Arturo Aguirre •  Cultura •  20/05/2022

Adrián Bago, autor de Bibelots: “La tecnología se ha convertido en otro elemento alienante y no emancipador como nos prometían”

Estamos ante uno de los autores españoles de cómics más contundentes del presente, tanto por su obra, de la mano de Autsaider Cómics, como por su palabra. En esta entrevista nos habla del sentido de ser independiente en la actitud y ante un mercado que todo lo devora, como cuando dice que “Si viviéramos en una república democrática socialista donde los elementos que confeccionan el pueblo tuvieran voz y voto real otro gallo cantaría. Para empezar a nadie le faltaría la luz”.

Adrián Bago, autor de Bibelots: “La tecnología se ha convertido en otro elemento alienante y no emancipador como nos prometían”

Pregunta: – ¿Qué es Bibelots?

Respuesta: – Pues es una recopilación de historietas cortas, pero aspira a ser un cajón de sastre donde poder ir colocando tebeos cortos, algo así como una publicación regular donde pueda explayarme de las obsesiones que me asalten en cada momento. Que es la gran ventaja respecto a un tebeo largo, donde haces una apuesta sobre un tema y una forma y debes mantenerte a ella. En cambio, al trabajar en historietas más cortas se te permite más experimentación y prueba, el fallo no está tan mal visto, y eso para mí ego va muy bien.

P: – ¿Cómo era el cómic independiente americano de los 90? Háblanos también del concepto de revista de este género en esa época.

R: – Yo no puedo hablar de cómo era internamente el cómic allá puesto que sólo lo he disfrutado como lector y encima tarde ya que soy del 89. Pero de alguna forma se supo aprovechar la enorme crisis de las distribuidoras de comic mainstream (con todo el follón Image y demás) para explotar otro concepto de cómic basado en el autor y no tanto en los personajes (que bueno siempre había existido y ahí están los Crumb, etc.) así de alguna forma se acercaba el cómic a la literatura moderna, como pasar del folletín a la novela de autor. Siempre me gustó mucho el prólogo que hizo Jordi Costa para la primera edición de “Como un Guante de Seda Frojado en Hierro” de Clowes (la de grapa en Brut Comix) en la que equiparaba en la misma línea de flotación neurótica a Don Delillo con Clowes. Eso es algo que yo no había leído nunca. Y el concepto de revista que se manejaba ( y bueno hoy día hay autores como Rich Tomasso, Noah Van Sciver o Hyena Hell que se aprovechan del mismo formato) era el del formato popular y barato para tener un altavoz donde expresarte, no existía la neura actual por las novelas gráficas. Una de las cosas fascinantes de esas publicaciones es que prácticamente todo estaba bajo el control del autor, formato, diseño, etc… Me parece la forma más pura de cómic de autor, mucho más que las llamadas novelas gráficas que encuentras en Fnac.

P: – ¿El puritanismo acorrala al arte o su crecimiento es una oportunidad para la rebelión del artista?

R: – El puritanismo que vivimos ahora es tan sólo una manera del mercado para acorralar aquello que no le interesa, y como siempre el mercado lo hace de una forma perversa, haciendo creer a la gente que esas decisiones las toman ellos mismos, cuando en verdad las toman contra ellos mismos. Es fascinante, y aterradora, la complacencia que tiene la gente con el mercado y sus mecanismos de control. Ver que haya gente que pueda mantener una discusión defendiendo a una gran corporación como Netflix o Amazon sólo puede despertar pavor. Cualquier rastro de la contracultura ha desaparecido. Ahora sólo queda la pereza de la posmodernidad y su infantilismo.

P: – La precariedad es uno de tus temas. ¿El artista tiene que estar en problemas para poder ver la línea delgada que atraviesa la rutina?

R: – Proust era un autor acomodado y un genio que rozó lo absoluto con su pluma. Pero claro, Proust sólo ha habido uno. Para los mediocres que nos dedicamos a esto ayuda haber acariciado un poco la angustia real y material del mundo para poder sacar conclusiones veraces. A ver, que a mí nunca me ha faltado de nada, pero para pagar el alquiler y autónomos tengo que trabajar todos los meses, sólo vivo de mi trabajo, que es la diferencia fundamental entre clases.

P: – Se habla mucho del artista independiente, de la editorial independiente, de la librería independiente. Pero, ¿se es independiente solo por no formar parte de una corporación o es más un asunto de actitud ante la forma como se ejecuta y comunica un trabajo?

R: – Creo sinceramente que cuando una creación es verdaderamente independiente implica cierto punto de fuga autista en el que el lector desaparece. Entiéndeme, el lector existe y hacemos los tebeos para él, pero deja de existir como consumidor, se convierte en cómplice. En cualquier ámbito independiente, ya sea musical, cinematográfico, artístico, no existe una relación de consumo entre emisor y receptor, sino de mutua compasión.

P: – ¿La tecnología terminará por condicionarlo todo?

R: – La tecnología siempre ha condicionado todo. El cine de Jaques Tourneur llegaba a donde llegaba la técnica del momento, al igual que las novelas de Stendhal o la pintura de Velázquez. Sólo que ahora la tecnología nos supera por todas partes. Todo está a nuestro alcance y a la vez muy lejos. El mundo es muy pequeño, puedes volar al Cairo en apenas 7 horas, pero no empatizas con el que pide debajo de tu casa. La tecnología se ha convertido en otro elemento alienante y no emancipador como nos prometían. Pero bueno, estoy hablando de la tecnología usada en un sistema capitalista de competencia anárquica que es donde vivimos. Si viviéramos en una república democrática socialista donde los elementos que confeccionan el pueblo tuvieran voz y voto real otro gallo cantaría. Para empezar a nadie le faltaría la luz.

P: – ¿Qué vendrá después de Bibelots?

R: – Estoy preparando otro número de Bibelots con más historias cortas tanto de ficción como autobiográficas y un nuevo tebeo largo, una oposición a Sicofante, mi tebeo anterior en Autsaider ya que será una obra larga enteramente de ficción.


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