El largo pero lento brazo de la Justicia
Poco a poco, con lentitud pero implacablemente, los Tribunales van sacando a la luz el submundo de corrupción que parece infectar a demasiados Ayuntamientos españoles. Los últimos golpes son los de la operación “Guateque” (que, por cierto, afecta a una concejalía del Ayuntamiento de Madrid que algo tiene que ver con los problemas que le están surgiendo a la compañía CENTRO DE TRATAMIENTO DE INERTES S.L., inclusa en el conglomerado PEYBER; en el distrito madrileño de Villaverde) Y los del pueblo murciano de Totana.
No están parando aquí las cosas. Francisco Hernando, el “Pocero de Seseña”, está a punto de ingresar en prisión. Condenado, con sentencia firme, a cuatro años de prisión y multa de otros casi cuatro millones de euros por delitos contra la Hacienda Pública, ahora, según ha publicado “El País”, pide “tiempo” para reunir el dinero y dejar en suspenso la ejecución de la pena, mientras espera a ver qué pasa con su recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional.
Esto no ha impedido al constructor interponer una acción de reclamación patrimonial contra el Ayuntamiento de Seseña, por un total de dos millones y medio de euros, debido a que sus pisos del PAU de “El Quiñón” no se están vendiendo al ritmo esperado, cosa de la que es culpable, a su juicio, el citado Ayuntamiento.
Por otro lado, Carranque sigue proporcionando noticias a los medios de comunicación. Así, el semanario “Epoca” del 23 al 29 de noviembre del año en curso, publica a dos páginas y bajo el título “un alcalde socialista, en la rueda del delito” la noticia según la cual Alejandro Pompa ha sido reconocido por testigos como el individuo que hizo entrega y encargó el envío de una remesa de cartas que bajo el membrete PIP (Partido de los Intereses Particulares) fueron remitidas a los vecinos de Carranque durante la pasada campaña electoral. El asunto, según publica la revista, sigue siendo investigado por la policía judicial y por el Juzgado de Instrucción nº 4 de Illescas.