Red Eureka •  Opinión •  24/01/2019

Comunicado de la Red Eureka sobre las declaraciones del nuevo Consejero de Educación de la Junta de Andalucía y las políticas educativas propuestas

El nombramiento del nuevo consejero de Economía, Conocimiento, Empresa y Universidad, el señor Rogelio Velasco, ha traído consigo unas declaraciones, recogidas por el Diario Sur, que señalan a nuestra universidad como objetivo para su transformación en una universidad de«élite», centrada, según sus propias palabras, en «temas tecnológicos y materias científicas». Trae consigo, además, la idea de que hay que extender la formación económica y empresarial, y ha llegado a declarar que hay libros que critican prácticas empresariales que no deberían usarse en las universidades.

Creemos que las palabras del nuevo responsable autonómico de la gestión de las universidades andaluzas no podrían ser más desacertadas. La Universidad de Málaga es una universidad plural cuyo estudiantado y cuyo profesorado de todas las áreas del conocimiento trabajan día a día por su avance. Sus palabras suponen una ofensa para todos aquellos que no se dedican a la tecnología o las ciencias en nuestros centros, que son la mayoría, porque suponen su invisibilización.

Las ciencias sociales, las humanidades y las artes son las grandes invisibles de la educación, en todos sus niveles. No es solo el estigma que las rodea, sino que, además, la mayoría de los estudios artísticos superiores no están al mismo «nivel» que el resto. ¿Qué ocurrirá con la, ya de por sí baja, oferta en estas disciplinas? ¿Acaso todas las ramas del saber que se alejen de las ciencias y la tecnología son de segunda? Ese afán por priorizar la tecnología y las ciencias por encima de cualquier otra disciplina hace que la sociedad se olvide de la importancia estas. A pesar de que el sistema se olvide constantemente de ello, al igual que el avance social no puede darse sin ciencia y tecnología, tampoco puede darse sin ciencias sociales, humanidades y enseñanzas artísticas.

No es una novedad que un servidor público crea que las universidades o una en concreto deba ser de «élite», cuestión con la que no podemos estar de acuerdo a sabiendas de que «de élite» significa generalmente «menos accesible» o «accesible solo a unos pocos». Los representantes de estudiantes universitarios andaluces llevamos años trabajando por mejorar las condiciones en las que estudian nuestros compañeros. Desde el aula hasta el Consejo Andaluz de Universidades hemos luchado por la implantación de medidas que permitiesen a las personas con menos recursos continuar sus estudios. Gracias a estas luchas estudiantiles obtuvimos la bonificación del 99 %, el pago fraccionado hasta en 8 plazos, la devolución del 70 % de la matrícula al aprobar en convocatoria extraordinaria y los precios a la baja en la horquilla que impone el ministerio con competencia en universidades.

A día de hoy, el ya señor consejero tiene claro qué debería ser la Universidad de Málaga, pero no es capaz de responder si todas estas medidas, enfocadas a llevar a la realidad el derecho a acceder una educación superior, van a mantenerse bajo su administración. No le hemos escuchado ni leído medidas que busquen solucionar la situación precaria en la que dejó a los profesores la administración estatal del partido que ahora gobierna Andalucía. Nuestro profesorado se enfrenta a serios problemas, ya bien conocidos: la acreditación del profesorado, la reposición de los profesores que en los próximos 7 años alcanzarán la edad de jubilación, el maltrato recibido por los becarios a quienes ni siquiera la CRUE está de acuerdo en reconocerles el derecho a estar asegurados, etc.

Hay mucho que mejorar aún en las universidades, pero lo único que oímos es que debemos ser excelentes, de élite y orientarnos a la empresa.

Sr. Velasco, pese al nombre de su consejería, la universidad no va detrás de la empresa ni debe estar al servicio de esta; porque la vocación de la universidad, al menos aquella en la que creemos, es la de ser generadora de conocimiento (en todas sus áreas) y el fomento del espíritu crítico. Es la universidad la que transforma la sociedad; la empresa o el mercado no deben definir lo que es o debe ser la universidad. Si bien la transversalidad de algunas materias como la economía o la gestión empresarial tiene cierta importancia en la formación de los estudiantes, no podemos imaginar que estas materias se conviertan en el centro del modelo de universidad del nuevo gobierno autonómico. Una parte, entre muchísimas otras, no puede ni debe convertirse en el todo. Finalmente, y ante la crítica a «algunos libros de Economía», creemos que el Sr. Consejero debe familiarizarse con el concepto de la libertad de cátedra de nuestro profesorado, ya que no es posible la generación de estudiantes críticos vetando libros que exponen ideas críticas a su pensamiento.

Concluimos pidiendo al nuevo consejero que centre sus esfuerzos en solucionar los problemas reales de nuestra universidad, aquellos que afectan a estudiantes, profesores y personal de administración y servicios. Que respete los logros de nuestro colectivo y la universidad pública, que no encarezca los precios públicos ni provoque que los estudiantes con menos recursos se queden fuera de un proyecto de universidad que no atiende a la realidad socioeconómica de nuestra comunidad, sino al delirio neoliberal.

Sr. Velasco, los estudiantes de la Universidad de Málaga queremos una universidad tolerante, feminista, laica, pública y de calidad. Ante cualquier medida que atente contra ella y contra su comunidad, nos tendrá en frente.

Porque la Universidad no se vende, se defiende.

La Red Eureka


Opinión /