Europa Laica •  Opinión •  21/11/2022

En conmemoración del día internacional de la infancia proclamado por la ONU

El 20 de noviembre se conmemora anualmente el Día Internacional de la Infancia (asi se le nombra) en referencia a que en esa fecha del año 1959 la Asamblea de la ONU aprobó por unanimidad de sus 78 miembros la Declaración Universal de los Derechos del Niño, que recogía y ampliaba la Declaración de Ginebra de 1924.Tras posteriores años de trabajo, ese mismo día pero de 1989 la ONU aprobó lo que es la actual Convención de Derechos del Niño, un tratado internacional de Derechos Humanos, de obligado cumplimiento para los 196 países firmantes, que entró en vigor el 3 de Septiembre de 1990, siendo ratificado por España en ese mismo año.

Europa Laica se suma a la recomendación de la ONU de difundir estos derechos y demandar su cumplimiento en todos los países, aprovechando este día de conmemoración para reiterar esta demanda.

En este sentido reclamamos insistentemente el cumplimiento del principio 10 de la Declaración: “el niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la discriminación social, religiosa o de cualquier otra índole. Debe ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad”, lo que nos lleva a denunciar el adoctrinamiento a que se ven sometidos al día de hoy millones de niños y niñas de todo el mundo, como es el caso de nuestro país donde una buena parte de los centros educativos predican y transmiten idearios propios dogmáticos y sectarios, en clara contradicción con el derecho a una educación abierta, inclusiva y tolerante.

Europa Laica exige del Gobierno de España el cumplimiento de la Convención de Derechos del Niño garantizando la educación en los valores de los Derechos Humanos proclamados en la Carta de Naciones Unidas, y en particular en un espíritu de “paz, dignidad, tolerancia, libertad, igualdad y solidaridad”. Esto obliga a implantar una educación pública, laica, universal, inclusiva y de calidad, a la vez que a padres, madres y tutores a velar para que sus hijos e hijas reciban esa educación.

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Europa Laica demanda el cumplimiento del artículo 14 de la Convención que garantiza el derecho que tienen los niños y niñas a la libertad de pensamiento, conciencia y religión, una exigencia que obliga tanto al Estado como a las familias y representantes. Los niños y niñas no son propiedad de los padres ni del Estado, debiendo estar protegidos por uno y otros para facilitar su propio desarrollo en libertad, siendo considerados como sujetos de pleno derecho que deben ser respetados y poder ejercerlos de forma paulatina según su edad y grado de madurez.

El papel de la familia es acompañar y ayudar en esa evolución, no la de imponer sus propias convicciones, para lo cual la propia Convención considera como criterio prioritario de actuación “el interés superior del menor”. En España todavía se le impone una religión al 50% de las criaturas recién nacidas, y un 30% de niños y niñas son escolarizados por sus representantes en centros religiosos, condicionando su libertad de conciencia y el desarrollo libre de su pensamiento.

Son varios los frentes donde es necesario exigir el cumplimiento de estos Derechos de la Infancia, como en la educación, en los medios de comunicación, en la cultura y tecnologías digitales, y otros. En el camino de avanzar en ese interés, Europa Laica dispone de una propuesta articulada de Ley del derecho a la Libertad de Conciencia, que contempla los derechos de la infancia y que, entre otras, exige al Gobierno la denuncia y derogación de los Acuerdos con la Santa Sede, y con otras confesiones, para sacar las catequesis religiosas de los programas y de los centros educativos así como impedir la proliferación de centros con idearios particulares y excluyentes, sean o no financiados con dinero público.


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