Emilio Pizocaro •  Opinión •  24/10/2016

¿ Porque hoy más que nunca los militantes socialistas españoles deben aprender del coraje de Salvador Allende?

No se equivocan quienes afirman que este domingo 23 de octubre se ha vivido un momento histórico en la calle Ferraz . Al resolver votar por la abstención los barones del  PSOE han dado un enorme vuelco político ; por primera vez , en su larga historia partidaria, la élite dirigente entregará la llave del gobierno al presidente de un partido conservador calificado por instancias policiales como una organización criminal .

Pero eso no es todo, ni mucho menos, la decisión del “Susanismo” tendrán inevitablemente efectos sísmicos porque profundizará la profunda crisis que vive el Partido y colocará a sus militantes en una grave encrucijada.

A pesar de los arrestos de independencia de los socialistas catalanes, todo indica que la inefable Susana Díaz impondrán la disciplina partidaria y los diputados partidarios del No es NO terminarán bajando la cerviz  (pese que sus votos superaron el 40 por ciento del Comité Federal). Al fin y al cabo, la mayoría de estos diputados necesitan sus cupos parlamentarios para sobrevivir políticamente : o por lo menos eso creen.

La siguiente historia puede demostrar que la cobardía política muy pocas veces da beneficios; ocurrió allá por el año 1952 en un pequeño país – ubicado en el culo del mundo- cuando un socialista llamado Salvador Allende se atrevió a saltar la disciplina de su partido.

En esa época el Partido Socialista de Chile decidió apoyar en las elecciones presidenciales a un ex-militar populista y de centro derecha , el general Carlos Ibáñez del Campo; el entonces senador Salvador Allende se resistió acatar esta resolución que calificó de oportunista y falta de principios.

Fue un momento difícil; había que dividir el partido que ayudó a fundar, pero el Doctor Allende se atrevió y dio el salto, cruzó el Rubicón. Se fue del Partido Socialista oficial, formó el Partido Socialista Popular, se unió a otras fuerzas de izquierda y se presentó a las elecciones como candidato a Presidente. Obtuvo un magro 5,4 por ciento, pero logró levantar una alternativa contra la oligarquía criolla. En las siguientes elecciones perdió por solo 10 mil votos la presidencia de la República que finalmente ganó el 4 de Septiembre de 1970: su triunfo fue producto de la perseverancia, honestidad y consecuencia política.

Visto lo visto, los diputados socialistas del NO la tendrán muy difícil de ahora en adelante. La abstención del “Susanismo” no solo implica que gobierne Rajoy también involucra votar a favor de los presupuestos generales y la consiguiente política de recortes impuesta por Bruselas.

Por tanto, son farisaicos aquellos que argumentan que harán una oposición dura a Rajoy . En España el presidente del gobierno tiene la potestad de llamar a elecciones cuando estime conveniente. Este puro hecho coloca una espada de Damocles al PSOE, porque si Rajoy ve que sus leyes no son aprobadas , tardará muy poco en llamar a nuevos comicios  dejando al PSOE en una posición irrelevante.

No nos engañemos, la resolución del Comité Federal es una rendición en toda regla. Es el primer paso para un gobierno que en la práctica será un “gobierno de gran coalición del PP, PSOE y Ciudadanos” . Después de mucho juego de media cancha  el equipo del IBEX 35 ganó por goleada, lo que pasó es que el maletín y las puertas giratorias se pasearon por los camarines de un equipo contrincante que dejó la portería descubierta.

¿En estas circunstancias que pueden hacer militantes y dirigentes de base del Partido Socialista Obrero Español? Parece que a esta altura del partido las explicaciones torticeras ya no valen para los votantes. Se acerca la hora de las definiciones.

 ¿Serán capaces los socialistas españoles de dar el salto que dio en su momento Salvador Allende? No lo sabemos , tampoco sabemos si existe el coraje político de Allende en algún dirigente importante español. Sin embargo , sí creemos que esta cerca el día que la militancia recupere la dignidad socialista , esa dignidad inquebrantable, del obrero tipógrafo que fundó el partido.

 


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