Sin duda, un gran avance para que el sexo deje de ser un tema tabú.

La pandemia y el confinamiento obligaron a muchos a repensar nuevas formas de encontrar placer. Así, con el aumento del consumo de este tipo de productos, no es de extrañar que el mercado avance a pasos agigantados, y no solo en lo que a succionadores de clítoris se refiere (el juguete que revolucionó el autoplacer femenino hace unos años), sino que estos avances abarcan todo el sector hasta llegar incluso hasta las muñecas eróticas para adultos: las antiguas muñecas hinchables cuya versión renovada son la sex doll que se venden en RealSexDoll.es

A pesar de que el uso de estas sex dolls realistas puede parecer que está reservado para los más atrevidos, lo cierto es que proporcionan una experiencia sexual casi real y ofrecen distintas ventajas que van mucho más allá de los beneficios que aporta tener orgasmos de forma frecuente.

Cómo han evolucionado las sex doll en las últimas décadas

Poco queda ya de las clásicas muñecas hinchables de plástico, tan famosas en los años 80. Ahora, las muñecas dolls para adultos son mucho más realistas gracias a que están fabricadas con materiales de mejor calidad que permiten que estas tengan una forma mucho más similar a la de una mujer (o un hombre).

De hecho, es posible personalizarlas y escoger los atributos al gusto del cliente (color de pelo, tamaño de glúteos y senos…). Tanto es así, que incluso es posible solicitar sex dolls con parecidos razonables a famosos, aunque nunca copias exactas (por razones evidentes). De hecho, en los casos en los que se quiera comprar una real doll con el aspecto físico de una persona, dicha persona deberá firmar una autorización.

Estos materiales (silicona o TPE) no solo posibilitan que ahora una real doll sea más sexy, sino que también hace que la experiencia en cuanto al tacto de la “piel” sea mucho más realista. Además, por supuesto estos nuevos modelos son más resistentes y seguros, aunque requieren de unos cuidados extra que las versiones anteriores no necesitaban.

El peso también es distinto, pues estas nuevas sexy dolls disponen de un esqueleto articulado que permite ponerlas en cualquier posición, cosa que también mejora con creces la experiencia.

¿El avance más sofisticado? La inteligencia artificial. Parece que la IA no solo está reservada para los últimos robots y aparatos del hogar, sino que también se ha unido a la industria de los juguetes sexuales para fabricar sex dolls realistas con IA con las que es posible incluso mantener conversaciones.

Quién compra sex dolls

Los clientes de este tipo de juguete sexual son, en realidad, bastante variados. Aunque su cliente mayoritario sean hombres solteros, lo cierto es que cada vez más todo tipo de parejas se atreven a añadir algo de chispa a su relación con una sex doll.

Familias de personas con discapacidad también suelen ser clientes de este tipo de muñecas para adultos. Y es que estas sex dolls realistas pueden ser muy útiles para personas para las que, de otra forma, puede ser difícil acceder a tener este tipo de relaciones con otras personas.

En general, tener sexo con real dolls puede ayudar a mejorar la autoestima y la seguridad de la persona ante estas situaciones. Además, ofrecen una forma segura de experimentar en el sexo tanto en solitario como en pareja.

Otros usos de las sex dolls aparte del sexo

Además, estas sex dolls realistas no solo ofrecen excelentes experiencias sexuales, sino que hay quien todavía les saca más beneficios.

En primer lugar, su aspecto extremadamente realista las convierte en un objeto de compañía perfecto. Hay personas que han asegurado que tener una real doll en casa tras la pérdida de un ser querido les ha ayudado a combatir la soledad, aunque solo sea para no tener que sentarse solo en el sofá a ver una película.

También hay quien se pone más creativo y aprovecha el realismo de estas sex dolls para ganar algo de dinero permitiendo que estas hagan incursiones en vídeos eróticos o incluso convirtiéndolas en protagonistas y creando canales eróticos en los que la protagonista es una muñeca sexual extremadamente realista.

Como vemos, los avances en el sector de las sex dolls permiten a los clientes disfrutar de una experiencia muy realista que, en ocasiones, incluso puede ir más allá del sexo.