Dr. Néstor García Iturbe •  13/06/2017

Cuba.-EU.- ¿Qué dirá Trump sobre Cuba?

Existe  expectación en un buen número de personas, especialmente en Cuba y en Miami, sobre lo que Trump pudiera decir en relación con nuestra isla en las declaraciones  se plantea realizará próximamente en la ciudad floridana.

Algunos desean que esas declaraciones provoquen el Armagedón y que todo lo que se ha avanzado en las relaciones entre los dos países quede sin efecto y volvamos a la época en que la hostilidad sea el principal motivo que rijan las mismas.

Otros, que considero tienen un criterio más objetivo, plantean que habrá algunos cambios en lo que estableció Obama, pero muchos asuntos se mantendrán como hasta ahora, especialmente aquellos que pudieran afectar utilidades de las empresas, los empleos, el orden en la política migratoria y las campañas contra Cuba, como lo relacionado a las libertades religiosas, los llamados presos políticos, los derechos humanos y la subversión política ideológica.

No debe sorprendernos, según  las “bolas” que corren por la Calle 8, que se agreguen algunos asuntos a los reclamos estadounidenses, entre los cuales pudieran estar el  exigir que sean entregados  a Estados Unidos personas que se  considera tienen deudas con la justicia en dicho país, se impongan sanciones y limitaciones de visa a ciertos funcionarios cubanos y se actúe contra la entrada en Estados Unidos del Ron Havana Club. El problema de las reclamaciones es otro que también se ha tratado de incluir en este discurso de Trump, que si incluye todos los deseos miamenses, durará cerca de tres horas.

En relación con algo de lo planteado en la Radio Bemba miamense, pudiéramos decir que también en Estados Unidos se refugian personas que tiene deudas con la justicia cubana, muchos de ellos por haber cometido actos de terrorismo, en o contra la isla y sus ciudadanos, no creo que exista el interés de enviar esos terroristas a Cuba para que sean juzgados, el interés principal del gobierno del país norteño radica en  Joanne Chesimard, mujer, militante de una organización que lucha por los derechos de los negros, a la cual se le acusa injustamente de haber cometido un crimen, la cual ellos dicen que se encuentra en Cuba.

En cuanto a las limitaciones y sanciones, es posible que salga nuevamente lo tantas veces planteado que los alimentos que compre Cuba y si logra comprar alguna medicina en aquel país, no podrán estos destinarse a instalaciones militares. En cuanto al turismo se dice están pensando en prohibir negocios con Gaviota, por ellos considerar que es el MINFAR el que  dirige esta empresa, de ahí pudiera deducirse que la limitaciones de visa y sanciones serían a funcionarios que ahora ocupan cargos civiles en nuestro gobierno, pero provienen de las Fuerzas Armadas.

Lo del Ron Havana Club es un problema de negocio, pues la firma Bacardí se siente fuertemente afectada y es precisamente la que entrega grandes cantidades de dinero a las campañas electorales de los políticos estadounidenses de origen cubano. Este es el momento de pagar la deuda y los empresarios entienden que los políticos tiene suficiente influencia en Trump para que haga algo al efecto, si esto fuera posible.

Las reclamaciones financieras entre ambos países pudiera ser otro tema tocado por Trump.  Es cierto que este es un problema a largo plazo, pues Estados Unidos reclama 8 billones a Cuba y nosotros les reclamamos 120 billones a ellos, sin embargo el discurso de Miami pudiera darle la oportunidad a Trump de plantear que

aquellos cubanos cuya propiedades fueron nacionalizadas, viajaron a la “tierra de la democracia” y se hicieron ciudadanos estadounidenses, serán incluidos en las reclamaciones que presentan.

Muchos de estos asuntos, como ya planteamos en este propio artículo , son “bolas”, que los interesados ponen entre los posible pronunciamientos que pudiera hacer Trump para tratar de que lleguen a sus oídos y las tome en consideración. Los encargados de tratar de hacer esto son los Congresistas de origen cubano que últimamente se han mostrado mas cercanos a Trump.

Existen otros elementos que no pueden quedar fuera del análisis, el primero es el propio Trump, bastante difícil de pronosticar.  El segundo, en mi opinión es Greenblatt, el del abuelo cubano, según él, segundo de la Corporación Trump, designado como negociador del presidente, El tercero Sonny Perdue, nombrado recientemente por Trump como Secretario de Agricultura que en varias oportunidades ha mencionado los beneficios que se obtendrían del comercio agrícola con Cuba.

Trump, como siempre, puede sorprender.  Explicar que su política mantendrá todo aquello que implique beneficios económicos para Estados Unidos, incremento   de los empleos, posibilidades de incrementar el comercio ( que beneficiaría en algo la balanza comercial negativa que presenta Estados Unidos), mantener un sistema  que asegure la inmigración ordenada de personas y el intercambio entre entidades civiles de ambos países.

Otros asunto se interés  (Ron Havana Club) deberán ser analizados más profundamente, sobre lo cual se informará en la medida que se decida qué hacer.

Mantendrá su apoyo a lo que luchan en Cuba por las “libertades”, los “derechos humanos” y la liberación de los “presos políticos”. Reclamará el envío a Estados Unidos de los fugitivos de la justicia que pudieran estar refugiados en Cuba. Sobre todo esto ordenará iniciar de inmediato conversaciones con el gobierno cubano.

Esto último lo dejará para el final, como buen comunicador que es, para dejar una buena impresión en el auditorio, que debe sentirse complacido con lo planteado de mantener un grado de hostilidad hacia Cuba.

Puedo equivocarme, el errar es de humanos y sobre todo de humanos que dicen lo que consideran sucederá. 

El que no apuesta, no  pierde, pero tampoco gana.

13 de junio 2017