Inquilinas de toda Catalunya rodean La Caixa en defensa de las vecinas de Porta Nord
- La huelga de alquileres crece: 10 meses, 119 familias y 322.000 € retenidos en concepto de rentas.

Inquilinas de toda Catalunya que viven en fincas de la Fundació La Caixa se han movilizado este miércoles en Barcelona frente a la sede de la Fundació La Caixa. La protesta, convocada por el Sindicat de Llogateres, tiene como objetivo reclamar una solución habitacional para las vecinas de la promoción de Porta Nord, en L’Hospitalet de Llobregat. Se trata de la única finca de La Caixa que ha quedado fuera del acuerdo de compra anunciado por el Govern y que, por tanto, no pasaría a formar parte del parque de vivienda pública y protegida de manera permanente. En la promoción viven 150 familias con la incertidumbre de que sus contratos finalicen en 2026.
Hem encerclat La Caixa! Això no acaba aquí. La vaga de lloguers continua! pic.twitter.com/7AHwZYI27Y
— Sindicat de Llogateres i Llogaters (@SindicatLloguer) December 17, 2025
Las vecinas denuncian que La Caixa ha especulado durante años con suelo público y vivienda protegida. “Compraron suelo público, recibieron subvenciones públicas para construir vivienda asequible y, al cabo de pocos años, disolvieron la obra social, pasaron los pisos a Inmocaixa y empezaron a rescindir contratos y a expulsar a las inquilinas para vender a precio de mercado”, ha denunciado Daniela Corbo, inquilina de Porta Nord. Corbo ha recordado que “las llaves nos las entregó el Ayuntamiento con la promesa de que podríamos seguir viviendo aquí a un precio asequible, y ahora nos quieren echar”, y ha exigido que “el suelo público sea para la gente y no para un banco”.
Entrega de placas y cordón humano alrededor de La Caixa
Durante la protesta se ha celebrado un acto político para reivindicar la huelga de alquileres como una herramienta de lucha eficaz para defender la vivienda. Han intervenido Daniela Corbo; Lio, inquilina en huelga en Barcelona y L’Hospitalet de Llobregat; y Enric Aragonès, portavoz del Sindicat de Llogateres.

“La huelga de alquileres la estamos ganando, no porque La Caixa o el Govern hayan sido generosos, sino porque nos hemos organizado”, ha afirmado Lio. La inquilina ha destacado que “una huelga de alquileres no aparece sola, se construye con años de asambleas, de red y de poner el cuerpo”, y ha recordado que “somos decenas de familias de muchos municipios que hemos retenido cientos de miles de euros porque era la única manera de defender nuestra casa frente al rentismo”. También ha dejado claro que la huelga continúa “hasta que todos los pisos pasen a manos públicas y hasta que ningún bloque quede fuera del acuerdo, como Porta Nord”.
Por su parte, Enric Aragonès ha subrayado que la lucha de las huelguistas “demuestra que cuando la gente inquilina pierde el miedo y se organiza, puede plantar cara incluso al mayor rentista de Catalunya”. Aragonès ha señalado que “muchas de las medidas que hoy son ley —como la regulación de precios, la ampliación de los contratos o la prohibición de comisiones abusivas— se han conquistado porque antes ha habido conflicto y movilización”, y ha hecho un llamamiento a todas las inquilinas que sufren abusos a “organizarse, venir al Sindicat y no marcharse de casa”.
Les imatges de la vergonya. Aquest matí a Badalona al desallotjament de l'Antic institut B9. pic.twitter.com/J1IYHu0vyy
— Sindicat de Llogateres i Llogaters (@SindicatLloguer) December 17, 2025
Durante el acto también se ha realizado una entrega simbólica de placas para colgarlas en las fachadas de las promociones con el mensaje: “Esta vivienda es pública gracias a la lucha de la comunidad y del Sindicat de Llogateres”. La movilización ha finalizado con un cordón humano alrededor del edificio de la Fundació La Caixa con un mensaje claro: la lucha continúa hasta que todas las inquilinas queden protegidas.
La huelga de alquileres como herramienta ganadora
La huelga de alquileres ha demostrado que es una herramienta útil y efectiva para defender el derecho a la vivienda: ha evitado desahucios, ha frenado la expulsión de cientos de familias y ha obligado a las instituciones a intervenir y a ampliar el parque público. Esta lucha ha roto el relato de que “no se puede” y ha evidenciado que los derechos no se esperan, sino que se conquistan ejerciéndolos. Por ello, las inquilinas aseguran que esta no es una excepción, sino un precedente: la primera huelga de alquileres de muchas que vendrán. Ahora que sabemos que funciona, la huelga pasa a formar parte de las herramientas colectivas para plantar cara al rentismo y defender nuestra casa.

