nivel Europeo UE y OTAN, auspiciadas por los verdaderos patronos.

El Brexit que ha convulsionado todas las instancias, constata el agotamiento histórico de todo un periodo que abarca 50 años, y que expresa el agotamiento material y moral del modelo que representa la Unión Europea, el modelo antidemocrático y especulativo copado por  los banqueros y burócratas contra los pueblos de Europa. Al levantar sus propias exigencias la mayoría se ha visto en la necesidad de desoír a los dirigentes sindicales y políticos de sus propias organizaciones, sometidas a la razón de Estado. Todos lo sabemos: La mayoría no puede hacer su unidad al margen de sus propias exigencias y aspiraciones, que pasan por el libre ejercicio de la soberanía popular. La UE, sostenida durante décadas en la colaboración entre populares y socialdemócratas (socioliberales), solo representa el retroceso y la división de Europa. Mientras que las multinacionales actúan al margen y por encima la UE creando ya otros mecanismos como el MEDE y el TTIP mediante los cuales piensan regular y controlar, no solo el mercado, sino la política.

 La ruptura con la UE y sus planes de destrucción económica, regresión social y contrarreforma política ya se demanda en las manifestaciones de Francia por la anulación de la contrarreforma laboral, como también se demanda en Italia para que el pueblo pueda decidir como en Gran Bretaña.

Pese al retroceso electoral en las elecciones del 26J la derecha franquista no tiene la mayoría necesaria para investir a Rajoy , por tanto no puede volver a gobernar si nadie le da su apoyo y colaboración; situación que viene a prolongar la larga crisis política e institucional , lo  que aconseja un primer acuerdo político que es fundamento de toda posible alianza política de la mayoría social, que se resume en: que ninguna expresión política que se reclame de la democracia apoye o se abstenga de  la candidatura de Rajoy y de un posible  gobierno continuista del PP.

¡Ningún apoyo, ninguna colaboración con el partido de la contrarreforma y la corrupción!

El mandato popular de las reivindicaciones y aspiraciones sociales y democráticas se sigue agitando en el primer plano de la actualidad, ese es  el gran activo y punto de partida  de la lucha por el cambio político, que no puede disociarse de la ruptura con las leyes e instituciones del régimen continuista del franquismo .El 26J enseña a la mayoría que para hacer tortilla hay que romper los huevos, y que romper los huevos es sinónimo de la necesidad ineludible de las cúpulas de la izquierda de romper con las leyes e instituciones del franquismo coronado.

Constatamos que existe una mayoría social de más de catorce millones de personas sobre la que sí es posible construir una Alianza de verdadero cambio político y social. Desde Alternativa Socialista (cli-AS) abogamos por abrir la discusión  entre todos, sin ninguna exclusión, para avanzar (entre todos) en esa vía, para forjar una verdadera conjunción y acción conjunta de la mayoría social al objeto de salir airosos, con soluciones de la crisis de desgobierno y de la estrategia de Rajoy, exitosa hasta ahora de dividir a las fuerzas del progreso.


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