Claves de un plan financiero que te ayude a convertir tus sueños en objetivos

¿Dónde comenzar?

Primero debes traducir los sueños y los deseos abstractos al formato de objetivos específicos, y luego evaluar sobriamente su valor. Por ejemplo, tu familia espera un bebé y tú estás pensando en un nuevo automóvil familiar. Hasta ahora esto es solo un sueño.

1. Convierte los sueños en objetivos de esta manera

•Determina las características más importantes del automóvil deseado: eficiencia del motor, volumen del maletero, amplitud de la cabina, etc.

•Examina los modelos en el mercado y selecciona algunos adecuados.

•Analiza las ofertas de concesionarios de automóviles. El intercambio o los programas de préstamos preferenciales pueden reducir significativamente los costos.

•Supone que no tienes 2,000 dólares para dar de pago inicial para comprar el automóvil de tus sueños. Y lo necesitarás en seis meses, cuando nazca el bebé.

Entonces, esto ya no es un sueño, sino un objetivo específico: ahorrar $2,000 dólares durante seis meses para comprar un automóvil. De la misma manera tienes que hacerlo con otros sueños, formula objetivos.

2. Asigna metas por urgencia e importancia

Por lo general, quieres todo a la vez. Por ejemplo, además del automóvil, sueñas con un apartamento en el que haya una habitación separada para el niño. El cine en casa, una tv de 85 pulgadas o 211 o centímetros se vería bien en la sala de estar. Y en verano sería bueno ir a la playa de vacaciones.

Cuando priorizas claramente, puede resultar que es mejor posponer las vacaciones para el otoño, cuando los paquetes se vuelven más baratos. Tu hijo necesitará su propia habitación antes de cumplir los tres años, por lo que tienes tiempo para ahorrar para el pago inicial de la hipoteca. 

Pero puede que la idea de un cine en casa no sea realmente lo que necesitas.

Debes hacer una lista de objetivos con prioridades, plazos y las cantidades necesarias.

3. Evalúa tu presupuesto

•Analiza los ingresos y gastos y calcula cuánto dinero puedes ahorrar por mes.

• Calcula cuánto necesitas ahorrar para poder recolectar para tu objetivo en la fecha planificada. Para hacer esto, divide la cantidad que necesitas acumular por la cantidad de meses restantes hasta la fecha X.

•Compara los dos números, entonces entenderás si tienes suficiente dinero.

Por ejemplo, para el pago inicial de un automóvil, necesitas $2,000 dólares en seis meses, lo que significa que necesitas ahorrar unos $333.33 dólares por mes. En vacaciones, generalmente gastas $1,200 dólares, esto lo necesitarás en 8 meses, serán 200 dólares más por mes. Del mismo modo, debes evaluar todos los objetivos.

4. Considera diferentes opciones de financiamiento

Es probable que tus fondos disponibles no sean suficientes para todos los propósitos importantes. Entonces tiene sentido recurrir a opciones alternativas: préstamos.

Antes de solicitar un préstamo, estudia detenidamente todas las condiciones: interés sobre el préstamo, el costo de su mantenimiento, seguro que te podrían exigir.

En cualquier caso, debes distribuir tus ingresos para que haya suficiente dinero para los gastos corrientes y para alcanzar el objetivo (ahorros o pago de un préstamo). 

Los economistas recomiendan adherirse al principio de que las deudas de los préstamos no deben ser más del 30% de los ingresos netos. 

Vale la pena pensar en otras formas de alcanzar rápidamente tu objetivo. Esto se puede pagar trabajando horas extras u optimizando tus costos. Supongamos que tienes un ritual matutino, de camino al trabajo compras café con leche para llevar por $4.50 dólares. Si multiplicas el costo del café por la cantidad de días hábiles en un año (261), resulta que en el año gastas $1,175.50 dólares en café. Esto, por ejemplo, podrías dejarlo para pagar por tus vacaciones.

Después de eso, ajusta tu plan. Ten en cuenta los pagos futuros de préstamos, ingresos adicionales y gastos reducidos.

5. Deja que el dinero crezca solo

Si todavía hay tiempo antes de la meta, es mejor ahorrar utilizando instrumentos financieros adecuados. Elíjelos en función de la rentabilidad, el riesgo y el momento.

Por ejemplo, los bonos del estado son una herramienta confiable y especialmente rentable si inviertes en ellos durante al menos tres años. Un depósito bancario prácticamente no conlleva riesgos gracias al sistema de seguro de depósitos y puede hacerse por un período más corto.

Lo principal es no guardar dinero en la caja, por lo que perderá parte del valor real de tus ahorros debido a la inflación.

Al invertir, recibirás ingresos adicionales, y también debe reflejarse financieramente.

Reglas simples

Para elaborar un plan financiero razonable, necesitas:

1. Formular metas financieras, honesta y claramente, en términos monetarios y con términos específicos.

2. Sepáralos de acuerdo a su importancia. No pierdas tiempo en esto, prefiriendo las botas y ropa abrigada en el invierno y no el televisor.

3. Encuentra las mejores maneras de resolverlos. Considera todas las opciones, incluso las más irreales, a primera vista.

4. Mantén registros de ingresos y gastos. Toma en cuenta tu situación financiera.

Un consejo más: antes de planificar una compra y ponerla en el plan, considera por unos días si realmente la necesitas.

Y lo más importante, sigue el plan.

Hacer un plan financiero personal es solo la mitad de la batalla. Lo más difícil es cumplirlo de manera disciplinada. Todos los días nos esperan muchas tentaciones, pero las compras emocionales e impulsivas solo retrasan nuestros objetivos.

Es necesario encajar en el plan para cada partida de gastos. Determina cuánto dinero gastas por mes en alimentos, viajes o automóvil, servicios públicos y otros gastos mensuales obligatorios, y cumple estrictamente los límites establecidos.

Si no funciona (especialmente esto sucede al principio, hasta que desarrolles un hábito), el plan debe ajustarse.

Puedes redistribuir el gasto o puedes intentar ganar más. Lo principal es mantenerte dentro del presupuesto y resistir la tentación de «sacar de la alcancía». De lo contrario, tu objetivo financiero se retrasará indefinidamente.

Todos los gastos e ingresos deben registrarse y el plan debe consultarse diariamente. Esto ayudará a mantenerte al tanto de tu situación financiera.