Rómulo Pardo Silva •  Opinión •  30/06/2016

El Brexit un conflicto entre capitalistas

No hay razón para que la izquierda socialista tome bando por la unión económica o la economía nacional de las potencias. Ninguna de las partes piensa en los pobres de la humanidad sino en ellos mismos.

 

Como socialista, marxista e internacionalista digo sí a avanzar en la construcción hacia una humanidad reunida en una polis universal que sea capaz de enfrentar los grandes desafíos que plantea el capitalismo entrelazado con la persistencia regresiva de los estados nación para la raza humana: la desigualdad creciente, el cambio climático, el hambre, las guerras, los refugiados de diversa índole, etc. Por eso digo sí a la Unión Europea. Por eso me declaro con más intensidad que nunca como militante del proyecto europeo de integración política, porque pese a todo lo malo que hay que solucionar, las otras opciones son mucho peores y plantean un escenario fértil para las divisiones de la clase trabajadora y por ende, de la mayoría de la humanidad. Por no hablar del reavivamiento de las posibilidades de nuevas y temibles guerras fraticidas.  [Jon E. Illescas, Rebelión]

 

Después de una campaña no exenta de los miedos y amenazas que ejercitan los poderes políticos y económicos ante los ciudadanos cuando sienten que sus objetivos corren peligro, el pueblo británico ha decidido con holgura recuperar su plena soberanía y tener en sus manos su destino y su futuro apostando por el Brexit. [Declaración de Socialismo 21 sobre la victoria del Brexit, Rebelión]

Habrá consecuencias que parecen serán duras para todo el mundo. Es lo que pasa siempre con las políticas que adoptan en el norte rico.

El cambio climático, la depredación de los mares, selvas, pueblos, los bombardeos de países, las dictaduras, 65,3 millones de personas internas o externamente desplazadas, provienen de ellas. Integrados o no.

 

Los británicos de la salida quieren consumir más. Los europeos por la unión lo mismo. Ningún lado habla de solidaridad, decrecimiento, sostenibilidad. Es capitalismo no socialismo.

 

Se ha argumentado una amenaza de guerra por el exit. Antes del referendo instalaron el asedio a Rusia y China, la guerra fría.

 

Se dice que en los países del sur disminuirán los ingresos por sus materias primas, se afectará la inversión extranjera, aumentará la pobreza. En 2008 eso sucedió importado de la Unión Europea y Estados Unidos. 

 

Es posible que ahora sea peor por la salida británica. Pero la crisis sistémica era previsible y esperada por su acumulación de riqueza en el 1%, las deudas estatales y privadas, la débil demanda para el volumen de oferta, la circulación de activos millonarios sin respaldo…

Sería un error criticar una causa y ser comprensivos con la otra.   

 

La izquierda socialista tiene que analizar y explicar el cambio desde su propuesta. No inclinarse por la élite global ni tampoco por los trabajadores que quieren volver a un bienestar perdido en el capitalismo.  

Los UE, UK, OTAN, FM, EEUU… son elementos del norte que explota al sur.

 

Los intereses de los pobres de África, América Latina, Asia, no estaban presentes cuando se votó salir o permanecer en la UE. Fue un tema estrictamente europeo.

 

Por un Movimiento para una nueva civilización, sustentable-solidaria

 

romulo.pardo@gmail.com  

 

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