Climatización sostenible: ¿Es posible? Consejos para alcanzarla
Según los estudios e informes sobre el Medio Ambiente cada kilovatio que se consume genera una media de 400 gramos de dióxido de carbono que se desprenden a la atmósfera aumentando los gases responsables del efecto invernadero.

Es por ello que ahora más que nunca se vuelve imprescindible tomar medidas al respecto para evitarlo. Los expertos explican varios consejos para mejorar la climatización sostenible en el hogar.
¿Es posible lograr una climatización sostenible del hogar? Según los profesionales del sector, la respuesta es sí. Además, con ello se conseguirá una mayor eficiencia energética ahorrando en el consumo de energía y reduciendo los gastos para mantener la factura de la luz a raya, imprescindible en estos últimos años donde la subida del precio del kilovatio es constante. Los profesionales del sector aconsejan renovar los viejos dispositivos de climatización y actualizarlos por otros más modernos y eficientes que reduzcan al mínimo la emisión de gases contaminantes responsables del aumento del efecto invernadero. Recomiendan, sobre todo, la instalación de aires acondicionados con función Inverter, así como de sistemas de bombas de calor que aprovechen la energía aerotermia —uno de las energías más sostenibles que hay—, tal como puede verse en el catálogo de productos y servicios de TSClima: https://tsclima.com/climatizacion-en-valencia/.
Entre las medidas fundamentales a adoptar para lograr una climatización sostenible en el hogar destacan también el aislamiento de la vivienda, así como el control de las ventanas y puertas. Por otro lado, aconsejan cubrir el suelo del hogar con alfombras o moquetas e, incluso, instalar plantas para purificar el ambiente.
Actualización de los viejos dispositivos de climatización por unos más eficientes
Como ocurre con todo, con el tiempo los dispositivos de climatización se han vuelto mucho más eficientes, adaptándose a las normativas nacionales e, incluso, a las normativas reguladoras internacionales en materia de protección del Medio Ambiente. Sin embargo, muchos de los dispositivos que pueden encontrarse instalados a día de hoy en varios hogares todavía no son sostenibles. En estos casos, los expertos recomiendan renovar los dispositivos antiguos y actualizarlos por otros más modernos y eficientes. Ejemplo de ello son los nuevos aires acondicionados, sobre todo aquellos que cuentan con la función Inverter. La tecnología Inverter regula el mecanismo del dispositivo, concretamente de los compresores del dispositivo para que trabajen a una velocidad más constante. Esto se consigue mediante un cambio de frecuencia del ciclo eléctrico para que, en lugar de arrancar y parar frecuentemente, el compresor gire continuamente disminuyendo su velocidad al mínimo cuando resulte necesario. De hecho, esto permite ahorrar hasta un 40% de energía, en comparación con otros modos y dispositivos de climatización.
Otro de los dispositivos más recomendables, y el más sostenible hasta la fecha según puede leerse en el portal especializado Climatizacion.top, es la bomba de calor. Este aparato funciona aprovechando la aerotermia, que es un tipo de energía renovable que se extrae del aire y se transfiere hacia el interior de la vivienda para proporcionar calefacción, pero también para la refrigeración, dependiendo de las necesidades de cada usuario u hogar. Una bomba de calor puede extraer la energía de la naturaleza de varias formas y siempre de manera sostenible, tanto del aire (aerotermia), como del agua (hidrotermia) e, incluso, del suelo (geotermia). Su funcionamiento, explican los profesionales, se debe a la acción del evaporador, del compresor, del condensador y de la válvula de expansión. La unidad del exterior de la bomba de calor capta la energía ambiental y la hace pasar por un circuito de gas refrigerante que la absorbe. Después, al pasar por el compresor, se transfiere el calor al sistema de calefacción. El sistema de aerotermia reduce prácticamente a cero las emisiones contaminantes del aire exterior para generar calor o frío.
Aislamiento de la vivienda
Algo que no puede faltar para mejorar la sostenibilidad y eficiencia del hogar es el aislamiento de la vivienda. Es importante asegurarse de que no existen fugas, pero también de que las paredes y los suelos no son un colador térmico —algo que también se nota en la reducción del consumo, como afirman los profesionales—. Para ello, recomiendan aislar la vivienda, ya sea con aislante térmico insuflado para falsos techos, así como recurriendo a forrar paredes con materiales aislantes, como el corcho —que también aísla los sonidos—.
Control de las ventanas, puertas y corrientes
Por supuesto, declaran los expertos en sostenibilidad y eficiencia energética, para reducir el consumo de los dispositivos de climatización y la emisión de gases contaminantes —haciendo que su uso resulte más sostenible— se recomienda controlar adecuadamente las ventanas y las puertas, asegurándose de que estas permanecen totalmente cerradas cuando se está haciendo uso de la energía. Así mismo, aconsejan abrirlas en verano, cuando caiga el sol y en invierno, cuando llegan las horas más calurosas. Por otro lado, recomiendan revisarlas antes que nada para comprobar si existen corrientes indeseadas que puedan interferir en el objetivo.
Revestimiento del suelo con tejidos
Las alfombras, así como la moqueta, es un gran aislante térmico que ayuda a mejorar la eficiencia energética y la sostenibilidad reduciendo el uso de los dispositivos de climatización, sobre todo en invierno. Para evitar las pérdidas de energía a través del suelo, que es una de las superficies de gmayor tamaño de la casa, recomiendan instalar alfombras y moquetas. Sobre todo, en los suelos fríos como los de baldosas o mármol.
Instalar plantas de interior
Instalar plantas en el interior también puede resultar de gran ayuda para mejorar la climatización, sobre todo por su función humectante natural, pero también porque amortiguan los cambios de temperatura. Además, las plantas pueden facilitar la sostenibilidad debido a que purifican el aire de manera ecológica, lo que se traduce en una reducción de la emisión de CO2 a la atmósfera, el gas responsable del efecto invernadero. Y es que durante el proceso de fotosíntesis con la radiación solar las plantas capturan el CO2 atmosférico y lo transforman en carbohidratos que utilizan para crecer, liberando oxígeno de manera simultánea y purificando así el ambiente.