La nacionalización de las personas saharauis como primer paso para una rectificación de las políticas hacia el Sahara Occidental ocupado
- La diputada de Más Madrid por Sumar, Tesh Sidi, protagonizó ayer una intervención contundente contra el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en la que acusó al Ejecutivo de diluir los compromisos históricos de España con el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. «Ministro, la memoria tiene cosas preciosas como las que está pasando hoy, que una saharaui te interpele directamente después del giro de Pedro Sánchez en el año 2022. La memoria tiene estas cosas, porque la memoria y el tiempo nos recuerda la importancia de la justicia«, afirmó Sidi, subrayando cómo la evolución de la posición oficial desde 2019 ha relegado esos principios frente a consideraciones estratégicas con Marruecos.
Las disputas parlamentarias sobre el Sáhara Occidental trajeron ayer un tenso intercambio en el Congreso de los Diputados, donde la diputada de Más Madrid por Sumar, Tesh Sidi, dirigió duras críticas al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, por lo que considera una estrategia del Gobierno socialista para eludir compromisos con el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui y, en paralelo, conservar la cercanía diplomática con Marruecos.
Sidi, diputada nacida en los campamentos de Tinduf, reprochó al ministro que evitara emplear el término “autodeterminación” en su intervención, optando por citar resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que, en su opinión, suavizan y desvían la cuestión fundamental del conflicto político y territorial. Según la diputada, este tipo de recursos lingüísticos -y la falta de claridad resultante- reflejan una postura más alineada con las demandas de Rabat que con los principios de justicia internacional que históricamente ha defendido España.
Patria, Dios y Rey: la política exterior de Marruecos; la patria no es solo el Sáhara Occidental. La hipoteca que está pagando España en política exterior👇🏽 pic.twitter.com/XJNW3A8q2w
— Tesh Sidi🇪🇭 (@teshsidi) December 10, 2025
En su intervención en el hemiciclo, Sidi afirmó que “el PSOE ha sido clave en promover la autonomía [del Sáhara], no de manera jurídica, pero sí política, alejándose de los valores de la izquierda y de los derechos de los pueblos oprimidos”, y denunció el bloqueo reiterado que su propio grupo está encontrando para que avance una norma que otorga la nacionalidad española a personas saharauis nacidas bajo administración española antes de 1976, un gesto que representa una reparación histórica ineludible.
La ley de nacionalidad saharaui, impulsada por Sumar y paralizada actualmente en la Comisión de Justicia del Congreso, se ha convertido en un símbolo de la fractura entre las prioridades del PSOE y las demandas de su socio de coalición. Desde Sumar se acusa al principal partido del Ejecutivo de recurrir a tretas procedimentales para impedir que la iniciativa avance, lo que, según sus defensores, equivale en la práctica a negarle a un pueblo enteramente desposeído de voz la posibilidad de reparar décadas de injusticia política y administrativa.
La proposición de ley fue admitida a trámite pero permanece estancada en la Comisión de Justicia, donde el PSOE la somete a otro de sus sueños injustos. Es el diputado del PSOE Joaquín Martínez Salmerón quien debe poner en marcha el debate para permitir que la ley siga su procedimiento, cosa que no hace porque esta comisión cuenta con potestad legislativa. Si se desbloquea la norma en comisión, es previsible que esta salga adelante con los votos de Sumar, PP y el resto de socios de investidura. Incluso desde El Periódico señalan abiertamente que «fuentes de Sumar apuntan a que el ala socialista del Gobierno les traslada directamente que es el ministerio de Exteriores, José Manuel Albares , quien está frenando el avance de esta tramitación».
Precisamente, El Periódico recurrió en su titular de ayer al término “Pinza de PP y Sumar” para describir determinadas dinámicas entre grupos parlamentarios frente al bloqueo de iniciativas relacionadas con el Sáhara. La expresión remite a antiguos debates sobre acuerdos tácticos entre partidos de distinto signo -una fórmula que fue usada en el pasado para señalar pactos inesperados como el de la IU de Julio Anguita y el PP- tras optar Felipe González por un Gobierno con apoyo de CIU y despreciar a Izquierda Unida, y que hoy vuelve a la palestra, aunque con connotaciones distintas y con un uso intencionado que puede favorecer narrativas más cómodas para el PSOE, en detrimento de una descripción fiel del conflicto político y de los verdaderos intereses en juego.
Otros medios, como El Independiente, o similares del ala derecha-extrema-derecha, a quienes poco importa la autodeterminación del pueblo saharaui más allá de su utilización mediática para el desgaste del PSOE, o simplemente por su postura naturalmente xenófoba contra Marruecos, también publicaron alguna pieza al respecto. La de esta web, de vergüenza ajena solo en el titular: «la saharaui de Sumar«.
En la cámara baja, el rechazo tácito del PSOE a las iniciativas que enfatizan el derecho del pueblo saharaui ha reforzado la percepción de que el partido liderado por Pedro Sánchez prioriza las relaciones con Marruecos sobre compromisos éticos con procesos de descolonización sustentados en el derecho internacional. Esta orientación diplomática quedó patente en la reciente declaración conjunta con Rabat respaldada por España, a favor de un plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental como base para la resolución del conflicto.
No es de extrañar en un contexto en el que los países que salvaguardan la «democracia» a escala global, véase, EE.UU., la Unión Europea y otros aliados que colocan la lengua en lugares sucios -ano o suela de la bota- votan abstención en la Asamblea de la ONU sobre establecer un «Día Internacional contra el colonialismo en todas sus formas» para no alejarse demasiado del voto en contra del socio imperialista y de su perro en Oriente Medio.
Votación en la Asamblea de la ONU sobre el Día Internacional contra el colonialismo en todas sus formas:
— Olga Rodríguez Francisco ✍️ (@olgarodriguezfr) December 8, 2025
Votos en contra: Israel y Estados Unidos
A favor: 116
Abstenciones: 54, entre ellos todos los de la UE, Reino Unido, Australia, Canadá, Japón pic.twitter.com/2TNogEt5ZO
El punto de inflexión en la postura de Pedro Sánchez respecto a Marruecos y el Sahara Occidental se produjo en 2021, cuando el Ejecutivo español avaló por primera vez la propuesta marroquí para el territorio ilegalmente ocupado, alejándose así de la posición histórica que tanto el PSOE como el PP habían sostenido durante décadas en defensa del derecho del pueblo saharaui a decidir su propio futuro. Probablemente el cambio de orientación vino empujado por las presiones migratorias que Marruecos favoreció y que la prensa ultra acogió con bochornosas dosis de racismo. No es difícil tan difícil coaccionar a un partido que lleva la cobardía como seña de identidad en su ADN.
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