Redacción •  Negocios y Ocio •  13/01/2022

Consejos para reducir la huella de carbono en empresas y consumidores

¿Cómo podemos tomar decisiones que reduzcan el impacto medioambiental? Cambiar nuestra forma de vivir y/o de trabajar en beneficio del cambio climático.

Consejos para reducir la huella de carbono en empresas y consumidores

En nuestro día a día realizamos multitud de actividades como ciudadano de a pie que contribuyen a la emisión de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera. Estas acciones tienen terribles consecuencias a futuro inmediato para nuestro clima y ecosistema, hasta tal punto que empresas, países e instituciones se han propuesto reducir sus emisiones y la Unión Europea ha establecido que en 2050 consigamos ser neutrales en lo que se refiere al punto de vista climático.

Por eso, tanto a nivel empresario como a nivel individual hay que ser consciente de las acciones que llevamos a cabo en nuestra vida cotidiana que contribuyen a la huella de carbono como la alimentación, el transporte, la tecnología, etc.

¿Qué es la huella de carbono?

La huella de carbono es el indicador que permite cuantificar y evaluar la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero que son producidas y liberadas a la atmósfera de forma directa o indirecta por una actividad llevada a cabo por una organización, un individuo o un país.

¿Cómo podemos reducir nuestra huella de carbono?

Reconocer la huella de carbono que genera nuestras acciones puede ayudar a reducir el impacto que provoca nuestro consumo diario en el medio ambiente.

Cambios que a priori parecen insignificantes pueden suponer un gran avance a largo plazo. Estos consejos no supondrán un gran cambio en tu estilo de vida, pero sí en la mejora del efecto invernadero.

En lo que se refiere al aspecto alimentario es favorable reducir el consumo de carne, concretamente el de carne vacuna; también fomentar la compra de productos locales y de temporada; consumir pescado obtenido de pesca sostenible; así como utilizar bolsas de compra reutilizables y comprar productos sin un exceso de embalaje de plástico.

En cuanto al vestuario y prendas de vestir, es recomendable cuidar bien la ropa y alargar su vida útil; intercambiar o darle una segunda vida a lo que ya no utilizamos y fomentar la compra responsable de ropa en empresas o negocios que fabriquen sus artículos con material reciclado o con etiqueta ecológica.

En cuanto al uso de transporte, la mejor forma de reducir el dióxido de carbono emitido a la atmósfera es con el uso habitual de la bicicleta o del transporte público; en el caso de conducir, saber cuándo y cómo hacerlo e impulsar el uso de combustibles alternativos como los vehículos eléctricos; y hacer uso del transporte público como el tren para viajar en vacaciones.

Los mejores consejos para reducir la energía y los residuos generados es bajar la calefacción 1ºC de la temperatura habitual; acortar el tiempo que empleamos para la ducha; cerrar el grifo cuando te estés lavando los dientes o enjuagues los platos; desconectar los aparatos electrónicos; no almacenar datos innecesarios en la nube para reducir la huella digital; optar por la compra de productos eficientes con la etiqueta “A” y reciclar los residuos.

¿Cómo reducir la huella de carbono en la empresa?

Las empresas tienen una labor fundamental para transformar una sociedad baja en carbono y que respete el medio ambiente. Empresas y países deben unirse en la misión de reducir el CO2 de la atmósfera.

Por esta razón que empresas ya se han puesto en marcha y se han unido al registro de huella de carbono con el objetivo de convertirse en empresas neutras en carbono.

Las medidas que las empresas pueden implantar en su sistema de trabajo para limitar la huella de carbono están altamente relacionadas con el consumo energético.

Reducir el consumo de materias primas, energía y de productos. Reducir el uso de energía con bombillas de alta eficiencia energética; contratar energía procedente de fuentes renovables; programar el apagado y desconexión automática de los equipos de trabajo; promover el trabajo flexible. También es interesante inscribirse en registros que ofrezcan datos sobre la huella de carbono que emite su empresa, así como contactar con proveedores o intermediarios que apuesten por un abastecimiento sostenibles.

Impulsar entre los trabajadores el uso de medios de transporte menos contaminantes para quienes acuden a trabajar a la oficina, a través de formación en conducción eficiente; ofrecer ciertas recompensas a quienes acuden en bicicleta o andando, en transporte público o de forma colectiva; reducir los viajes en avión.  Y en cuanto al transporte de mercancías, fomentar el uso del barco o del tren antes que el del coche.

Si cada uno de los individuos del planeta aplicamos este tipo de mejoras en nuestro día a día, el medio ambiente nos los agradecerá.

¡Cuidemos del planeta y él cuidará de nosotros!