Geovani Montalvo •  24/05/2019

Cuarta revolución industrial y la transformación digital de la izquierda

Cuarta revolución industrial y la transformación digital de la izquierda

La cuarta revolución industrial está marcada por la Inteligencia Artificial (IA), el Big Data, la cultura nativa digital, nuevos ecosistemas informativos y una nueva forma de organización de los medios de producción.

La primera revolución industrial abarcó aproximadamente de 1740 a 1840, la segunda entre finales del siglo XIX y principios del XX, la tercera inició en la década de 1960 conocida como la revolución digital o del ordenador y del internet que tuvo su auge en la década de 1900.

Para la cuarta revolución industrial no hay aún una fecha específica de inicio de esta nueva etapa de evolución tecnológica-económica de la humanidad, sin embargo, habría comenzado hace menos de una década y en algunos países irrumpió, primero, en las Tecnologías de Información y Comunicación, logrando incidir incluso en los procesos electorales y las formas de hacer política.

No obstante, no sólo consiste en maquinas y sistemas inteligentes conectados, su alcance es más amplio. Según Klaus Schwab, es la fusión de estas tecnologías y su interacción a través de los dominios físicos, digitales y biológicos, lo que hace que la cuarta revolución industrial sea fundamentalmente diferente a las anteriores.

Inevitablemente surge un nuevo paradigma de construcción social y cultural para la izquierda ¿Cuál es el sujeto político de la cuarta revolución industrial?

Mientras el proto-humano de las primeras revoluciones industriales, su arquetipo, desde un punto de vista político y antropológico, fue el líder sindical-obrero; el proto-humano de la Cuarta Revolución Industrial, el sujeto político transformador, son makers, hackers, activistas digitales, artistas, emprendedores sociales, o todo al mismo tiempo.

Asimismo, tal como lo señala Raúl Oliván Cortés, los gobiernos están siendo escrutados en tiempo real por millones de ciudadanos conectados a golpe de like it.

La presión social en este sentido es tan fuerte y exponencial, que ningún gobierno que desee cierta estabilidad puede eludir durante los próximos años una agenda valiente de transparencia, datos abiertos, administración electrónica y gestión inteligente de los recursos.

Las izquierdas en todo el mundo han tenido un proceso de acumulación política y social importante, a tal grado que, en América Latina muchos partidos de izquierda ganaron elecciones presidenciales en las décadas de 1990 y 2000.

No obstante, experimentamos ahora el crecimiento del populismo y la crisis de desacumulación de la izquierda. ¿Cómo es que estos sectores de la clase trabajadora votan a la ultraderecha y no a partidos tradicionalmente enraizados en las clases trabajadoras, como son la mayoría de partidos de izquierdas?

La Cuarta Revolución Industrial debería servir de no sólo de crisis para las izquierdas, sino como una oportunidad, en el campo de la transformación digital, para renovar las técnicas y métodos, sin perder la identidad propia, pero si innovando en las nuevas formas de comunicación, con el fin de seguir la agenda de transformación contra el capitalismo mundial.