El juego online tiene un gran peso en el PIB y crea puestos de trabajo en España

En apenas una década, el juego online ha pasado de ser un nicho regulatorio a convertirse en uno de los motores de la economía digital española. La Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) calcula que en 2024 el margen neto (GGR) alcanzó 1.454,6 millones de euros.
Un salto del 17,6% interanual que vino acompañado de casi dos millones de usuarios activos y de un gasto en marketing que superó por primera vez los 520 millones. La pujanza del iGaming se produce, además, en un contexto en el que la economía digital ya representa el 21% del PIB español, según el último informe de Fundación Cotec.
Esa combinación, crecimiento sectorial y digitalización transversal, explica que el juego online aparezca en los documentos estratégicos del Ministerio de Transformación Digital como “sector tractor” de la nueva productividad.
Un sector estratégico para la economía digital española
Si se analiza la distribución regional de ese valor añadido, los datos revelan muchas disparidades. Madrid y Cataluña concentran, juntas, cerca del 49% del VAB digital del país, mientras que once comunidades permanecen casi estancadas. En ese marco desigual, las ciudades autónomas han encontrado un filón.
Melilla atribuye ya el 20% de su PIB al juego online regulado y contabiliza 400 empleos directos en la rama, tal y como recordó su director general de Innovación Tecnológica en mayo de 2025. Ceuta, por su parte, va un paso más allá. El último informe de EY situó la contribución del iGaming en hasta el 15% del PIB local.
Eso tras generar 2.000 puestos de trabajo directos e indirectos y atraer el 44% de las licencias españolas. En este ecosistema, las plataformas de cripto apuestas ganan terreno, en buena parte por la agilidad de pagos y por incentivos fiscales, y aparecen como puente natural entre finanzas digitales y ocio interactivo.
Desde la óptica del usuario, los mejores casinos que aceptan Bitcoin sirven ya como punto de partida para aprovechar bonos, juegos y herramientas de punta con alto nivel de seguridad y anonimato blockchain. La autoridad estatal también respalda la tesis de la convergencia digital.
La Memoria 2024 de la DGOJ, publicada en marzo, subraya que el 50% del GGR proviene del casino online y que las máquinas de azar virtuales crecen a ritmos superiores al 22% anual, un comportamiento que refleja la madurez del mercado y la demanda de experiencias inmersivas.
Además, el informe “Economía Digital 2025” de Cotec advierte de que la mitad del valor digital generado en España se origina en servicios intensivos en datos, código y ciberseguridad, justo donde el iGaming concentra su fuerza laboral cualificada. De hecho, las universidades públicas empiezan a reaccionar.
La Universidad de Granada inaugura en el Campus de Melilla el grado en Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial, con la vista puesta en nutrir a un sector que reclama especialistas en análisis predictivo, UX y blockchain.
Empleo y salarios: La cara humana del iGaming
Tras la exuberancia de los balances, el juego online revela ahora su dimensión laboral. El Anuario del Juego 2024 habla de más de 80.000 empleos directos en salas virtuales, plataformas de apuestas y servicios de soporte, a los que se suman 175.000 indirectos en márketing, ciberseguridad y pagos digitales.
Una masa crítica que, en su conjunto, eleva la huella del sector a 183.000 puestos de trabajo según el Consejo Empresarial del Juego. El salto no se explica solo por el aumento de usuarios, sino también por la rápida incorporación de perfiles tecnológicos.
Ceuta ilustra hasta dónde puede llegar esa especialización. Un informe de la sociedad municipal Procesa sitúa al iGaming como responsable del 10% del empleo total de la ciudad y fija el salario medio anual en 50.000 euros, muy por encima de los 28.000 euros que marca la última EPA para España.
La combinación de incentivos fiscales, tipo del 10% sobre el juego y bonificación del 50% en Sociedades, y la agilidad regulatoria ha atraído a más de treinta operadores, que ya concentran el 44% de las licencias estatales y gestionan un negocio superior a 7.500 millones de euros.
El “modelo Ceuta” no es una excepción aislada, comparte rasgos con Gibraltar y Malta, pero se dirige al mercado español y latinoamericano con una oferta de talento bilingüe y costes operativos reducidos. A 380 kilómetros, Melilla avanza por la misma senda.
Según Jesús Martínez García, responsable del área, se trata de un sector que aspira a replicar la tracción de Málaga en contenidos digitales y a reforzar la cooperación con el Parque Tecnológico de Andalucía a través de una ventanilla única de startups.
Pero el salto cualitativo no depende solo de la fiscalidad. La propia Melilla ha logrado que la Universidad de Granada incluya en su campus el nuevo Grado en Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial.
La titulación persigue cubrir un déficit que los operadores locales estiman en un tercio de los puestos tecnológicos. La atracción de talento viene acompañada de un ecosistema de proveedores que está echando raíces.
Pasarelas PSD2, estudios de realidad virtual y despachos de legaltech se instalan junto a las plataformas de juego para ofrecer KYC biométrico o segmentación con IA generativa. Así, el empleo en iGaming no se limita a desarrolladores y analistas.
Abarca creadoras de contenidos XR, especialistas en pagos cripto y perfiles híbridos de UX legal que diseñan mecánicas de juego compatibles con el Real Decreto 176/2023 de entornos más seguros.