Redacción •  Tecnología •  26/04/2018

5 Razones por las que elegir un ordenador de sobremesa

Se observa una clara tendencia en la compra de ordenadores portátiles, pero no siempre es la mejor opción.

5 Razones por las que elegir un ordenador de sobremesa

Hace apenas dos décadas los ordenadores de sobremesa reinaban sobre la faz de la Tierra. Todo el mundo que disponía de ordenador, era de sobremesa con casi total probabilidad. Los ordenadores portátiles tenían un coste muy elevado y unas prestaciones muy bajas.

Pero hoy en día la tendencia se ha invertido y parece que ha convertido a los ordenadores de sobremesa en un dispositivo totalmente arcaico que solo se ve en las oficinas. Sin embargo, existe una serie de ventajas que podrían equilibrar la balanza hacia el otro lado e invitar a muchas más personas a plantearse la compra del pc sobremesa.

Ventajas de los ordenadores de sobremesa

1. Más potencia con presupuesto inferior

Es muy común observar cómo profesionales que requieren gran potencia, como los diseñadores 3D, los diseñadores gráficos y los productores de video, tienden a comprarse un ordenador portátil de alta gama con la idea de que cumpla sus expectativas de potencia y el sistema funcione de la manera más fluida posible.

Pero si cogemos esas mismas prestaciones y las trasladamos a un pc de sobremesa, podremos darnos cuenta que el coste total se puede llegar a reducir en más de un 30% en comparación a la versión portátil. Y si ya disponemos de un monitor en casa, este coste se podría reducir en más del 50%.

A veces, con este sobrecoste, podríamos haber comprado un ordenador fijo potente y un ultrabook muy ligero para llevarlo en la mochila sin molestia a todas partes.

2. Refrigeración superior

Los fabricantes de ordenadores portátiles tratan de mejorar los sistemas de ventilación sacrificando un elemento imprescindible de los mismos: el tamaño. Si queremos disfrutar de un portátil con suficiente capacidad de refrigeración, tendremos que optar por una versión bastante gruesa y pesada.

Llega el punto en que los ordenadores portátiles, paradójicamente, acaban por convertirse en ordenadores que nunca se mueven del mismo sitio. Si a esto le sumamos la necesidad de una gran pantalla (17 pulgadas), costará tanto trabajo llevar un ordenador con semejante peso y, además, con una batería tan limitada que en contadas ocasiones disfrutaremos de la ventaja de haber adquirido una versión portátil.

Los ordenadores de sobremesa, en cambio, suelen ofrecer unas capacidades de refrigeración excepcionales, dado que disfrutan del espacio para canalizar el calor que se genera dentro del compartimento hacia el exterior.

Esto además ofrece una segunda ventaja: la refrigeración suele ser prácticamente silenciosa, mientras que el mismo nivel de refrigeración en un portátil solo se alcanza poniendo los ventiladores a máxima potencia provocando un estruendoso ruido.

3. Las versiones de los componentes son superiores

Los fabricantes suelen lanzar componentes con los mismos nombres tanto para la versión portátil como para la versión de sobremesa, solo diferenciándolos por una letra en el modelo (generalmente la letra M).

Así, por ejemplo, si un diseñador gráfico está buscando un ordenador que disfrute de una de las últimas tarjetas gráficas de la marca nVidia, posiblemente muestre interés en la tarjeta GTX-1080. En su versión móvil sería el modelo GTX-1080M. Aparentemente parecen la misma tarjeta, pero el rendimiento de la versión móvil es muy inferior a su contrapartida para PC. Y el coste es igual o superior como indicamos en el primer punto.

Lo mismo ocurre en otros componentes como procesadores y memorias.

4. Sin límites de pantallas

El precio de los monitores se ha reducido a lo largo de los años y hoy es posible comprar hasta tres monitores por el precio de lo que en el pasado costaba solo uno. Muchas veces no somos conscientes de las ventajas que supone contar con dos o incluso tres pantallas conectadas en serie. Disfrutaremos de un espectro de visión mucho más amplio y se hará mucho más fácil trabajar con varias ventanas abiertas que nos permitan disponer de más información presente con un solo vistazo.

La ventaja de las tarjetas gráficas en las versiones para pc sobremesa es que permiten conectar todos los monitores que se precisen, dado que suelen disponer de varias salidas de vídeo. Además, teniendo todas las pantallas exactamente del mismo modelo y con bordes ultrafinos, parecerá que tenemos una sola pantalla muy alargada.

En cambio, lo máximo que podemos disponer de fábrica en las versiones móviles es la pantalla que incorpora el portátil más una segunda pantalla adicional. A esto le sumamos que la segunda pantalla será completamente diferente a la pantalla principal, por lo que la experiencia de disfrutar de dos pantallas se verá mermada.

5. Videojuegos

Finalmente un punto que puede ser de interés de muchos usuarios es lo relativo al mundo de los videojuegos. Jugar en un ordenador de sobremesa es superior a hacerlo en un PC portátil precisamente por todos los motivos citados anteriormente: contaremos con la refrigeración necesaria, podremos disfrutar de la máxima potencia al mínimo precio y a veces contaremos con dos pantallas o una pantalla ultrawide que podrá llevar la experiencia de juego a otro nivel.